Así empezó la debacle
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Escaparate Político

Así empezó la debacle

 


Aunque el fin de la carrera política del aún presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Oswaldo García Jarquín está por cumplirse, vale comentar las causas y efectos de la debacle de una carrera política truncada por la irresponsabilidad y la frivolidad.

Cuando el efecto Peje catapultó al poder a este alcalde, inició una verdadera calamidad para nuestra capital que, aun así, sigue siendo catalogada como una de las ciudades más bellas del país.

Con todo y que las lluvias no han sido abundantes, la falta de mantenimiento de las calles hizo que se tornaran intransitables. Los baches que desaparecieron el pavimento han hecho de las vialidades rutas muy peligrosas. Por todos lados, los automovilistas que caen con sus unidades a los inmensos hoyancos tienen expresiones altisonantes contra la ineficiencia de la autoridad municipal. Esas actitudes de repudio, sin duda, se reflejarán en las próximas elecciones.

ACTITUD DEMENCIAL

Así será porque las manifestaciones de condena contra la irresponsabilidad municipal exhiben el hartazgo de la ciudadanía. Un ejemplo:

A finales del año pasado la Sociedad Civil expresó positivamente su enojo. Con el apoyo de la Cámara de la Construcción que llevó asfalto, taparon los socavones inmensos que impedían el paso en el Parque del Amor ¿saben cuál fue la reacción del edil García Jarquín?

¡Los amedrentó con un pelotón de policías municipales armados y les impuso una multa de varios miles de pesos por hacer lo que no quiere cumplir el gobierno municipal: tapar los baches!

Fue un exceso que raya en lo demencial. Los ciudadanos que presenciaron tal gansada apoyaron con gritos la iniciativa ciudadana y condenaron la presencia policiaca, pero de nada valieron los reclamos. Los uniformados los echaron del lugar y allí siguen los inmensos huecos provocando mentadas de madre, cuando menos.

AL REMATE

Algunos funcionarios municipales consultados aseguran a esta columna que el estado financiero del Ayuntamiento que encabeza Oswaldo García es de quiebra técnica. Sus engorrosos trámites burocráticos para captar impuestos no funcionaron en los primeros dos meses del año pasado. Vino la pandemia y la ciudadanía prefirió comprar víveres que pagar tributaciones. El gobierno federal -según me dicen- definitivamente le niega más recursos. La excesiva laxitud en el rendimiento de cuentas del dinero público que reciben los alcaldes es causa de severos recortes. No hay más dinero, les dice la federación. 

¿Saben cuál fue la reacción del presidente municipal García? recurrió a lo más cómodo. Quiso rematar terrenos propiedad del Municipio.

No pocos concejales, hasta los Morenistas, alzaron las cejas cuando les filtraron el punto de acuerdo del edil de marras. Proponía que el Cabildo le autorice el remate de 3 mil metros de terreno en la Avenida José Murat de Xochimilco. Es una zona de alta plusvalía por lo provoca sospecha que quiera malbaratarlo en mil pesos metro cuadrado.

En la sesión de cabildo de aquella fecha discutieron tal punto de acuerdo. La discusión fue muy ríspida porque el precio de remate despertó sospechas. La reunión subió de tono cuando propusieron también que el Cabildo aprobara el programa “Hoy no circula”. Una verdadera sandez cuando vemos que las calles de la ciudad están intransitables y no hay automovilista que se atreva a saltar sobre tantos baches a cierta velocidad. Eso, sin contar con lo intransitable que está el centro histórico atestado de vendedores ambulantes. 

OAXACA, EL CAOS

Los desatinos del presidente municipal Morenista Oswaldo García Jarquín, metieron a nuestra ciudad capital en un verdadero laberinto: Calles oscuras e intransitables con baches que semejan cráteres; un gobierno municipal en franca quiebra financiera y decidido a rematar el patrimonio de la capital. A esto hay que agregar la sedición que se incuba en la Policía Municipal donde los uniformados caen como moscas a causa del coronavirus. Se contagian al salir a cumplir sus tareas sin equipo de protección. Han muerto por la Pandemia cerca de 20 uniformados. 

¿Qué sigue? Nada hizo el edil por reencauzar su gobierno. Tantas pifias hicieron ver la posibilidad de que el peor concejal presidente que ha tenido Oaxaca de Juárez, fuera separado del cargo. Tal eventualidad empezó a configurarse a partir de dos yerros que colmaron el plato:

        1.- La represión policiaca contra un grupo de ciudadanos que, apoyados por la Cámara de la Construcción, tomaron la iniciativa de tapar algunos baches donde transitar ya es imposible. Cuando cumplían tan noble tarea llegaron los policías de Oswaldo. Los amenazaron con cárcel si insistían en la labor que le toca al presidente municipal hacer pero que no cumple. Muchos ciudadanos que se habían unido espontáneamente a la reparación de las calles que confluyen en el Parque del Amor, condenaron la represalia con gritos y rechiflas. La actitud intolerante del edil García se manifestó en el empeño de sus policías que hasta hicieron firmar al representante de la Cámara de la Construcción, una multa por más de tres mil pesos que tuvo que pagar. Insólito ¿una multa contra quien tapa un bache? Solo una autoridad municipal anodina se atreve a tanto. 

A esto hay que agregar varios puntos más, entre ellos la falta de transparencia en el manejo de los recursos municipales lo que le ha valido al Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez la designación de “municipio sospechoso” por parte del Órgano Superior de Fiscalización. Pero de esto hablamos mañana. 

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