Malogrado
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Opinión

El Crematorio

Malogrado

 


A través de la historia da pena como seres humanos acaban su vida, sucumbiendo ante los vicios que son correlativos al poder y más a los juniors, hijos de padres pudientes que en su demasía corrompen o echan a perder a sus hijos y los ejemplos abundan, pues servidores públicos se enferman rápidamente “del mal del ladrillo” que se suben a un ladrillito y se marean de vanidad, soberbia y prepotencia, se rodean de guaruras, camionetas último modelo, olvidándose de servir al pueblo quien es el que paga y manda para procurar el bienestar popular, siendo esto al contrario pues el pueblo es quien paga siempre los platos rotos, ellos se sirven del poder para llenarse los bolsillos de recursos del erario público, pero les gana la ambición y la corrupción se impregna de ellos, propiciando una atonía generalizada sin obras, ni desarrollo, es decir sin progreso alguno, solo amasando fortunas mal habidas que generan nuevos ricos, haciendo al pueblo más pobre y llenándolo de resentimiento.

Los ejemplos abundan, pues nunca segundas partes fueron buenas, tanto en las monarquías, dictaduras, se ve la misma película, los príncipes nunca superaron a los reyes, los hijos de los dictadores se eclipsaron y en México lo vimos con los hijos de los ex-presidentes, ninguno sobresalió políticamente pero sí salieron muy buenos y finos para los negocios de procedencia explicable, aquí en Oaxaca vemos a familias muy ricas venidas a menos por la mala administración y cabeza de los sucesores, en política lo observamos con los hijos de algunos ex-gobernadores que no siguieron sus mismos pasos y políticos que metieron a sus hijos a la política porque no fueron buenos para el estudio pero sí para hacer negocios. Tal es el caso del malogrado Munícipe de la Ciudad Capital Oswaldo García Jarquín, quien con sus excesos etílicos acabó con una carrera que pudo haber sido brillante y promisoria y porqué no decirlo hubiera sido un extraordinario candidato a la gubernatura del estado.