Desde el pasado
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Desde el pasado

 


Desde el pasado viernes los mexicanos festejamos a nuestras progenitoras a quienes demostramos en particular ese día nuestro amor con besos, obsequios, y apapachos. Al medio día las calles simulaban un gran estacionamiento debido al tráfico vehicular, vendedores de flores y globos a último momento rebajaban sus productos con tal de vender lo más que se pudiera.
Centros comerciales y tiendas de autoservicio, se encontraban abarrotados en días previos, porque aunque supuestamente no hay dinero, salieron a relucir las tarjetas de crédito, porque las facilidades de pago valían la pena, aunque más adelante no haya con qué pagar. Todo con tal de halagar a nuestras madres que a través del tiempo dan la vida por los hijos.
Las redes sociales también estuvieron congestionadas por los envíos de mensajes, memes y videos con motivo del diez de mayo, que iban desde arreglos florales hasta canciones, poemas y la suspensión de recordatorios a las progenitoras al menos hasta el día siguiente.
Y como para el mexicano la madre es casi lo más importante en su vida, había motivo de celebrar el día completito, por lo que muchos ayer sábado seguían con la cruda del festejo, y entonces las calles se encontraban desiertas.
En lo particular el diez de mayo fue un día de convivencia familiar, en paz y alegría. Y pienso que a nuestras santas madrecitas hay que celebrarlas los 365 días del año, que al fin y al cabo nos dieron la vida, nos arrullaron desde el instante en que nacimos, guiaron nuestros pasos desde que comenzamos a caminar, con gran ternura y firmeza repasaron a nuestro lado las lecciones y tareas escolares, nos han dado su ejemplo, y aún cuando ya somos más que adultas, siguen velando por nosotros en tiempos de adversidad, y viéndonos con ojos de amor como nos miraron desde el primer instante en que nos conocieron.
Y ni qué decir de las madres solteras, que se la rifan cada día para salir a trabajar y regresar para brindar a sus retoños el pan de cada día. Y aquellas que se privan de vivir lo que les corresponde al sacrificarse por una hija que salió con su domingo siete, y cuidar a uno o varios nietos en aras de que la susodicha, siga desenvolviéndose o continúe los estudios e impedir que deje una carrera trunca.
Vaya que en el extranjero el rol de las madres es diferente, porque al cabo los hijos son prestados y emprenden pronto el vuelo, son responsables de hacer su vida aún a temprana edad, a diferencia de lo pañalones que son los hijos en nuestro México, sobre todo hoy día que abundan los ninis que ni estudian ni trabajan, porque la adolescencia se ha prolongado hasta pasados los 20 abriles…
Pero en fin, lo cierto es que por el camino andado, nuestras adorables madres nos llevan años de ventaja, experiencia y por ende sabiduría, Es entonces, cuando al crecer nos percatamos y comprendemos que lo que alguna vez criticamos, refutamos y hasta odiamos: límites, retos, ejemplos, regaños, preocupaciones, enojos y miedos, fue por nuestro bien.
Al fin y al cabo, somos reflejo de nuestros padres y es el diez de mayo momento oportuno de agradecer a nuestra madre,- quienes tenemos la fortuna de gozar de su presencia- sus excesivos cuidados, sus vigilias, sus desvelos, sacrificios, su invaluable tiempo ganado y también perdido en nosotros, su entrega, y su vida!!!
Así, prolonguemos el cariño manifestado éste día de las madres a nuestras progenitoras de forma cotidiana, con detalles, palabras, con acciones que en verdad les haga sentirse dichosas de tener el apoyo y comprensión de sus hijos.
tere_mora_guillen@
yahoo.com.mx