Los líderes sindicales eternizados en el poder
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Lecciones Constitucionales

Los líderes sindicales eternizados en el poder

 


Muchos son los líderes que llegan bajo el lema “Democracia y Lucha Social”, “Democracia para todos los trabajadores” etc., siempre detonando la idea de una democracia que no practican. Líderes sindicales que se han hecho millonarios a costa de los trabajadores de diversos Sindicatos, grupos de trabajadores, de miles de recursos que no informan a nadie, estos líderes abundan, ferrocarrileros, de Teléfonos de México, de maestros, de universidades, por citar solamente algunos ejemplos. Ante la Cuarta Transformación hacen falta límites a estos líderes que superan los 46 años en la representación sindical, no son objeto más que de limitar el avance de los derechos sindicales y retrocesos en materia de Derechos Sociales. La seguridad social en México ha sido el resultado de las luchas de conquistas laborales por tanto, uno de los derechos de última generación como lo es el derecho a la jubilación debe protegerse por quienes han trabajado en beneficio de la productividad y desarrollo del país, como en las telecomunicaciones se ha hecho por parte de los trabajadores y jubilados de empresas mexicanas. Históricamente la Seguridad Social se ha constituido como un instrumento de atención y de bienestar general que se atiende con la constitucionalidad y la legalidad y es el derecho más importante dentro de nuestro sistema jurídico mexicano. No ha habido reformas laborales de trascendencia en nuestra Constitución en dicha materia. Que no se puede violentar la Seguridad Social, sino es menester protegerla salvando los derechos de los jubilados para no ser lesionados o violados en sus derechos fundamentales como personas individuales y colectivas reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Un presupuesto básico de la democracia es la dignidad de la persona humana, racional y libre, garantizada a través de un catálogo de derechos, valores y principios tales como la libertad, igualdad y pluralidad, que estén reconocidos en una Constitución o Norma Fundamental, los cuales deben ser garantizados como es el derecho a la Seguridad Social, específicamente garantizar y no eludir la responsabilidad de Empresas para asegurar el futuro de los trabajadores y jubilados. Esta democracia ha sido traicionada por estos líderes, que sin vergüenza alguna siguen dirigiendo los destinos de todos los trabajadores de grandes empresas, universidades o instituciones país. Todo sindicalista debe gozar de la seguridad social, se organizará conforme a las siguientes bases mínimas y que deberá cubrir los accidentes y enfermedades profesionales; las enfermedades no profesionales y maternidad; y la jubilación, la invalidez, vejez y muerte. Los trabajadores no tienen el derecho de asociarse para la defensa de sus intereses comunes como lo reza el artículo 123 Constitucional, son traicionados desde hace muchísimo tiempo por sus líderes. La materia de Seguridad Social, que son Derechos Humanos Colectivos que se desarrollan en el País y son considerados de última generación deben preservarse para beneficio de todos los trabajadores del país. Si las conquistas sociales no se respetan en el país, no habrá justicia social, tema tan atomizado y degradado por los mismos sindicatos, no hay prestaciones dignas a miles, millones de trabajadores de México, no hay condiciones sino de vulnerabilidad para quien por años de servicio trabajó en empresas y en instituciones, tanto públicas como privadas.
El Afore, no es derecho a la jubilación, ni las prestaciones sociales del IMSS, como vejez, cesantía en edad avanzada, o pensiones por riesgo de trabajo, tampoco son considerados en el derecho a la jubilación que nace en la contratación colectiva por excelencia. Las grandes empresas de México tienen líderes enquistados por muchísimos años, considerando a una clase trabajadora sometida a sus intereses, sometida a sus caprichos por enquistarse en el poder sindical más allá de 30 o 40 años, esto es totalmente inadmisible, inaceptable, hay líderes sindicales que ya son los nuevos millonarios del país y ningún sindicato, sección hace nada por quitarlos del poder, bajo amenazas de perder sus derechos laborales. Líder es el que guía, el que da marcha a los beneficios de mejoramiento de la clase trabajadora, no el que explota y simula dar prestaciones de ley a trabajadores con migajas del pan que está sobre su mesa, las conquistas laborales son cotidianamente pisoteadas, el derecho a la Jubilación casi extinguido, a una pensión digna, por disposiciones de uso de esos recursos de la clase trabajadora a otros caprichos en el poder, no hay regulación de protección a quienes por muchísimos años han trabajado en beneficio de la buena marcha del país. Los líderes sindicales de todas las empresas del país, deben ser limitados definitivamente por esta Cuarta Transformación, líderes que han superado por muchísimos años su estatus de representantes o líderes sindicales, de secretarios generales eternos con sus familias viviendo de las arcas de la clase trabajadora, con sus familiares y conocidos gozando de todos los puestos de poder empresarial, sindical, de trabajos exclusivos para su familia, en donde el nepotismo se hace presente ante la Cuarta Transformación, sin que se haya hecho aún nada al respecto. La dignidad de la clase trabajadora del país, de la clase jubilada de México está desprotegida, totalmente sin protección constitucional, transformar al país requiere de quitar definitivamente todo privilegio a líderes sindicales eternizados y enquistados en el poder, ejemplos sobran, sin embargo, las conquistas laborales estampadas en la Constitución de 1917, necesitan nuevos bríos, nuevos cauces de lucha sindical, mejoras a sus prestaciones de jubilación, mejoras a su situación laboral, mejoras de todo tipo, la clase trabajadora del país es el tigre dormido, que a decir de Porfirio Díaz, es el tigre que un día va a despertar para reclamar su espacio y derechos que no le han sido reconocidos hasta hoy.