Déficit en alimentos
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Editorial

Déficit en alimentos

 


Si bien México es el quinto productor de maíz más grande del mundo y este cultivo representa casi una tercera parte de la producción agrícola nacional, lo cierto es que no cuenta con seguridad alimentaria, ya que no puede producir suficiente maíz para alimentar a su población. El rendimiento promedio de maíz a nivel nacional es de 3.17 toneladas por hectárea, lo que está 38 por ciento por debajo del promedio mundial.

Nuestro país es el centro de origen del maíz como cultivo, pero la producción no ha podido crecer debido a la oposición de organizaciones no gubernamentales que han impedido que los agricultores mexicanos tengan acceso a mejores opciones contra las plagas que destruyen los sembradíos de maíz como el gusano cogollero, el gusano elotero y el gusano trozador.

En nuestro estado se debe trabajar para dejar de ser deficitario en los principales productos como son maíz, frijol, arroz y pecuario. Trabajar es la reproducción y siembra de maíces nativos, debido a que la entidad oaxaqueña es centro y origen de este producto, y se tiene 35 razas de 60 registradas a nivel nacional.

Son precisamente los maíces nativos los cuales ante el cambio climático, darán la certeza al mundo en la alimentación a base de cereales, porque es el maíz el único cereal que se produce tanto al nivel del mar como a las grandes altitudes de hasta tres mil metros sobre el nivel del mar. Además de ser resistentes a las sequías, también los son a las bajas temperaturas, excesos de precipitación, plagas y enfermedades.

De ahí que se promueva un nuevo modelo de extensionismo rural enfocado en la innovación y transferencia de tecnología para lograr mejores condiciones de producción y de bienestar entre los productores sus familias. México es el duodécimo productor de alimentos en el mundo, pero no es autosuficiente en productos básicos.

 

Sigue violencia

 

La violencia de la pareja ocurre con mayor frecuencia entre las mujeres que están o han estado casadas o unidas, pues se estima que por cada 100 mujeres casadas, unidas, separadas, divorciadas o viudas, 47 ha vivido situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual durante su actual o última relación marital o de cohabitación. La propia naturaleza e intencionalidad de las agresiones físicas, permite hacer una aproximación a la severidad de la violencia infligida contra las mujeres por parte de sus parejas.

Se considera como violencia física moderada sólo a un acto violento como empujones, jalones o que le haya aventado algún objeto. La violencia física grave, es una combinación de golpes con las manos o con algún objeto, junto con otras agresiones físicas como empujones, que la haya amarrado o pateado.

Se clasifica como violencia física muy grave o extrema, aquella que directamente puso o pudo poner en riesgo la vida de la mujer, como el intentar ahorcar o asfixiar;  agresiones con cuchillo, navaja o con arma de fuego, junto con otras agresiones físicas.

Los datos que dan cuenta de la violencia ejercida por el actual o último esposo o pareja, indican que las agresiones más ampliamente experimentadas por las mujeres son las de carácter emocional, ya que el 40.8% ha sido sometida -al menos una vez a lo largo de su relación- a insultos, amenazas, humillaciones, intimidación y otras ofensas de tipo psicológico o emocional.

A éstas les siguen las de tipo económico, tales como el control o el chantaje, mientras que las agresiones corporales y sexuales se ubican muy por debajo de aquellas.

Las agresiones de mayor gravedad como las físicas y las de carácter sexual no ocurren como actos aislados, regularmente se presentan acompañadas de otras agresiones y aún cuando la violencia emocional y la económica son las más extendidas en las relaciones de pareja. La física y la sexual la sufren en menor medida; así se observa en el caso de la violencia emocional, existen o han existido otros tipos de agresiones de tipo económico, físico o sexual.