Es nuestra última oportunidad: quédate en casa
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Opinión

El hombre y su palabra

Es nuestra última oportunidad: quédate en casa

 


Hace unas semanas, no nos imaginábamos que el virus llegaría a nuestro país, no hay de que alarmarnos, decíamos. Con el transcurso de los días, nos fuimos enterando cómo se iba expandiendo por el mundo, ni los países más sólidos, económica y políticamente pudieron hacerle frente y hoy sus sistemas de salud están rebasados.

Conociendo su potencial, los técnicos del gobierno federal han intentado equilibrar el impacto del Covid-19 en la salud y economía de millones de mexicanos. Esto para nada es fácil.

Frenar drásticamente la actividad económica antes de que empezara el contagio comunitario, no hubiera evitado lo último. Lo ha recalcado el subsecretario Hugo López-Gatell, si se hubieran suspendido antes de tiempo las actividades, cuando apenas se detectaron los primeros casos, los principales afectados serían aquellos que a diario se ganan su ingreso: los trabajadores informales, los pequeños y medianos negocios.

En los países asiáticos y europeos, se ha visto que no se puede detener el incremento del número de contagiados, es imposible. Las naciones apuestan por frenar la velocidad de contagio, de tal manera que el numero de contagiados se extienda en el tiempo y no se saturen los sistemas de salud.

El sábado pasado, con un tono enérgico, el subsecretario Hugo López-Gatell mandó un mensaje contundente a las mexicanas y mexicanos: “es nuestra última oportunidad”. Y es que hemos cumplido el primer mes desde que se detectó el primer caso de coronavirus. En otros países, el segundo mes ha sido fundamental el actuar del gobierno, las empresas y la sociedad; mientras incrementaron rápidamente el número de contagios, otros lograron aplanar la curva.

¿Dónde queremos estar nosotros? Podemos elegir entre la situación alarmante en la que se encuentran Estados Unidos, Italia y España, o podemos aplanar la curva como lo hicieron Bélgica y Corea del Sur.

Seguramente, nuestra primera queja es que México no es igual a esos países, es cierto. Pero las medidas han sido más o menos las mismas, se enfocan en el aislamiento social.

De acuerdo con López-Gatell, han detectado que la movilidad social ha disminuido solo en 30%. Con esto, es imposible aplanar la curva de contagios, mucho menos evitamos que en las próximas semanas los hospitales se encuentren saturados. No estamos siguiendo las recomendaciones.

Lo anterior tiene varias explicaciones, aquí quisiera detenerme en tres: la primera es el individualismo, muchos por ser jóvenes creen que el virus no les afectará, por lo tanto no ven la necesidad de estar en cuarentena; la segunda es la informalidad laboral, la mayoría de la población ocupada se encuentra en la informalidad, por ende no cuentan con protección para este tipo de contingencia, incluso los que sí están laborando en el sector formal, no han tenido las facilidades para estar en casa; y tercera, la desinformación, algunos consumen y reproducen la idea de que esto es una mentira y que no pasará nada, en cambio, otros alimentan la idea de que los mexicanos somos seres especiales o que contamos con remedios caseros efectivos.

Tenemos que combatir cada idea y práctica que solo empeoran la situación de nuestro país. Siempre debemos pensar y actuar por los demás, es lo que ha permitido el desarrollo de la sociedad, el egoísmo de muchas personas podrá hacer que sus familiares se encuentren en una situación de salud grave, incluso mueran, y nadie quiere eso.

Sobre la informalidad laboral, es necesario que el gobierno implemente apoyos económicos para los grupos más vulnerable, con esto se garantizará su ingreso en esta época tan adversa. Asimismo, el gobierno debe presionar a las empresas para que disminuyan en número de trabajadores en las oficinas y fábricas. Claro ejemplo de una empresa que no está siguiendo las recomendaciones del gobierno es Grupo Salinas, quien ha priorizado sus ganancias económicas por encima de la vida de sus empleados.

Los mexicanos, al igual que el resto del mundo, pueden contraer el Covid-19. Incluso, en nuestro país, el porcentaje de población que puede estar en una condición grave es superior que el resto del mundo, debido a la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad. También debemos tener muy claro que no existe un tratamiento efectivo al Covid-19, por tal razón es indispensable seguir con las recomendaciones de distanciamiento social.

Hoy más que nunca, necesitamos estar unidos y ser solidarios con los demás. Evitemos salir de nuestras casas y si tenemos la necesidad, cumplir con la sana distancia. Acciones tan sencillas marcan la diferencia en este momento. Ojalá que las mujeres y hombres de esta época tengamos la conciencia y la responsabilidad que nos exige la coyuntura.