Un informe pobre es un pobre informe
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Opinión

Hoja por hoja

Un informe pobre es un pobre informe

 


Se dio un mensaje corto en tiempo, pobre en ideas, corto en asistentes, corto en espacio, pobre en la verdad. Eso ocurría el primer día de septiembre, con el fondo de una versión pictórica de una epopeya mistificada, la misma que se le mostraba a los turistas y a escolares en intentos de dogmatizar una historia ideada en la mente del muralista.

Fue alterado el reglamento del Congreso y se obligó a legisladores a entrar en receso, hasta que un propio de Bucareli, entregara el texto obligado del informe presidencial, sobre el estado que guarda la administración. Pero eso es lo menos importante, nadie en este país lee los volúmenes de un informe que días y semanas después es desglosado supuestamente por las comisiones específicas de diputados y senadores, si bien esa tarea la delegan a sus asistentes y a veces a algún asesor que más o menos entiende de datos, falsos por lo general y que nadie corrobora.

Pero el mensaje que se dio por la tarde del día 1 del mes, estaba sobresaturado de esos datos que en su mayoría son como globos de Cantoya, inflados al calor de una mente para quien la ley es un cuento y las instituciones son como pinos de boliche a los que hay que derribar en una chuza.

Escuchado el mensaje y no leído el informe, nos topamos con que el gobierno de México sólo tiene y mantiene como objetivo, que haya pobres y mientras más pobres mejor, porque de esa manera sostiene una audiencia remunerada y dispuesta al voto, es el envilecimiento de la ciudadanía a la cual se pretende comprar con dádivas que no resuelven su situación, que solo hacen que la propensión a la pobreza sea mayor y con ello se inhiba el crecimiento y el desarrollo de una economía condenada al estancamiento, a la inflación y a modelos arcaicos de producción y sin esquemas de distribución.

Y debido a que la ley es tan sólo un cuento, es por tanto un mazacote maleable con el que se pretende inventar una transformación que ni con plastilina tomará forma, debido a que es en realidad una entelequia imaginativa en una mentalidad torcida por la ignorancia y por conceptos mal entendidos del marxismo, del cristianismo y del fanatismo.

El mensaje y el informe oficial son tan intrascendentes, que lo más destacado en la actividad y decisiones del poder ejecutivo es señalar con llamas condenatorias al Poder Judicial, al órgano del Estado encargado de preservar la detestada ley y la estructura constitucional. Es una ofensiva matutina, cotidiana y persistente atacar a ministros, magistrados, jueces; a la Judicatura y a todo el cuerpo jurisdiccional de nuestro orden legal, del Derecho Positivo. Es una ofensiva infame, al grado que se proclama “equivocado” el presidente al haber nombrados cuatro integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a quienes quería tener como lacayos y ahora los enjuicia, los insulta, los agrede y encarga a un títere a que exhiba con nombres y apellidos a jueces que hay emitido resoluciones contrarias a su interés político.

La batalla desigual del poder ejecutivo contra el Poder Judicial no tiene parangón: hay la pretensión de someter a este último para formar una estructura de poder semejante a la que prevaleció en el nacionalsocialismo hitleriano y en el terror comunista del estalinismo soviético, aunque con más cercanía al castrismo caribeño, al chavismo del Orinoco y al terror del orteguismo nicaragüense.

Informe y mensaje para anunciar que se aumenta la pobreza, que no se combate la inseguridad, que el sistema de salud va peor, que la educación va en retroceso, que la democracia es enemiga del régimen. Si Marx y Proudhon alegaban sobre la filosofía de la miseria y la miseria de la filosofía, este régimen articula la ideología de la miseria para fundirnos en una miseria ideológica.

Eso sí, un tren sin futuro, un aeropuerto bananero y una refinería efímera. No hay recursos para salud, ni para educación, ni para seguridad. El faraón de la Chontalpa cree que el Grijalva es el Nilo.