Otra efeméride
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Opinión

Editorial

Otra efeméride

 


Con certeza, hoy el llamado Cártel 22, se apresta para recordar con marchas o arengas, el 17º aniversario del desalojo del Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, que el magisterio, ya infiltrado por grupos radicales había mantenido en dicha área citadina desde el 22 de mayo de 2006. Ante la cerrazón de su dirigente Enrique Rueda Pacheco de triste memoria, la acción del gobierno a cargo entonces de Ulises Ruiz, de proceder a desalojar y limpiar dicho espacio citadino dio pie a que iniciara una de las afrentas más ominosas que haya en la memoria colectiva de los oaxaqueños: el llamado movimiento político y social del 2006, encabezado por la tristemente célebre Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO). Desde este día, manejados por radicales y enfermos del infantilismo de izquierda, iniciaron una ofensiva a través de barricadas, petardos, amenazas a la sociedad civil y revirtiendo el clima de libertades, teniendo como eje de la protesta, deponer al gobierno de Ruiz Ortiz, pero llevándose entre los pies al pueblo inerme.

Fue este día cuando Oaxaca se convirtió en vertedero de grupos nacionales y extranjeros que previeron, falsamente, que aquí sería el laboratorio de la revolución del Siglo XXI. Hubo periodistas de medios de la Ciudad de México que, asumiéndose corresponsales de guerra, publicaron libros en ese sentido. Sin embargo, para los medios locales que conocían a fondo las debilidades y excesos del magisterio, no fue tal. Se trató de una asonada manejada por enemigos políticos del ex gobernador Ulises Ruiz, quienes financiaron debajo de la mesa los atropellos contra la sociedad civil, el comercio establecido y el orden constitucional, de la APPO, encabezada por Flavio Sosa Villavicencio. Pocos, muy pocos fueron sorprendidos con la postura de verdaderos mercenarios que cobraron bien, golpeando a la ciudadanía inerme. Dicho movimiento fue local, jamás permeó a nivel nacional, justamente por su propuesta sesgada y controvertida.

El magisterio afiliado a la Sección 22 del SNTE se sigue perfilando hasta el día de hoy como un ente irresponsable, fanatizado, politizado, ajeno totalmente a las tendencias actuales de la educación que imparte el Estado. Lo que hemos vivido como sociedad en los últimos días es un ejemplo de la pérdida total de la base social de apoyo que algún día tuvo, para devenir un gremio convenenciero, mercenario y trepador, que sólo sabe vivir con la mano alargada, al tenor de dirigentes enfermos del infantilismo de izquierda.

 

Dengue: Sin campañas de prevención

 

Estamos ya en pleno período de lluvias, además de calores extremos que permiten que se incuben insectos nocivos como el mosco aedes aegypt, cuyo piquete produce el dengue, mal que al ser descuidado puede convertirse en hemorrágico y cuya gravidez puede provocar la muerte. Hace sólo unos días, trascendió el fallecimiento de una persona por dicho mal, lo cual hace suponer que no tuvo los cuidados oportunos de parte de los servicios médicos institucionales. Se trata de una enfermedad tropical que genera dolor de cabeza y cuerpo, la cual debe ser tratada con ciertos medicamentos para no devenir un mal mayor, previos análisis clínicos para detectar que efectivamente el mal sea producido por vectores. En la entidad, según lo hemos informado en nuestras páginas, hay decenas de casos que han sido registrados por los Servicios de Salud (SSO).

¿Cómo evitar la proliferación de moscos, sobre todo en zonas rurales o urbanas, de clima cálido húmedo o en donde la ciudadanía no sabe del peligro que se cierne sobre su cabeza con este mal? Uno de los factores que incide es la prevención, previa información sobre el qué hacer. Y es que, si bien el gobernador Salomón Jara ha tomado a la salud de los oaxaqueños como prioridad en su programa de gobierno, hasta este momento no se sabe de campañas desplegadas por los SSO para promover la destrucción de cacharros, llantas, depósitos de agua sucia y estancada, que es en donde se incuban y desarrollan las larvas del mosco. En regímenes anteriores, a estas alturas ya se habría desplegado una campaña publicitaria para llamar a la conciencia ciudadana y prevenir no sólo el dengue, sino enfermedades similares como el sika o el chikungunya.

Dice la conseja popular que para evitar males mayores lo mejor es prevenir. Sin embargo, ni campañas publicitarias necesarias, mucho menos brigadas médicas para orientar en el interior del estado y en agencias y colonias de la capital, menos aún para fumigar. Desde hace tiempo los vehículos que dispersan vapores para ahuyentar o matar al mosco, han dejado de circular, al menos en la capital. Tal parece que las áreas respectivas de los SSO sólo están empeñadas en acomodarse en los nuevos escenarios de la Primavera Oaxaqueña que en cumplir medianamente con su responsabilidad institucional. Esto es, los responsables, desde la titular hasta los directores de las áreas correspondientes, no han actuado como las circunstancias obligan.