Hablar de los Sultanes de Monterrey es referirse a uno de los más grandes equipos de la historia del béisbol en México, fundado en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León en 1939 bajo el nombre de la empresa cervecera que lo patrocinaba, Carta Blanca, este nombre solo duró 3 años.
Para 1942 cambia a Industriales, la ciudad de Monterrey se caracteriza por su pujante industria, por lo tanto, el nuevo nombre de batalla fue el adecuado, cerca de terminar la década de los cuarentas y después de obtener un bicampeonato, deciden volver a cambiar el nombre por el actual, Sultanes, en 1949.
Es el club con mayor cantidad de años participando en la Liga Mexicana de Beisbol de forma continua, de 1939 a la fecha, 83 temporadas consecutivas, por esa razón y por tantos récords conseguidos se puede asegurar que es un pilar en la historia de la LMB y del deporte mexicano en general.
Sultanes tiene muchos récords del béisbol de nuestro país, por ejemplo, la mayor cantidad de juegos jugados, de partidos ganados, de encuentros perdidos y así una infinidad de estadísticas más, es un equipo que se arma cada año para ganar el campeonato o por lo menos pelear hasta el final, lo normal es verlo en los primeros lugares del standing de la Zona Norte.
Sultanes ha sido diez veces campeón de la Liga Mexicana, solo uno de esos trofeos lo han conseguido un mánager mexicano, los otros nueve han sido con timonel extranjero, el mayor triunfador ha sido el cubano Lázaro Salazar, conocido como el “Príncipe de Belem”, de los cuatro torneos que ganó, tres fueron en forma consecutiva.
El primer torneo ganado por Lázaro fue en 1943 como Industriales, en la misma década vino el tricampeonato, es el único club que lo ha conseguido en la historia de la Liga, en 1947 y 1948 bajo el nombre de Industriales y en 1949 ya como Sultanes de Monterrey, nuevo nombre nuevo campeonato.
El quinto trofeo de su historia se consiguió justo el año de mi nacimiento, 1962, el mánager que dirigía a Sultanes era el también cubano Sungo Carrera, ese año fue el debut de uno de los bateadores más grandes de la historia del béisbol, Héctor Espino mejor conocido como el Superman.
Pasaron muchos años hasta volver a obtener un campeonato, en 1991 se consigue de la mano del mexicano Aurelio Rodríguez, gran jugador que brilló en Grandes Ligas con los Tigres de Detroit jugando la tercera base.
Infortunadamente el 23 de septiembre del año 2000 Aurelio fallece a los 52 años en Detroit cuando fue arrollado por una señora que sufrió un infarto manejando y se subió a la banqueta, Rodríguez había acudido a esa ciudad a recibir un reconocimiento del club donde jugó, muy lamentable.
En 1995 y 1996 consigue el bicampeonato el norteamericano Dereck Bryant, el dominicano Félix Fermín en 2007 obtiene la novena corona, la décima y última hasta el momento se consigue en 2018, año en que hubo dos torneos cortos en un experimento que sencillamente no funcionó, el mánager campeón fue el panameño Roberto Kelly.
Sultanes de Monterrey ha tenido entre sus filas a seis peloteros que consiguieron el título de Novato del Año de la LMB, ellos han sido los siguientes, 1939 Epitacio “la Mala” Torres, 1948 Felipe “Clipper” Montemayor, 1953 Eduardo “pecas” Serrano, 1962 Héctor “Supermán” Espino, 1975 Juan Martínez y 1997 Erubiel Durazo.
Todo Club con el paso del tiempo, tiende a reconocer a sus mejores integrantes retirando su número, de tal forma que nadie más podrá utilizarlo con ese equipo, los Sultanes no son la excepción, diez camisolas no podrán llevar esos dígitos nunca más, nueve jugaron en ese club y uno se retira como homenaje a un grande, veamos cuales son.
El número 1 por Don José Maíz, propietario y directivo, el 5 de Daniel “La Coyota” Ríos, 7 de Epitacio Torres, el 9 de Vinicio García quien por cierto en su honor le puso el Profesor Carlos Castilla el nombre a su hijo, el gran bateador oaxaqueño en Grandes Ligas Vinicio Castilla Soria.
También está retirado el 13 de Felipe Montemayor, el 17 del mánager jugador Lázaro Salazar, el 20 de Miguel Flores, el 21 de Héctor Espino y el 22 de Arturo “el Rey” González como peloteros de casa, el 34 se retiró como homenaje al mejor lanzador mexicano en la historia de las Grandes Ligas, Fernando Valenzuela.
Estadio de Béisbol Monterrey es el nombre de la casa de los Sultanes, se considera el mejor de toda Latinoamérica, tiene tres pisos de tribunas, su aforo es de poco más de 21 mil aficionados sentados, se construyó entre 1987 y 1989, fue pensado en una posible expansión de equipos de las Ligas Mayores, quizás un día veamos a Sultanes enfrentando ahí a los Yankees de Nueva York.
El presidente y propietario del equipo es el Ing. José Sebastián Maíz García, es todo un personaje en la historia de México, primero fue un extraordinario pelotero desde la infancia, formó parte y de manera destacada, del equipo histórico de Monterrey que conquistó en 1957 el primer campeonato para un equipo no originario de los EEUU, del mundial de las Ligas Infantiles de Williamsport, Pensilvania, donde el lanzador Ángel Macías tiró un juego perfecto.
Maíz asistió con la selección de México al Campeonato Mundial de la Liga Pony en 1959 en Washington DC obteniendo el título de campeón bateador y el tercer lugar para México, en 1961 con el equipo Monterrey obtiene otro tercer lugar en el Campeonato Mundial de la Liga Colt en Albine, Texas.
También fue manager de los Sultanes en 1986, de la Selección de México que jugó la Copa Interamericana en la Habana, Cuba en 1987 y a partir de 1988 toma las riendas del Club Sultanes al ser nombrado presidente y consejero del patronato pro construcción del estadio.
Desde 2006 es el presidente del Consejo de Administración de la Constructora Maíz Mier, empresa fundada por su padre José Maíz Mier, quien fue el primer ingeniero civil egresado del Tecnológico de Monterrey en la historia. Don Pepe Maíz también es Ingeniero egresado del Tec, fue Diputado Local de Nuevo León en la LXXIII Legislatura.
Cemex celebró en 2006 su centenario de existencia, en un magno evento en la Ciudad de México entregó reconocimiento público a las empresas con 50 años o más siendo sus distribuidores, de más de 50 reconocieron a unas 15 empresas, más de 60 unas 7, con más de 70, 80 y 90 cada vez nombraron menos distribuidores, cuando llegaron a los de 100, solo uno fue llamado.
Una constructora había caminado de la mano con Cemex a lo largo de su historia, era propiedad de Pepe Maíz quien subió feliz y orgulloso a recoger ese reconocimiento a nombre de su abuelo que fue quien inició esa historia, esto nos habla de una familia de emprendedores y triunfadores en todos los ámbitos, trabajadores, constantes y ejemplo de vida.
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Seguiré comentando la próxima semana.