Optimismo gubernamental
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Opinión

Editorial

Optimismo gubernamental

 


La semana pasada el Frente Nacional Indígena y Campesino (FNIC), materialmente ahorcó la región de la Mixteca con una serie de bloqueos carreteros. Uno de los argumentos que esgrimieron sus dirigentes es que exigían la atención del gobierno estatal, el cual sólo lo hacía con quienes habían seleccionado. Lo anterior viene a tema precisamente porque días antes el titular de la Secretaría de Gobierno, Jesús Romero López dio a conocer que, de las 200 organizaciones sociales que tiene registrada su dependencia, sólo 20 de ellas están legalmente constituidas. El resto –dijo- sólo responden a los intereses de sus dirigentes, que son de tipo económico o político. En realidad, no le hizo falta razón al funcionario. Son centenas de membretes que se han creado para sacarle dinero al gobierno, a través del chantaje y la extorsión.

Al cuestionarle al ejecutivo estatal en una entrevista sostuvo que se trabajará con todas las organizaciones por igual y que su gobierno les invitará a ser corresponsables de las obras que se llevan a cabo en las comunidades. Que, si quieren trabajar en favor de las que dicen representar, que el gobierno está dispuesto a apoyarles, siempre que su labor sea para mejorar la calidad de vida de la población de las mismas. Con plena consciencia de que la pobreza es el látigo que sigue fustigando a muchos oaxaqueños, la colaboración de las citadas organizaciones será bienvenida, pero en los parámetros que dicte el gobierno. Sin duda alguna, se trata de un notable optimismo gubernamental, dado que, como lo hemos visto en las últimas dos décadas al menos, dichos membretes sólo ven el beneficio de los franquicitarios o titiriteros. No es un secreto que hay dirigentes que viven como potentados de lo que han logrado sacarle al gobierno, a través de simple membretes, sin militancia ni constituidos conforme a la ley.

Ojalá pues, el llamado del gobierno de Salomón Jara tenga una respuesta positiva de parte de los aludidos. La sociedad en su conjunto deplora de que haya vividores de la dádiva gubernamental escudados en la máscara de la lucha social y que ello sea la bandera para patear puertas, manotear en oficinas públicas y agredir a funcionarios cuando no les dan la millonada a que los acostumbraron. Aparte de ello, para conculcar el derecho a la libre circulación o la violación permanente de las garantías individuales.

 

Seguridad citadina vulnerable

 

Como lo hemos publicado en nuestras páginas, hay elementos para decir que la inseguridad en la capital oaxaqueña, no es tan diferente a la que se vive en el interior del estado. El centro del poder político estatal ha sido escenario en los últimos tiempos de ejecuciones y asesinatos; persecuciones y balaceras. Hace unos días un vendedor de pan fue ejecutado por desconocidos en la Colonia La Cascada, ante la sorpresa de los vecinos que han visto alterada su tranquilidad. Luego, un mototaxista fue asesinado en la Colonia Jardín. Hace al menos un mes, sujetos que perseguían un vehículo, al filo de las 2 de la tarde, desataron una balacera en plena Colonia Reforma. Es decir, en cierto sentido asemejamos algunas ciudades de El Bajío, Reynosa o Laredo, Tamaulipas, en donde el tableteo de armas automáticas y rifles, se han vuelto algo cotidiano. Y es justamente a lo que nadie quiere llegar. Por eso nuestra insistencia para que las autoridades tanto estatales como locales se apliquen a fortalecer sus políticas en este delicado tema.

La semana pasada se dio a conocer que, en el marco de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), que preside el gobernador Salomón Jara, que se llevó a cabo en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, que el gobierno federal había autorizado un incremento al Fondo de Apoyo a la Seguridad Pública (FASP), con lo cual Oaxaca obtendrá el menos, 200 millones de pesos adicionales a lo que recibe, para fortalecer sus políticas de seguridad. Se trata, sin duda alguna de una buena noticia, habida cuenta de que una de las quejas al menos en el ayuntamiento capitalino es que no hay recursos para el avituallamiento de la Policía Municipal, pues carecen de patrullas, armamento y hasta de uniformes y botas. ¿Cómo cumplir con la tarea encomendada si no cuentan con lo elemental para proteger a la ciudadanía?

Más allá de los indispensables recursos para la citada corporación, es importante subrayar que, en tanto los responsables no tengan la vocación de servicio, el conocimiento de nuestra realidad, poco se puede avanzar. Durante algunos festejos tradicionales pasados, se vio al Secretario de Seguridad, Vialidad y Protección Civil municipal, presto para disfrutar de los tamales, pero no para cumplir con su tarea. Y ello, obviamente, influye en el ánimo de la tropa. Sin embargo, tal parece que en el gobierno local cada quien lleva su música aparte y en cuestiones elementales, sólo se escuchan quejas y más quejas.