Municipios, botín político

Las multimillonarias cantidades de dinero público que roba cada presidente municipal con gran impunidad es la causa de que hoy veamos verdaderas acciones mafiosas en elecciones de alcaldías que se rigen por el sistema de usos y costumbres.
Una decena de municipios entre ellos San Antonio de la Cal, San Sebastián Tutla, vivieron ayer momentos de terror donde, pese a la presencia -como florero- de la Guardia Nacional, hubo mucha violencia.
Con acciones cuasi delincuenciales, desde temprana hora inhibieron a los votantes de San Sebastián, arrojando por las calles volantes donde amenazaban a los vecinos del fraccionamiento El Rosario que acudieran a votar.
Pese a la intimidación muchos vecinos acudieron, pero grupos de golpeadores profesionales, algunos con pistola al cinto, disolvieron la asamblea e impidieron que los vecinos de El Rosario ejercieran su derecho a votar y ser votados. La asamblea fue boicoteada.
San Antonio de la Cal
El caso de mayor escándalo se dio en las elecciones en el municipio conurbado de San Antonio de la Cal donde, como dije en mi entrega anterior, los que ya saquearon insistieron ayer en imponer a un presidente municipal a modo con la intención de hacer lo mismo. Su estrategia fue descubierta por los lugareños que detuvieron a los operadores de la compra de votos y acarreo de sufragantes.
Los vecinos permanecieron vigilantes para nulificar la estrategia del candidato Porfirio Santos Matías de la Planilla Guinda. Dicen que representa los intereses de un grupo de poder, el de la familia Lagunas y de su operador Alfonso Esparza dueño del grupo “Integra” una empresa contable señalada de desviar recursos públicos municipales en muchos pueblos. Así lo hizo en San Antonio de la Cal en complicidad con Noé Lagunas Rivera cuando éste fue administrador municipal en el trienio pasado. Hoy intentaron llegar nuevamente al Ayuntamiento con la planilla Guinda a cargo de Porfirio Santos Matías, pero el pueblo se los impidió.
Comentan habitantes de San Antonio de la Cal que hace tres años el mismo Porfirio Santos, cuñado de Noe Lagunas, también fue candidato.
Relatan lo que vivieron la contienda electoral del 2016: Noé Lagunas con su operador y socio principal, Alfonso Esparza, con una bolsa de 8 millones de pesos reclutaron a un grupo numeroso de “caza votantes”. Al que iba con rumbo al palacio municipal a votar le ofrecían 300 pesos, una despensa y moto taxi para su traslado. Lo acompañaba un tercero que se cercioraba que el voto en el pizarrón fuera para el tal Porfirio Santos. En el mismo moto taxi lo llevaban a una casa donde recibía el soborno por el sufragio.
Este domingo fue diferente. Los vecinos, principalmente del casco municipal, se organizaron para pedir a los votantes “hacer conciencia al depositar nuestro voto, darle un voto a la planilla guinda sería condenar a nuestro municipio nuevamente al pillaje como sucedió con el administrador Noé Lagunas. Sería el retroceso, pero sobre todo contribuiremos al enriquecimiento de este grupo mafioso de poder que encabeza la planilla guinda”.

Incidentes
San Antonio de la Cal, por ser uno de los municipios conurbados más importantes, con un presupuesto de más de 40 millones de pesos anuales, es considerado auténtico “botín” por los grupos de poder incluyendo a los diputados.
Que se hayan inscrito once planillas no es cosa fortuita. Dicen los enterados que se trata de un auténtico complot cuyo objetivo principal es apoderarse del presupuesto como ocurrió con Noe Lagunas designado por el Congreso del estado como administrador municipal. En la trama participan hasta Gustavo Meixueiro presidente del Instituto Estatal Electoral quien, por encima de la autonomía del Consejo Electoral Municipal, ordenó inscribir la planilla de Juan Carlos Pascual quien fue rechazada en el pueblo por no cumplir con los requisitos,
Además de las numerosas planillas hubo connatos de violencia que obligaron, momentáneamente, a la suspensión de la elección. Los pobladores detectaron acarreo de votantes, compra descarada de votos, reparto de despensas, etc. Detectaron a media docena de hombres y mujeres que, sin ser vecinos de ese municipio, querían votar o llevaban sufragantes. La Policía hasta detuvo a un individuo que compraba votos con billetes falsos de 500 pesos.
Todo el desmadre está planeado, me dice, uno de los miembros del Consejo Electoral Municipal. El objetivo es que haya muchas impugnaciones a las que responderá “de inmediato” el IEEPCO para anular la elección y entonces, algún grupo de diputados propondrá un administrador municipal. El fin es el mismo, robarse el presupuesto.

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