Pobreza
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Opinión

Editorial

Pobreza

 


A pesar de los esfuerzos que se han realizado en nuestro estado y en todo el país, la pobreza sigue campeando porque no se ha logrado alentar un desarrollo económico sostenido que ayude a generar inversiones y más fuentes de empleo permanentes y bien remuneradas

Los programas sociales en los últimos 20 años sólo han contenido la pobreza y no la han abatido, por lo que se requiere rediseñarlos para hacerlos efectivos, y que un crecimiento sostenido y vigoroso es el camino más eficaz para combatir este problema. Un país crece porque tiene proyectos e inversión y más que las reformas, falta tener claro cuál es el proyecto de país que se quiere a mediano y largo plazos para que se pueda estar invirtiendo.

Sobre todo porque la pobreza aumentó debido al crecimiento económico mediocre que no alcanza para dar más ingresos a los pobres, y mientras el Gobierno no sea capaz de generar un crecimiento mayor y más estable, esta cantidad seguirá en aumento. Oaxaca es uno de los estados con mayores desafíos en materia de pobreza y marginación y con cuya población demanda un verdadero compromiso.

Ante el reto de que en nuestro país siete de cada 10 personas que nacen en situación de pobreza se quedan así toda su vida, es necesario repensar la política social para enfrentar los problemas sociales y políticos que hay en el país. Las fallas en las políticas públicas y en la estrategia económica por parte de las autoridades son las principales causas de que el número de pobres en México sigan siendo constantes.

Reducir la pobreza de manera estadística es muy sencillo para los gobiernos a través de dar subsidios transitorios a los ingresos, pero esto no resuelve el problema estructural de los pobres y la única manera de hacerlo es generando empleos permanentes y bien remunerados, lo cual solo se logra con crecimiento mayor y estable. Es indudable que el principal problema que explica un mayor número de pobres es la falta de creación de empleo con ingreso adecuado porque se crece poco y eso es insuficiente para generar los empleos que se requieren.

 

Impunidad

 

Los oaxaqueños demandan seguridad física y patrimonial, tanto para la vida diaria porque todos salen a trabajar, tienen hijos en la escuela y quieren un ambiente sano, lejos de la violencia, como por ser un elemento indispensable para alcanzar progreso y desarrollo.

La irrupción de delincuentes en casas habitación plazas comerciales y en nuestras calles, hasta donde han llegado para crear un clima de violencia, no puede ni debe quedar en la impunidad. Es necesario erradicar de tajo esta actitud con que muchos dirigentes de organizaciones actúan, sin temor a ser aprehendidos para rendir cuentas ante la justicia por la serie de ilícitos cometidos.

Esta situación que cada día irrita más a los oaxaqueños se debe combatir con la aplicación estricta de la ley, pues debido a su impuntual ejercicio aumenta el descontento entre la población que demanda el respeto de sus garantías.

En momentos en que la delincuencia parece ganar la guerra a los gobiernos es importante sumar esfuerzos, instituciones y sociedad, para impulsar resultados concretos, pues al margen de los atracos cotidianos, es necesario desalentar la presencia de líderes de organizaciones sociales que han encontrado en la impunidad la mejor manera de cruzar la línea de la demanda social a la delincuencia.

Hoy no se puede entender la gestión pública sin la participación de la sociedad civil, que impulse y alimente la cultura de la legalidad como la vía para frenar la violencia, la inseguridad, la impunidad y la corrupción en México. Si bien los gobernados deben cumplir la ley por convencimiento, la autoridad está emplazada a que con sus acciones ponga el ejemplo.

Hay que modernizar, capacitar y recuperar a la policía, que es una institución decisiva para la prioritaria lucha contra el crimen organizado; fortalecer la justicia; reformar el pésimo sistema penitenciario; reducir la tenencia de armas cortas y al mismo tiempo, pasar del enfoque sólo policial del problema a uno más amplio que responda a su complejidad.