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Club de pérfidos

 


A lo que devino el llamado Partido del Trabajo (PT) en Oaxaca. Además de ser una especie de negocio familiar que manejan Benjamín Robles, su esposa Maribel -ambos diputados- y su hijo mayor, ayer lo anunciaron también como un club de perjuros.

En los últimos dos días, el dueño del PT en Oaxaca anunció con bombo y plantillo la inclusión en este negocio, digo partido, de finísimas personas como Lenin López Nelio y Jaime Castellanos del Campo. Son dos aprendices de políticos que, a pesar de su juventud, acumulan muchas imprudencias en su vida pública, por decir lo menos.

Observadores del comportamiento político de los que maneja el citado partido en Oaxaca, ni se sorprenden del reagrupamiento de personajes tan distinguido. Dicen que son “tal para cual”. Tanto Benjamín Robles como a sus dos nuevas adquisiciones, han acumulado en su trayectoria política tantas perfidias que les han colgado al sambenito de “consumados traidores”.

De inicio recuerdan que Benjamín Robles, por su actitud artera, traicionó a su primer partido, el PRI en Michoacán, y a los que le dieron la oportunidad de incursionar en la función pública. En aquella entidad se ganó el mote de “cara sucia”.

En Oaxaca, le tendió la mano Gabino Cué Monteagudo quien pasará a la historia como el gobernador ladrón más contumaz que haya padecido Oaxaca en los últimos tiempos. Aunque caminaron ambos de la mano e hicieron fructificar el proyecto “Gabino gobernador”, Benjamín Robles, terminó por traicionarlo. Después de que asumiera el papel de vicegobernador de facto, con poderes ilimitados que le permitió Gabino, terminó por traicionarlo. Hasta la fecha es su crítico más severo. Al conocer la noticia de que en el Congreso local archivaron la petición de juicio político contra Gabino, anunció que como diputado federal insistirá sistemáticamente para que el ex gobernador de Oaxaca sea enjuiciado.

 

De la misma laya

Volviendo al dicho de “tal para cual”, hagamos un breve recorrido del itinerario de Jaime Castellanos del Campo en la función pública. Al final, concluiremos que, ciertamente, también ha traicionado a los que le han tendido la mano.

En la campaña del priista y expresidente municipal Javier Villacaña, Jaime fue contratado como operador de las redes sociales para impulsar al PRI y a su candidato. Dicen que entregó buenos resultados.

En la presidencia municipal lo premiaron con el cargo de Desarrollo Económico con un salario de 60 mil pesos mensuales. Esta cantidad no llenaba sus ambiciones y empezó a despotricar contra el alcalde. Tuvo el atrevimiento de abandonar más de un mes el cargo en irse a Chile donde presumía una vida despilfarradora. Cuando la contraloría detecto que sus gastos personales los pagaba el municipio de Oaxaca de Juárez, fue cesado.

En su breve incursión en el gobierno municipal hizo fama por sus constantes francachelas y fue objeto de burla a través de las redes sociales.

Armó tremendo escándalo al retar a golpes, vía redes, al propio presidente municipal y luego, confabulado con el arquitecto Juan José Ramírez Narcia y Maximiliano Ortíz Jiménez, intentaron chantajear al presidente municipal Villacaña.

Con el argumento de que ellos eran los dueños del proyecto original para la remodelación del mercado “Benito Juárez”. Intentaron extorsionar, mediante amenazas públicas, a las autoridades municipales para que les pagaran 8 millones de pesos que, según los presuntos extorsionadores, era el costo del proyecto.

El chantaje no fructificó, pero finalmente, exhibió el temperamento traicionero de Jaime Castellanos contra Javier Villacaña quien, en su momento, le permitió incursionar en un alto cargo público.

En la misma dinámica del golpeteo político, Jaime Castellanos del Campo se registró como candidato “independiente” a la presidencia municipal en las pasadas elecciones. Su aventura fue un fracaso total.

Al final, sus tropelías no quedaron impunes, Fue denunciado penalmente por lo que estuvo en prisión como presunto responsable de extorsión. El exconvicto, según actas ministeriales, llegó al grado de amenazar por teléfono al entonces presidente municipal y advertirle que su nieto “podría sufrir consecuencias”. Fue arrestado en julio del 2016.

Cuando la detención de Castellanos del Campo, los medios dieron cuenta de que contaba, al menos, con cuatro averiguaciones penales más en su contra.

Pero eso nada importa. Hoy es uno de los altos funcionarios del PT más sobresalientes, a pesar de sus antecedentes.

 

López Nelio

Desde sus inicios en la COCEI en Juchitán, Lenin López Nelio se ha identificado por su trayectoria política maromera. Cambiar de partido sin el menor signo ideológico, lo señala como un político oportunista, maniobrero.

Su última “gracia” fue la trampa que intento en el maratón de la Ciudad de México, el año pasado.

Aunque era Directivo del PRD fue sorprendido por los llamados “caza tramposos maratón CdMx 2017”, en el momento en qué decidió “cortar camino” en la carrera de 42 kilómetros. Fue detectado, junto con otros tramposos y exhibido en las redes sociales.

Este es el signo de los distinguidos personajes que maneja el llamado partido del trabajo en Oaxaca.

 

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