No más improvisaciones
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Opinión

Editorial

No más improvisaciones

 


El tema es abordar al turismo como lo que es: la industria sin chimeneas, una vertiente económica de la que viven miles de oaxaqueños. Un rubro económico que bien planeado, con estrategias viables, puede convertirse en un eje importante del desarrollo económico de la entidad, habida cuenta de que la naturaleza nos ha otorgado bienes naturales y nuestros ancestros, destinos culturales de los que pocas entidades en el país se pueden jactar. Sin embargo, dicha industria aún incipiente en Oaxaca, requiere del apoyo del gobierno; de una buena conducción desde la dependencia que la tiene a su cargo, para cumplir la divisa del gobernador Salomón Jara, en el sentido de hacer de nuestro estado un destino de orden mundial. Por ello, es lamentable que no sea sólo la titular, que es la cabeza, con su serial de desatinos, sino la misma dependencia, la Secretaría de Turismo, quien vaya a seis meses de iniciar esta administración dando bandazos y sin estrategias para apuntalar esta industria tan noble.

Uno de los puntos que mucho le criticamos al gobernador Salomón Jara al iniciar su gestión fue ubicar al frente de la mayor parte de las dependencias claves de su administración a activistas no servidores públicos con conocimiento y capacidad; a incondicionales del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no a expertos en los rubros y temas de gobierno. Pese a la buena voluntad y propósitos de Jara Cruz de cifrar la transformación y hacer un gobierno diferente, la conformación de un gabinete con bisoños e inexpertos, sólo le habrán de ocasionar dolores de cabeza y descalabros. Insistimos: no es lo mismo ganar elecciones que gobernar. La mayor parte de sus funcionarios no están atendiendo sus funciones, con la idea de que en breve llegarán las definiciones para senadurías y diputaciones federales. Y en ello están empeñados.

Hemos dicho en columnas que la titular de la Secretaría de Turismo, Saymi Adriana Pineda Velasco, trae el Santo de espaldas, pues nada le sale bien, sino que, al contrario, a cada paso muestra su ignorancia e inexperiencia. Y diversos medios impresos y digitales, locales o foráneos, le han apuntado sus tropiezos, como el último, de convocar a un curso de capacitación “al estilo Disney”, que no sólo le valió el escarnio mediático, sino que el mismo gobernador le enmendara la plana, para decirle que los oaxaqueños no queremos modelos extraños, pues tenemos mucho que aportar al turismo.

 

Verificar excesos

 

En una entrevista reciente, el gobernador Salomón Jara sostuvo que no permitirá actos de corrupción en su administración y que quien incurra en dicha práctica no tiene cabida en su gobierno. Se trata, sin duda alguna, de una advertencia y nos recuerda la que hizo en diciembre de 2016, el ex gobernador Alejandro Murat, al inicio de su gestión, teniendo frente a sí el terrible saqueo del erario que se dio con su antecesor, Gabino Cué. Es un hecho irrebatible que Oaxaca es como una tierra de conquista que, quien llegue a gobernar, de no tomar las providencias necesarias dejará el arca abierta de los recursos públicos para que sus colaboradores hagan lo que gusten. Esto es, no hay una mano enérgica que les impida saquear, echarse en el bolsillo millones y millones o, en otro caso, pasarse la ley por debajo de las piernas para licitar obras sin el cumplimiento de la norma, cobrar comisiones o moches, sin rubor alguno. Oaxaca pues, arrastra un mal fario. Somos un pueblo pobre pero expoliado a placer por sus gobiernos. Y ello se da en los dos niveles: estatal y municipal.

En la actual administración, que apenas ha llegado a sus primeros seis meses, hay algunos casos que han sido difundidos en las redes sociales, en los cuales la titular de la Secretaría de Honestidad, Transparencia y Función Pública, Leticia Elsa Reyes López, debe indagar. Uno, el que se ha dado en el Colegio de Bachilleres de Oaxaca (Cobao), respecto a denuncias de que la titular, la doctora Verónica Hernández y su familia han tomado a la institución cual si fuera legado personal o familiar. Las denuncias han sido recurrentes, lo que implica que algo está mal, como es el hecho del cobro a quienes tienen sus negocios de cafetería o venta de golosinas en los planteles, que lo han hecho, al menos durante dos décadas y que, seguramente, pagarán a la institución alguna renta o comisión.

Otro caso. Hace poco más de una semana trascendió que la titular de otro subsistema de educación media superior, el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos de Oaxaca (Cecyteo), Blanca Luz Martínez, habría erogado la suma de un millón cien mil pesos, sólo para la realización de dos eventos. La contratación de los servicios se habría hecho por asignación directa sin licitación y beneficiando a ciertas empresas. Es decir, hay que castigar los excesos del pasado, pero, asimismo, verificar que los que hoy están en el candelero no sean la carne de presidio de los gobiernos que vengan.