De Numancia a Cuba, vía Badiraguato
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De Numancia a Cuba, vía Badiraguato

 


El insigne historiador y político mexicano Don Lucas Alamán, expresó que para conocer la historia de México es necesario conocer la historia de España. Sin duda no sólo tenemos raíces lingüísticas, religiosas, gastronómicas, literarias, artísticas, hábitos, costumbres, y otras categorías de la cultura humanística y científica, sin omitir la rica mezcla racial que dio luz al mestizaje. Por fortuna, la investigación histórica ha ido develando la interacción que se produjo, una vez que a la Nueva España llegaron las instituciones de la Corona. Mismo esquema debe extenderse para toda Iberoamérica, nuestro lazo de identidad en el continente.
Es sabida ampliamente la animadversión del jefe del Ejecutivo hacia España; no le simpatiza en ninguna de sus etapas, en ninguna de sus versiones, en ninguna de sus manifestaciones históricas o culturales. No sabemos si es por desconocimiento de la profusa bibliografía y el gran acervo documental y archivístico que explica nuestra grandeza, o se trata de un prejuicio derivado de la forma en que se ha tergiversado la historia mexicana, adosando a ello la llamada Leyenda Negra, creación de ingleses, franceses y neerlandeses, para desprestigiar a quien fuera su poderosa rival de los siglos XIV al XVIII: el Imperio Español.
A pesar de ese sentimiento, el presidente aprovechó una burda conmemoración a Simón Bolívar, para utilizar uno de los signos emblemáticos más grandes de España: Numancia, aquella ciudad de los celtíberos que en los años 133 y 134 antes de nuestra Era, resistió el asedio militar de las poderosas legiones romanas que buscaron su exterminio, lo cual se logró, pero a cosa del suicidio colectivo de los valerosos numantinos. Durante la crueldad del sitio, de Numancia no podía salir nadie y por la falta de alimentos se llegó a la antropofagia.
En ese discurso del 25 de julio en Chapultepec, se trató de igualar a Cuba con Numancia, sin que exista ningún tipo de paralelismo o analogía. De Cuba han salido millones de exiliados que huyen de la brutal dictadura castrista tras 62 años de represión. En Numancia la población luchó junto con su gobierno contra el invasor romano. A Cuba llegan miles de millones de dólares en remesas familiares. A Numancia no llegaba ni agua. A Cuba llegan inversiones turísticas de España, Canadá y la Unión Europea, que le dejan divisas al gobierno. A Numancia no llegó ninguna clase de apoyo material. Estados Unidos vende alimentos a Cuba. Los romanos no le vendían nada a los numantinos. El gobierno de México envió hace pocos días, dos embarcaciones con alimentos y medicinas a Cuba como “ayuda humanitaria”, así como un buque-tanque con combustóleo para satisfacer las urgencias de energía en la Isla. A Numancia se le estranguló sin piedad, sin misericordia.
No está por demás, recomendar se lea y relea la tragedia escrita por Miguel de Cervantes El cerco de Numancia, para aquilatar la grandeza de ese pueblo borrado del mapa y que es, con Masada, el otro gran símbolo de la resistencia humana frente a los poderosos.
Entendemos el uso y manejo que los políticos suelen propinar a la historia y a la geografía: arman pequeños rompecabezas piezas acomodadas a su arbitrio y deshacen aquellos “puzles” que no les agradan.
Pero en el camino imaginario entre La Habana y Numancia, el viajero se topa con Badiraguato, donde la investidura presidencial cree no desprestigiarse y hacia donde se hace un “tour” ignoto y misterioso, sin el fastidio de los medios, para que no se revelen las incongruencias de una transformación que nada crea, pero que mucho destruye.
EXTRA. Para el almirante secretario Marina, todos (sí, todos) los funcionarios del actual gobierno son deshonestos, menos los soldados y marinos: impolutos por la gracia de los abrazos sin balazos. Y aunque a un funcionario deshonesto de la SEP no le guste, debemos leer, para cultivarnos y especialmente saber de historia…y de gramática.