Alcantarillas: Peligro mortal
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Editorial

Alcantarillas: Peligro mortal

 


Desde hace años se ha denunciado el robo permanente de las tapas metálicas de las alcantarillas que cubren los ductos y canales tanto de agua potable como del drenaje sanitario de la capital. Es más, en EL IMPARCIAL. El mejor diario de Oaxaca publicamos en algunas de nuestras páginas el modus operandi de los pillos que se dedican a este infame negocio. Y decimos infame, pues el hecho de dejar las atarjeas descubiertas se ha convertido en un peligro social, pues se han dado casos de personas que han perdido la vida al caer en estas trampas urbanas. Una vez fue un motociclista y otra vez una persona de la tercera edad. Hay en la ciudad, hoy mismo, centenas de atarjeas a las cuales les han sido extraídas de manera ilícita sus tapas, lo que ha hecho que dicho riesgo siga incrementándose ante la mirada apática de las autoridades.

Es prudente afirmar que desconocemos si existe en el Código Penal Vigente en la entidad algún artículo o ley reglamentaria que castigue este tipo de ilícitos. Lo cierto es que pese a las denuncias; de la labor de vecinos en tapar las trampas con llantas, cubetas o llamar la atención con pedazos de tela u otros objetos a fin de que transeúntes, automovilistas o motociclistas no tengan percances graves, hay una total omisión de las autoridades para atender dicho problema y castigar a quienes de manera permanente están robando dichas tapas. La cuestión es que el problema sigue, incluso en calles del Centro Histórico, en el Andador Macedonio Alcalá y sitios en donde concurren propios y turistas a disfrutar de lo que la Verde Antequera les ofrece. En los últimos meses se reportó la caída de un turista en una de las referidas trampas.

Se presume que quien roba las tapas metálicas, igual que lo han hecho con los medidores de agua potable o con el cobre que los cubre, forma parte de una banda dedicada a dicho ilícito, con su contraparte: la que por unas cuantas monedas compra dichos objetos sustraídos de manera ilícita. Ningún trabajo pues para las corporaciones policiales. Ir a donde compran fierro viejo o demás para detectar la venta ilícita de dichos materiales y proceder en consecuencia. De esta manera podrán no sólo salvar a oaxaqueños y turistas de accidentes sino encontrar la hebra para desmantelar a estas bandas de mañosos. Pero algo debe hacerse con urgencia. No hay esperar que tenga que lamentarse un incidente mortal para tapar la atarjea.

 

Estiaje en puerta

 

Como bien los han mencionado algunos miembros de grupos ambientalistas, cuyas declaraciones las hemos publicado en nuestras páginas, en la capital, su zona conurbada y municipios vecinos, el estiaje vía racionamiento del agua potable empezó muy temprano. Y no les hace falta razón. Desde fines de noviembre y, de manera muy señalada, en el mes de diciembre se observó un racionamiento inusual del vital líquido por parte del organismo operador: el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO). Las quejas no se han hecho esperar. Hoy mismo, hay denuncias de que algunas zonas habitacionales del norte de la capital tienen al menos tres semanas sin suministro. Pero, además, hay otra queja: la falta de atención a las fugas de agua potable, como la que durante tres días estuvo en la carretera a San Felipe del Agua, la cual no se reparaba –decían- porque no tenían las refacciones para hacerlo.

Es evidente que la capital y varios municipios de los Valles Centrales, excepto aquellos que tienen la fortuna de contar con fuentes naturales para abastecerse, como San Agustín, Etla, por ejemplo, tienen un serio problema de suministro del vital líquido. Gobiernos estatales han ido y venido sin que ninguno se haya preocupado por atender dicho problema. Tal vez sólo el gobierno de Gabino Cué hizo importantes inversiones para mejorar el abastecimiento para la capital oaxaqueña y sus centenas de colonias. De ahí en fuera la mayoría han sólo sobrellevando la crisis, disponiendo la perforación de pozos o de magros recursos para darle solución. Y es que el estiaje viene con tanta fuerza que, si en las zonas de mayor plusvalía se padecen los estragos, cuestión sólo de imaginar lo que ocurre en las colonias populares.

Sería bueno saber cuál será la estrategia del actual gobierno para capotear o superar la crisis permanente por la falta del vital líquido. Muchos proyectos se han presentado y otros tantos desechado, lo cierto es que hace falta uno solo que contribuya a asegurar el suministro durante muchos años, como el llamado “Paso Ancho” que, como dijo un alto funcionario del gabinete estatal, podría ser recuperado. En realidad, según sabemos, el trabajo de viabilidad, proyecto, impacto ambiental y demás, han sido ya subsanado. Hay pues un trabajo previo que bien se podría aprovechar en la actual administración. Será una buena alternativa para paliar ésta y las temporadas de sequía que vienen detrás.