En efecto, no podemos

A las familias Esteva Melchor, mi más sentido pésame en estos aciagos momentos.

HACE unos días, el gobierno de SALOMÓN JARA hizo una de esas declaraciones demagógicas, típicas de los políticos.

ANTES que nada, recordemos cuál es una de las acepciones (significados) de demagogia para la Real Academia Española: La demagogia es la degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los SENTIMIENTOS elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o MANTENER el poder.

POR ENÉSIMA vez como típico político expresaba: -“No podemos seguir ocupando los primeros lugares en pobreza”. En efecto, NO podemos. En eso coincidimos.

HASTA ahí vamos bien, el problema es que de las palabras no pasen a hechos CONCRETOS, que cambien nuestra realidad.

CON triunfalismo anunció en su visita, por ejemplo, a la comunidad de Magdalena Tlacotepec que su gobierno “realizará una inversión superior a los 15 millones de pesos” y que, con acciones de este tipo, busca “revertir en los municipios los rezagos sociales”.

“Somos un gobierno diferente, humilde y cercano al pueblo, por eso implementaremos en esta localidad el Programa Trabajo que Transforma tu Municipio con el que trabajaremos de la mano de la comunidad para priorizar obras que impulsen el desarrollo del Magdalena Tlacotepec”, dijo el mandatario.

SALOMÓN JARA quiso marcar una DIFERENCIA, al señalar que, con él, NO habrá abandono de las regiones como en “gobiernos pasados” y que se aprovecharán ahora los recursos humanos y naturales existentes, que solo faltaba “un gobierno con ganas de trabajar a favor de las comunidades”.

Y DIO LAS CIFRAS de los dineros a repartir; el IEEPO destinará 59 mil 249 (compra de mobiliario).

El Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca (Inpac) aportará cuatro millones 922 mil 304 pesos para la restauración de los templos católicos existentes en la población y a través de Caminos Bienestar (Cabien) se invertirán diez millones de pesos para mejorar las carreteras, entre otras acciones.

LA INVERSIÓN pública está bien, puede ser un paliativo, pero JAMÁS será la cura de la pobreza. Reitero el clásico: para repartir riqueza, primero hay que GENERARLA.

ESO es lo que no ha entendido la clase política, menos los vividores izquierdistas emanados de la industria del chantaje, ellos son el vivo ejemplo de que repartir el dinero del estado para actividades NO productivas, no generan otra cosa más que enriquecimiento de lidercillos, pero jamás se abate la pobreza de las masas.

ES LA INVERSIÓN privada, la generadora de empleos y de IMPUESTOS, la única que realmente puede cambiar el rumbo del estado y el país.

PERO para atraer a grandes inversionistas, empresas gigantes que puedan generar empleos bien remunerados, sólo se podrá lograr en una entidad o un país con seguridad pública aceptable – 644 homicidios dolosos en la entidad oaxaqueña, en los meses que lleva JARA en el poder y ocupar el tercer lugar en feminicidios (Escaparate Político 10/agosto/2023), nos aleja de dicha seguridad– con gobernabilidad, con certeza jurídica. Las grandes empresas siempre se asientan en localidades donde puedan hallar personal capacitado, producto de haber recibido una formación educativa de calidad (una educación formativa, científica NO ideológica o enajenante como la que intenta sembrar en México la transformación de 4TA). En fin. Nada de lo que ofrece actualmente el gobierno de SALOMÓN JARA, réplica burda del MITÓMANO de Macuspana, revertirá el rezago social. La economía tiene reglas que desconoce el jarismo.

EL GOBIERNO debe entender que solo se alcanzará el desarrollo y el progreso con una sociedad independiente, autosuficiente, productiva. De una sociedad que vive de la dádiva gubernamental solo podemos esperar pobreza permanente.

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