Un plato
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Opinión

El Crematorio

Un plato

 


De las incontables y múltiples promesas que Andrés Manuel López Obrador ha hecho a lo largo de su agitado y controvertido mandato constitucional, están las que más afectan al pueblo de México, o sea, a la gente más pobre del país, que cada vez nos aleja del paraíso prometido, no aumentan las tarifas de agua, electricidad, gasolina, etc, etc., y, por otra parte, acabar con la impunidad y la corrupción, así como, devolvernos la paz y la tranquilidad, creando un clima propicio para el desarrollo del país. Dichas promesas que están muy lejos de alcanzarse, han debilitado la figura presidencial.

Una de las que más afecta al grueso del pueblo, son las altas tarifas de consumo de energía eléctrica que cobra la COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD,  que no solo han aumentado, sino aterrorizado a los más pobres del país, y más en esta pandemia, que nos ha confinado de forma  voluntaria por el COVID-19, decreciendo totalmente la economía nacional, cobrando un servicio caro y malo. Los apagones y altibajos de la corriente eléctrica están a la orden del día, afectando los  aparatos electrodomésticos y demás, nadie se hace responsable, ni mucho menos reparan. Sin hablar del terrorismo que CFE  ejerce hacia el consumidor con el cobro del recibo de luz, y sin oportunidad de pedir prórroga para el pago del mismo, amenazando impunemente a través de su departamento jurídico o sus apoderados legales o, lo que es peor, el corte del suministro sin previo aviso. 

Dónde quedaron las promesas de campaña de bajar los precios: a la canasta básica y a los servicios esenciales (luz, agua, gasolina, impuestos) etc., que cada vez disgustan al pueblo y lo alejan de su mesías, quien miente a mansalva sin importar la desconfianza en que sume a sus seguidores, pues de lengua se come un plato.