Mayor erosión
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Opinión

Editorial

Mayor erosión

 


Las cifras derivadas de las evaluaciones de los recursos naturales son reveladoras: 36% de los suelos presenta procesos severos de degradación; cada año se pierden alrededor de 380 mil hectáreas de vegetación forestal; la salinización afecta a casi un 10% de la superficie agrícola irrigada en el país.

Más allá de la problemática ambiental, la degradación de tierras conlleva agudos problemas sociales y económicos, entre ellos, la pérdida de rentabilidad vinculada a la degradación de los recursos naturales que se suma a un contexto globalizado cada día más adverso a los campesinos.

El modelo de desarrollo agrícola intensivo fue útil durante 40 años, pero es insostenible para el largo plazo, por ello se pretende reducir la degradación del suelo con base en un modelo de gestión territorial encauzado al fortalecimiento de las instituciones locales. Con lo cual se pretende desalentar la migración forzada asociada al desempleo por la improductividad de las tierras, ya que las mujeres se quedan frente a predios agropecuarios degradados, enfrentan la carencia de alimentos y los costos de restauración.

Para ciertas regiones del país, como el Altiplano Potosino-Zacatecano, o la Mixteca Poblano-Oaxaqueña, los problemas de degradación de tierras y la falta de alternativas no agrícolas de ingreso, han originado una fuerte y permanente corriente migratoria que año con año expulsa a más pobladores rurales a los centros urbanos de México o del extranjero o los vuelca hacia actividades ilícitas pero lucrativas.

Actualmente se observa el fenómeno de la migración climática, por lo que ante la severidad del problema, en México se ha incrementado el entendimiento de la degradación de tierras, su dinámica y consecuencias, lo cual ha permitido una serie de avances en diferentes aspectos que permiten contar ahora con un mejor escenario.

 

Reciclaje

 

En nuestro estado existe un sinnúmero de tiraderos a cielo abierto y rellenos sanitarios que ya son obsoletos y que se deben de reemplazar por opciones más avanzadas desaprovechadas para manejar nuestros residuos en una cadena de reciclaje y rehuso. La falta de un sistema funcional de recolección de basura, leyes que promuevan la separación de residuos y la incipiente conciencia ambiental entre los ciudadanos, figuran como causas del atraso en el reciclaje de residuos.

Por ello es necesario mantener un fuerte impulso en tareas de separación de basura y adquirir una mayor conciencia de que enfrentar su manejo y no volver a encarar situaciones como las que se han vivido en la capital del estado. En Oaxaca este ejercicio es incipiente y requiere de impulsos por parte de los gobiernos y las instituciones, ahondar en esta cultura en todos los estratos sociales, pues hasta ahora han sido esfuerzos dispersos que no han trascendido.

Cuando se haya consolidado un sistema de manejo de residuos permitirá reducir hasta en un 50 por ciento el volumen de desechos que diariamente se lleva a los rellenos sanitarios, fomentando la incorporación de diversos subproductos a cadenas de reciclaje. Existen experiencias de que sí se pueden alcanzar tales objetivos, pues en el pasado se pudo trabajar con organizaciones de locatarios que entendieron que separar la basura y el reciclaje forma parte de una nueva forma de vida.

Reciclar ofrece múltiples ventajas, aunque pueden resumirse en que conserva los recursos naturales y reduce la sobreexplotación de materias primas protegiendo así los hábitats. Contribuye además a economizar la energía, ya que los productos reciclados prescinden de varios pasos imprescindibles en el proceso de fabricación. Es decir, se necesita mucha más energía para extraer, refinar, transportar y procesar materias primas que para transformar materiales reciclados ya disponibles.