A UNA VERDADERA broma de mal gusto se puede reducir el operativo Pescador que se realizó el pasado viernes y sábado en la Central de Abasto, donde policías municipales, estatales, elementos de la agencia Estatal de Investigaciones, de la Guardia Nacional y del Ejército, solo perdieron el respeto de la ciudadanía ante la participación en un operativo quimérico, donde centenares de personas fueron detenidas; la inmensa mayoría, drogadictos, alcohólicos, personas con trastornos mentales, que fueron llevados a municipios aledaños en donde sus habitantes protestaron ante esta acción improvisada.
DE ACUERDO al Gobierno del Estado, esta acción la realizó en coordinación con la Fiscalía General del Estado (FGEO) “gracias” a la cual, habrían reducido en 63 por ciento la incidencia delictiva” en la zona.
LAS AUTORIDADES refirieron como “logros”; motos robadas, cámaras de seguridad (instaladas irregularmente) retiradas y demás. No obstante, de las 425 personas detenidas, solo 13 tenían presunta vinculación al narcomenudeo, al halconeo y a otros delitos.
EL OBJETIVO de este APARATOSO operativo, indicó el gobierno jarista, era garantizar el orden público en la Central de Abasto. Sin embargo, el sentido común y la gente de la misma zona comercial, nos dicen otra cosa; que no es necesaria semejante movilización porque la misma policía sabe quiénes son los raterillos de la zona, conoce perfectamente a los narcomenudistas, a sus “proveedores”, en fin, esto fue mera simulación, ajena a aplicación de inteligencia.
HACE algún tiempo, narraba, POR EJEMPLO, el gran problema en que terminó inmersa una persona por comprar un parabrisas de segunda mano ofertado en redes sociales; fue al lugar donde supuestamente le venderían el material (por los rumbos de la colonia Estrella), no obstante, de ese punto lo llevaron a otro lado; a un deshuesadero donde le entregaron su compra.
SUSTITUYÓ el parabrisas roto de su auto, pero al pasar por un retén de seguridad detectaron que el número de serie marcado en este cristal, pertenecía a un auto robado.
ACTO SEGUIDO, el infortunado comprador fue detenido con su vehículo. A pesar de que presentó la factura de su auto (prueba de que éste no era robado); de que mostró la evidencia de dónde vio el anuncio antes de adquirir el parabrisas (hasta mostró el número telefónico del vendedor) y detallar en qué lugar le entregaron la pieza perteneciente a la unidad robada; la autoridad se ensañó con él y no hizo nada para llegar al ORIGEN del problema.
CUANDO el afectado iba a decir el lugar exacto del deshuesadero en el que le vendieron el parabrisas robado, el mismo funcionario que tomaba su declaración le dijo; –hasta ahí, no des más datos, NO te metas en problemas –.
NUESTRAS autoridades saben quiénes operan los delitos, dónde lo hacen, cómo lo hacen, pero NO hacen nada para terminar realmente con el problema, solo simulan realizar acciones como el operativo Pescador, tal vez para justificar la nómina que cobran y para que los políticos digan que luchan por el restablecimiento de la seguridad, aunque esto sea solo un vil engaño a la ciudadanía.
EL SALTO DEL CHAPULÍN
UN EJEMPLO de que las autoridades saben perfectamente dónde están los criminales que operan a sus anchas en este país lo vimos en el caso del robo de instrumentos musicales al afamado grupo Los Ángeles Azules.
DESPUÉS de un concierto que tuvo lugar en Tabasco, un camión con sus instrumentos – a decir de un comunicado del grupo – fue asaltado en un FALSO RETÉN, en la carretera de “CUOTA” Puebla-México.
PERO algo inusitado ocurrió ante lo mediático del robo (el tema se abordó hasta en la mañanera claudista, donde la presidente ordenó seguimiento al asunto); la Fiscalía poblana “recuperó” los instrumentos. Casualmente estaban “abandonados” en un predio de San Rafael Tlanalapan, en San Martín Texmelucan.
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