Siguen invasiones
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Editorial

Siguen invasiones

 


A pesar de que en el discurso se insiste en la recuperación de los ríos que cruzan nuestra capital, en los hechos la invasión y contaminación a todos ellos sigue sin que nadie logre frenarlos. De poco o nada sirve que existan dependencias como Profepa, Conagua o Semarnat, pues se siguen presentando. Ahí está el caso del río Atoyac, donde una de sus laderas ha sido “expropiado” por sindicatos de transportistas que han rellenado el espacio a la altura de las bodegas de fruta del Mercado de Abasto para el estacionamiento de camiones de carga.

Ante la ausencia de Estado de Derecho, muchos aprovechan tal situación para seguir agrediendo a los afluentes que secos por la intensa sequía que se registra y la ausencia de lluvias, se han convertido en terreno fértil para apropiarse de estos espacios.

Rescatar los ríos es una imperiosa tarea donde se tiene que luchar contra la contaminación y ahora contra la presencia del hombre a través de quienes pretenden arrebatarle su espacio a cada uno de ellos.

Sin duda existe una notable participación de la ciudadanía que emiten propuestas para buscar solución al problema de contaminación en el río Atoyac, pues cada día que pasa va en aumento la contaminación. Tanto por los desechos que tiran en el lecho como por las aguas negras que se siguen arrojando por parte de diversos asentamientos humanos, los cuales provocan severos problemas en el medio ambiente.

Actualmente no solo se trata de detener y evitar que el Atoyac siga recibiendo descargas de agua residual de drenaje, residuos industriales y de lixiviados por los desechos que se sigan arrojando de manera indiscriminada. También evitar que su lecho sea agobiado, detener la extracción de material pétreo, la cual impide que el agua sea filtrada y por lo tanto resulta más difícil su recuperación natural, ante lo cual se ha solicitado la intervención de las autoridades del ramo, desde estatales como federales y municipales, sin que hasta ahora haya tenido éxito.

 

Rescatar la ciudad

 

Ante la necesidad de cuidar y conservar el Centro Histórico de la Ciudad debido al creciente deterioro por las agresiones a edificios y monumentos, así como la apatía de las autoridades, se debe generar conciencia en la ciudadanía, promover el respeto y cariño por el patrimonio edificado. Es urgente refrendar el compromiso de promover la riqueza cultural, acercar las manifestaciones artísticas a los habitantes de las 13 agencias y rescatar los espacios públicos, así como tradiciones y costumbres.

Es la sociedad la que debe salir en defensa del patrimonio, de la protección y cuidado de la ciudad que día a día es agobiada por diversas expresiones. Son sus habitantes quienes deben cuidar y proteger plazas públicas porque es un espacio para las familias y son parte del patrimonio cultural de Oaxaca de Juárez, así como todos los inmuebles históricos que han dado identidad a nuestra capital.

Si las autoridades no lo hacen, por desidia, apatía o negligencia, los ciudadanos deben encabezar las acciones de rescate, limpieza y mantenimiento. Ahí se encuentran olvidadas los jardines, los espacios públicos, monumentos que se encuentran en la Calzada de la República, las fuentes y muchos otros más.

Rehabilitar inmuebles en malas condiciones ya que un 90 por ciento se puede apreciar diversidad de flora que brota en las azoteas y fachadas, lo que representa un verdadero peligro para los transeúntes. Algunas presentan cuarteaduras por la hierba que crece en sus paredes, y que alojan a comercios y oficinas. Hasta hace poco, más de 80 viviendas catalogadas se encontraban en mal estado, de las cuales 40 representaban un peligro latente para los ciudadanos.

Hoy, vecinos y peatones exigen a las autoridades municipales y dependencias federales acudir al rescate de los inmuebles en mal estado que existen en nuestra ciudad, y delimitar las zonas de riesgo para evitar accidentes de quienes transitan por esas calles.