Posverdad y fake news en tiempos de ignorancia
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Opinión

Mis dos centavos

Posverdad y fake news en tiempos de ignorancia

 


La tarde del 24 de diciembre el presidente Andrés Manuel López Obrador, tuiteaba “Estoy recibiendo información de un accidente en Puebla por desplome de un helicóptero. Por confirmar que iban la gobernadora Martha Erika Alonso y el ex gobernador Rafael Moreno Valle. He ordenado a todo el gobierno actuar de inmediato.”

Una noticia que impactaría a un país, caracterizada por una case política que ha encontrado en las redes sociales la demagogia necesaria para alimentar y dividir a una nación.

Durante la campaña del presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, los términos “posverdad” y “fake news” comenzaron a resonar en diferentes espacios de análisis de la comunicación.

En México, tuvieron su desarrollo durante las campañas presidenciales dando como resultado lo que ya todas y todos sabemos, con una avasalladora victoria por parte de la figura de un candidato que –hay que reconocerlo— estuvo campañeando en dos sexenios.
Hoy la posverdad y fake news se han vuelto cotidianos entre las personas que a diario, camino a su oficina, escuela, casa o negocio, revisan sus redes sociales.

Luego de los hechos donde dos figuras políticas perdieron la vida, las redes sociales se volvieron el espacio donde lo políticamente correcto sólo es superado por la impecable moral de la clase política (risas grabadas).

Vimos desde las declaraciones de quienes en dos líneas lamentaban la muerte de dichos personajes y en el resto del mensaje señalaban culpables, un ex candidato, el presidente, un partido político.

Otros por su lado, tomaron este momento como una oportunidad para acusar a quienes fueron sus adversarios políticos, dejando de lado lo políticamente correcto, claro ejemplo el diputado Gerardo Fernández Noroña siendo Fernández Noroña.

Vimos la miseria humana donde el panista Javier Lozano se asume como el redentor de un estado tan dividido como Puebla, y también fuimos testigos como el ex gobernador Tony Gali, dio una asquerosa declaración sobre “el mejor regalo que se le puede dar a Martha Erika, es haciendo que el PAN gane” en un momento de duelo.

Un ejército de bots se puso a trabajar y comenzaron los ataques en ambas partes, sembrando odio, ira y abonando a una división de clases, entre “los que saben” y los “chairos pejezombies”.

A esto, un grupo de opinólogos comenzaron desde sus espacios a buscar el convenio, los acuerdos con la nueva élite gobernante y nada les ha funcionado mejor que el golpeteo para llegar a un acuerdo. En Oaxaca pude ver varios que comenzaron a generar teorías conspiradoras, y sólo por las ganas de pertenecer a la comentocracia que desayuna, come y cena con las cúpulas del poder (sí, a pesar de sus 100 seguidores).
En esta semana viviremos una vorágine donde el ataque principal será hacia el presidente, su gabinete, su partido, el ex candidato a la gubernatura poblana y cualquiera que opine distinto a lo que lo “políticamente correcto” determine.

No se hablarán de las acusaciones sobre delincuencia organizada, tampoco de los hechos que marcaron tristemente el sexenio de Moreno Valle –el ex priista que pasó a ser “la carta fuerte del PAN”–, como el incremento de feminicidios por arriba del 500 por ciento durante su administración, o la ley bala que tuvo como saldo la muerte de un menor en Chalchihuapan, sin mencionar los señalamientos por espionaje telefónico a sus contrincantes, de estos temas poco se hablará.

Los periodistas que parecieran haber quedado fuera del presupuesto, darán voz a los posibles candidatos panistas para la elección extraordinaria Javier Lozano y Luis Banck quienes exigirán justicia por el hecho, señalando al gobierno federal como los orquestadores del accidente, utilizando para ello las importunas declaraciones de Fernández Noroña.

La administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador por su parte desestimará los señalamientos y acusará a los panistas de lucrar con tan lamentables hechos y promoviendo a su partido para contender de nueva cuenta con quien –por salud democrática—no debería ser el candidato de Morena a la gubernatura, Miguel Barbosa.

Y mientras tanto los ejércitos de bots comenzarán a sembrar el odio y la desconfianza, que miles darán RT por el sólo hecho de atacar a quienes no piensan como nosotros.

Vamos avanzando en la polarización.

Antes preocupaba que sólo algunos leyeran libros, después que pocos revisaran los diarios, ahora todo indica que nadie lee, pues lo importante es fomentar el odio y el clasismo.

La posverdad y las fake news han alimentado el odio, donde los inocentes son aquellos de la clase política y en ningún momento las personas que todos los días sorteamos a la delincuencia que pasó de cobrar derecho de piso a apuñalarte en el cajero, a tomar rehenes, a bajarte de tu auto a punta de pistola, a no dejarte un momento de paz y tranquilidad, todo sea por like, el follow o RT.

@argelrios