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Nueva era: nueva guerra

Por fin llegó el día, el 2 de abril de 2025, día del emplazamiento de Donald Trump a todo el mundo para el anuncio de los aranceles; él le llamó “día de la liberación”. En su anuncio, no incluyó a nuestro país en la lista de los países a los que Trump les aplicará un arancel compensatorio de 10%; pero incluyó a China, con 34%; Vietnam, con 46%, y la Unión Europea, con 20%. Es importante destacar que se mantiene la exención de aranceles para las exportaciones mexicanas (y canadienses) realizadas en el marco del T-MEC. Eso es un bueno, pues hace dos meses Trump amenazó a los socios comerciales de Estados Unidos con aplicarles un arancel general de 25% bajo el pretexto de que México y Canadá no estaban cooperando en la lucha contra el tráfico de drogas (principalmente fentanilo) y la migración indocumentada. En dos ocasiones, la aplicación del arancel fue pospuesta; ahora, parece que se suspende de forma definitiva. Donald Trump expidió ese mismo 2 de abril una orden ejecutiva que determina que las exportaciones mexicanas y canadienses que no se realizan en el marco del T-MEC –cerca de la mitad de ellas, en el caso de México– tendrán un arancel de 25% en tanto duren las restricciones impuestas por la aplicación de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia (de 1977) para asegurar que México y Canadá cooperen con Estados Unidos para frenar el tráfico de fentanilo. Una vez que esas restricciones sean levantadas, ese arancel se reducirá a 12%, pero seguirá siendo más alto que el que se cobra a otros países.

Asimismo, otras amenazas comerciales específicas anunciadas por Trump en febrero y marzo no serán aplicadas en el caso de México, como aquellas a los productos agrícolas.

En este sentido, puede decirse que nuestro país no salió tan mal librado de esta situación que nos mantuvo aguantando la respiración por semanas, en la incertidumbre de lo que ocurriría. El presidente estadounidense decidió no terminar con el T-MEC, aunque aún no se sabe el porqué de su decisión final, puede ser que se haya convencido o que lo hayan convencido de lo perjudicial que resultaría para su país hacerlo; por lo pronto esa incertidumbre queda disipada.

El 3 de abril, la presidenta Sheinbaum acompañada por empresarios, gobernadores, legisladores, integrantes de su gabinete, reconoció la necesidad de fortalecer la economía en estos momentos en que el gobierno de los Estados Unidos está dando inicio a un nuevo orden comercial derivado de su política arancelaria.

Dentro de las acciones anunciadas se prevé ampliar un 10% la fabricación nacional de autos para el mercado interno, una ventanilla digital para activar el portafolio de inversiones, simplificación de trámites y facilidades de la banca para micro y pequeñas empresas.

En ese marco, manifestó que ninguno de los proyectos de inversión, que ascienden a más de 200 mil millones de dólares, “han sido cancelados” ante la incertidumbre generada por la imposición de aranceles por parte de los Estados Unidos. Asimismo dijo que el 21 de abril se publicarán los beneficios para la inversión en México, entre ellos la ventanilla única y la simplificación de trámites municipales, estatales y nacionales; así como el 5 de mayo se publicará también el decreto de apoyos para ampliar la fabricación nacional para el mercado interno de la industria de acero y aluminio; el 16 de mayo para la industria automotriz, con el objetivo de elevar 15% el contenido nacional en toda la cadena, y el 28 de abril para aumentar la industria farmacéutica y de equipos médicos.

Por otra parte, anunció que se ampliará la autosuficiencia alimentaria con el incremento de la producción del maíz blanco, frijol, leche y arroz; se extenderá la autosuficiencia energética con el aumento del 30% de la producción de gasolinas, diesel y turbosina, y la reducción de la importación de gas natural, de lo que se darán detalles la próxima semana.

Las acciones anunciadas por Donald Trump el 2 de abril evidencian la capacidad mediática del presidente de un país que aún se niega a dejar el liderazgo mundial y que en el afán de mostrar su poderío emplaza a todos a estar atentos a sus temidos anuncios arancelarios, sentando con ello el precedente de una nueva era de las guerras comerciales en el mundo que nunca más que hoy, están librándose en el mundo.

La reacción del gobierno mexicano muestra una capacidad de reacción que seguramente se venía preparando con antelación y se espera que brinde resultados positivos en el corto y mediano plazos. Sin embargo, la presidenta Sheinbaum no debe olvidar que aún existen frente abiertos y grandes heridas que supuran injusticia y falta de pericia en nuestro país en temas como la inseguridad y la falta de administración de justicia que está muy distante de mejorar con la próxima elección de jueces y magistrados.

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