El contexto del futuro de nuestro país y de su forma de gobierno Republicano, Democrático Federal, sustentado en los Derechos Humanos y la división del ejercicio del poder, están en el juego del poder político del presidente López Obrador y su voluntad, como muestra de una malsana pretensión que busca satisfacer, mediante el despojo de la voluntad del pueblo mexicano. al estilo de Cayo Julio César Augusto Germánico, conocido como Calígula, tercer emperador romano.
La iniciativa a discusión está sustentada en una mayoría en el Congreso, diputados y en los senadores que han sido alienados, por la obsesión del presidente y su anhelo de sentirse desagraviado, mediante la destitución inconstitucional de los ministros de la Suprema Corte, la demolición del Sistema Republicano y Democrático del país y, como secuela, someter a más de cientos millones de mexicanos, a la voluntad del poder centralizado. Nunca se autorizó, al presidente y al congreso mediante el sufragio que destruyeran la vida institucional y de equilibrio institucional, ni que restringieran la tutela, protección y garantía de los Derechos Humanos.
Se castiga al Pueblo para beneplácito del gobernante mediante la complicidad de los miembros del Congreso y los de aquellas entidades federativas que aplauden y magnifican el regalo que se busca dar al ego presidencial. Qué pena que los diputados representantes del pueblo y los senadores de las entidades federativas, traicionen ostensiblemente la protesta de cumplir los postulados constitucionales.
He de insistir en que la división del ejercicio del poder y del desarrollo de las facultades del estado mexicano se estableció para equilibrar las fuerzas, garantizar de esta manera un control recíproco de acuerdo a las atribuciones de cada poder a fin de que no sean realizadas por otro, con la finalidad de limitar y equilibrar el poder público, de modo que se ejerza independiente y autónomamente por cada uno de ellos, sin que ninguno se coloque por encima de otro o que uno solo pueda ejercer dos o más de ellos.
Vemos, en la actualidad, como el presidente en su afán de transformar el país bajo su propia visión, deje de tener como objetivos, que su función sea en beneficio del pueblo y de su niñez y juventud haciendo a un lado, no solo la división del ejercicio del poder, la obligación sino que le impone la Constitución de velar por un sistema educativo sustentado en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva; el desarrollo armónico de todas las facultades del ser humano y fomentará, el amor a la Patria, el respeto a todos los derechos, las libertades, la cultura de paz y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia; promoverá la honestidad, los valores y la mejora continua del proceso de enseñanza aprendizaje.
Ha denigrado la dignidad de los mexicanos, periodistas, opositores, ministros, ahora a los senadores de oposición y, general a todos aquellos que lo contradicen, acusándolos, juzgándolos y condenándolos como traidores del pueblo, corruptos, conservadores entre otras ocurrencias; busca a toda costa restringir, con la reforma el alcance de los derechos humanos, los burla como ahora lo hacen los diputados con plena impunidad; ha fracturado la igualdad, olvidado el amor a la patria, la cultura de la paz, la independencia y la justicia constitucional y ordinaria; ahondado la deshonestidad y degrado los valores sociales del pueblo y provocado el retroceso educativo.
La división del ejercicio del poder, que nadie en este país, puede negar que el presidente y el congreso se ha fundido en uno solo hombre el titular del ejecutivo que es a al mismo tiempo, el creador de la ley, es decir diputado y senador, mediante sus delegados Monreal y Noroña; es el moderno poder permanente constituyente, reformador único de la constitución, ejecutor de la ley; es, de facto, ministro de la Suprema Corte, magistrado colegiado y unitario, juez de Distrito y presidente real del INE; todo lo cual pretende Constitucionalizar con la iniciativa de reforma al Poder Judicial Federal.
Lo senadores de oposición y las medidas suspensionales decretadas por juezas y juez federales independientes son el baluarte para que este atropello a la constitución y a los derechos fundamentales no se consume. Esperamos que la alta representatividad que tiene cada senador, aun siendo de morena, algunos de esta facción, hagan honor al compromiso contraído d representar el sistema democrático federalista y representativo que se les confió temporalmente y voten en contra de la reforma.
Los artículos 108 de la Constitución y 7 de la Ley Federal de Responsabilidades, que señala, el primero, que son servidores públicos los representantes de elección popular y toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza en la Administración Pública Federal, Durante el tiempo de su encargo, el Presidente de la República podrá ser imputado y juzgado por traición a la patria, hechos de corrupción, delitos electorales y todos aquellos delitos por los que podría ser enjuiciado cualquier ciudadano o ciudadana.
El segundo que, “Redundan en perjuicio de los intereses públicos fundamentales, el ataque a las instituciones democráticas; a la forma de gobierno republicano, representativo, federal; Las violaciones a los derechos humanos; La usurpación de atribuciones; Cualquier infracción a la Constitución o a las leyes federales cuando cause perjuicios graves a la Federación, a uno o varios Estados de la misma o de la sociedad, o motive algún trastorno en el funcionamiento normal de las instituciones.
Los senadores deben reflexionar acerca de que el principio de la división del ejercicio del poder. Por una parte, impone que el Estado debe cumplir sus funciones y, por otra de que los destinatarios del poder (el gobernado) se benefician si aquellas funciones, son realizadas por diferentes órganos y que la libertad es el propósito de la misma.
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