La diplomacia como propaganda política
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Opinión

La nota crítica

La diplomacia como propaganda política

 


Las campañas políticas históricamente siempre se han caracterizado por tener la pretensión de mostrar y demostrar lo mejor de cada candidato a un cargo de elección popular, ya sea en las más mínimas o desarrolladas democracias. Incluso hay artistas de la propaganda política, como el alemán Goebbels o Kissinger en la diplomacia.

¿Pero cuáles son los límites de esa propaganda?

Ninguno. No hay límites. Pero tendría que haberlos.

En las campañas políticas cuenta todo, desde tus errores o aciertos en la infancia, desde que robaste un dulce, fuiste el jefe de grupo en el salón de tú clase, hasta tus historias de amor y vida académica en la adultez.

Y es comprensible hasta cierto punto lo anterior, sin embargo, cuando está de por medio la estabilidad económica de una Nación o un posible reacomodo geopolítico ¿Qué sucede?

Estos últimos días, sin duda alguna, desde el anuncio por parte del Presidente de los E.U, Donald John Trump, en su cuenta de twitter respecto a un aumento del 5% en aranceles a todos los productos mexicanos generó una ola de especulaciones e incertidumbre entre el sector privado y actores políticos.

La anterior medida según el propio mandatario estadounidense, obedece a un descontrol migratorio por parte del actual Gobierno mexicano encabezado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, argumentando que más migrantes como nunca en la historia han atravesado la frontera entre México y los Estados Unidos. Lo que le genera costos y delincuencia.

La contestación del Presidente Andrés Manuel fue una carta donde exhorta al diálogo y negociación. Días posteriores, una delegación mexicana encabezada por el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, acudió a nuestro vecino país y mediante mesas de negociaciones se logró llegar a un acuerdo, mediante el cual D.Trump decidió cancelar la medida arancelaria.

¿Pero esto es realmente una medida para la gobernabilidad de los Estados Unidos?

Considero que no. El próximo año se estarán celebrando en los Estados Unidos elecciones Presidenciales y la base electoral del actual mandatario estadounidense necesita motivos para seguir apoyándolo y Trump necesita razones para seguir promoviéndose.

Lo anterior pareciera natural, un político buscando legitimidad y motivos para votos. Sin embargo, está de por medio la estabilidad económica de su y nuestro país. Aunado a ello, está teniendo una guerra comercial con China que de igual manera ha generado incertidumbre a nivel internacional.

La pregunta es si nuestro país se seguirá sometiendo a los caprichos con fines electoreros de D. Trump, nuestra moneda inmediatamente tuvo consecuencias por las declaraciones del mandatario estadunidense, y miembros del propio Partido Republicano calificaron de negativa la medida, pues en gran medida las importaciones que realizan los estadounidenses provienen de México.

Ojalá ya logremos identificar la estrategia política que sigue usando el magnate, el propio premio Nobel de Economía, Paul Krugman, con quien tuve el gusto de conversar en un evento de New York Times, ha señalado que Trump se sometió a la realidad económica, pero que sigue vendiendo a su base electoral propaganda falsa. Sigue mintiendo.
Negocia con fuertes, no con débiles.

¿La economía de dos países o incluso del mundo a costa de la popularidad de un actor político?
-You’re Fired.

Christian Valencia Ruíz, estudio Derecho en UNAM, 19 años.
Twitter: @ChristianVMX