Vorágine

TRAS LA LLEGADA de SALOMÓN JARA al poder, el cálculo era resolver ipso facto el problema de la basura, ese que le hicieron estallar al edil de Oaxaca, FRANCISCO MARTÍNEZ NERI y que nos ha generado un problema enorme y ante el cual, AL nuevo gobierno estatal NO le ha alcanzado la capacidad de negociación que permita destrabarlo ante una verdadera vorágine que generó el tema.

SEGÚN voces enteradas del municipio zaachileño, hubo línea tirada a RIGOBERTO CHACÓN, su edil, para cerrar el basurero y golpear rudamente con esto al gris de MARTÍNEZ NERI. El primero operó y lo hizo, hasta soñaba (al menos así lo vociferaba en pasillos del palacio municipal de Zaachila) que, con su acción, se había echado a la bolsa la Secretaría de Salud en el nuevo gobierno estatal.

AQUÍ empezaron las complicaciones, porque una vez que logró el cierre, la retahíla de excesos; nepotismo en su gobierno, la falta de obras y sus actitudes autoritarias crecientes (más cuando YA se sentía miembro del gabinete Jarista) desató enorme molestia en su Ayuntamiento e hicieron que, un grupo de regidores y colonos cerraran filas en su contra y cuando llegó la orden de reabrir el basurero, pues se quedó con las ganas y quedó mal con el objetivo de dar la solución “mágica” al problema de la basura que aqueja todos los oaxaqueños de los valles centrales.

Hoy con CHACÓN, NI los zaachileños tienen dónde depositar su basura, (al igual que en OAXACA de Juárez, vecinos de la localidad han ido a vaciar su basura a ese palacio municipal) los propios empleados de limpia de ese Ayuntamiento retiran los desechos que se generan en los mercados y la van a arrojar a tiraderos clandestinos dentro de ZAACHILA.

RIGOBERTO CHACÓN, hasta echó mano de líderes de la agencia Vicente Guerrero –que NO se encuentra dentro del polígono del tiradero de basura y por lo tanto no tiene vela en este entierro– para tratar de ir acercando al resto de agencias y colonias para la reapertura.

A MARTÍNEZ NERI, el regidor de Protección Civil de su Ayuntamiento, Rafael Rosas Herrera –el mismo que presuntamente está involucrado en la venta multimillonaria de plazas en el gobierno estatal gracias a su férreo control del sindicato de burócratas– le vendió la idea de sus buenas relaciones con actores importantes en el Ayuntamiento zaachileño y le pidió ser el interlocutor y quien condujera las negociaciones para destrabar el conflicto y de paso acrecentar sus bonos políticos ante el jarismo. Esto cuando todos vieron que CHACÓN había perdido el control en el problema de la basura.

NO OBSTANTE, a Rosas Herrera le falló su marrullería, pues al sentarse con los regidores zaachileños, hubo quienes conocían sobremanera su arte adulatorio y simplemente ignoraron su “negociación”.

Ni el equipo de JESÚS ROMERO ha logrado convencer a este grupo de clave, que, se comenta, están dispuestos a negociar y lograr la reapertura, pero al ver la moral socarrona de los enviados de ROMERO y de MARTÍNEZ, han optado por dar largas al asunto, en tanto NO haya gente lo suficientemente sería y con VERDADERA capacidad de decisión como interlocutores.

MIENTRAS MARTÍNEZ NERI, vende la idea de que la solución se halla en un nuevo predio –en un lugar distinto– del que ni permisos de impacto ambiental, ni consensos de avecindados, ha logrado en ya varios intentos (hasta un predio de SU familia ha querido vender). En ZAACHILA, estos regidores y colonos ya tienen avanzada la posibilidad, en conjunto con el Comisariado Ejidal de Zaachila, de que con la adquisición de 7 hectáreas de terreno más –aledaña a la zona del tiradero– se establezca una planta industrializadora de residuos sólidos (el mismo proyecto que rechazó tajantemente MARTÍNEZ NERI y el Guerrillero que se dice “secretario de gobierno” municipal) Con lo que se acaba el problema de contaminación debido al tratamiento ecológico de toda la basura y hasta de los lixiviados. Los zaachileños SÍ han entendido que este problema, con la moderna planta en comento, se resuelve y se vuelve dinero. Solo faltan interlocutores adecuados.

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