Urge mano firme
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Opinión

Editorial

Urge mano firme

 


En un intento por extorsionar y presionar al gobierno de Salomón Jara, en esta temporada decembrina, varios grupos de presión y organizaciones sociales dedicadas al chantaje, como el Frente Popular Revolucionario (FPR), han estado cometiendo abusos. En pleno arribo del turismo a la capital oaxaqueña, motivado por un incidente menor, la semana pasada bloquearon la súper carretera Oaxaca-Cuacnopalan, a la altura de Asunción Nochixtlán. Otros grupos, como es el caso de vecinos de San Juan Mazatlán, Mixe, insisten en cobrarle a los pasajeros y transportistas las torpezas de su presidente municipal, Macario Eleuterio Jiménez, con bloqueos en la Carretera Transístimica. En la capital del estado, las mujeres triquis, lideradas por Reyna Martínez, Marcos Albino y Lorena Merino, siguen empecinadas en quedarse a montar su tianguis en el Centro Histórico y presionan al gobierno para lograr su propósito.

A poco menos de un mes de haberse iniciado la administración de Jara Cruz, se ha observado un ir y venir de dirigentes que, como en el pasado, intentan mostrar fuerza y convertirse en acicates del nuevo gobierno. En virtud del incremento de estas medidas de presión y extorsión, la semana pasada se emitió un boletín oficial en donde se les conmina a encaminarse por la vía de la legalidad. Se reitera la disposición al diálogo de la nueva administración, como vía para dirimir controversias y forjar acuerdos. Ante ello, es importante subrayar que, para la mayoría de los oaxaqueños, nada justifica que el gobierno se doblegue. Sería una mala lección. La ciudadanía, permanentemente fustigada con bloqueos carreteros y atentados a la libre circulación y los derechos humanos, exige una postura de mano firme de parte del ejecutivo estatal.

Hemos sido insistentes en afirmar que el diálogo para ser una exitosa política de gobierno debe ir acompañado de la fuerza de la ley. Cuando el primero se agota no hay más camino que la fuerza del Estado. Desde hace años, los oaxaqueños no le apostamos a gobiernos timoratos o miedosos, que doblan las manos al simple amago o amenaza de conocidos hampones de la falsa lucha social. Los pobres que hay en la entidad, tampoco quieren redentores que hablen en nombre de ellos y se queden con las rentas que consiguen. Desde hace mucho tiempo el pueblo ha dicho ¡basta! Ya no es una buena política de gobierno seguir manteniendo a esta caterva de vividores con el erario, tan necesario para otras necesidades.

 

Solapando pillos

 

Como lo informamos en nuestra edición del pasado 20 de diciembre, un día antes el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, rindió su Primer Informe de Labores. Del mismo dimos cuenta ampliamente. Sin embargo, llamó la atención un tema que, por su importancia sigue estando en algunos medios de comunicación, particularmente de EL IMPARCIAL. El Mejor diario de Oaxaca. Se trata del gravísimo boquete financiero por más de 400 millones de pesos que le dejó a Martínez Neri, su antecesor, Oswaldo García Jarquín. De esa cantidad, dijo el edil capitalino, se han pagado más de 104 millones de pesos. Sin duda alguna, ello ha sido factor de atraso en la realización de obras prometidas a la ciudadanía, pues de 177 que dijo el edil se llevarían a cabo, apenas se han ejecutado nada más 12. De todo ello hemos dado cuenta en nuestras páginas.

Desde el inicio de su gestión, el primero de enero de 2022 y de dar a conocer al gravísimo daño a la hacienda municipal, los enormes adeudos por pagar, la falta de obras y la abierta corrupción de su antecesor, el edil capitalino ha llevado a cabo una política que dista mucho de proceder penalmente. En sus declaraciones, sólo ha mencionado que la documentación de tales ilícitos está en manos de la Contraloría Interna, pero nada que se sepa, de acciones enérgicas. Por lo tanto, García Jarquín goza de cabal salud, pues ni consignación de los expedientes de responsabilidad administrativa ni, mucho menos, algún proceso resarcitorio que permita recuperar algo de los más de 400 millones perdidos. Paradójicamente, algunos de quienes fueron sus cómplices, siguen con cargos de relevancia en el gobierno local. Sólo son señalados, pero, nada que haga que sean indiciados o llamados a comparecer ante las autoridades ministeriales.

En la lectura del citado Primer Informe, Martínez Neri sólo se lamentó de la deuda, pero nada más. Es decir, sigue en la misma actitud que ha mantenido desde el inicio de su gestión. Una actitud de complicidad o de tapar las fechorías de quienes le antecedieron en el cargo. Ello por supuesto, lejos de coadyuvar a llevar una gestión acorde a las necesidades ciudadanas, habrá de seguir frenando la actividad municipal. No es fortuito que el citado presidente municipal siga ubicándose en las estadísticas y mediciones a nivel nacional, como uno de los peores. La simpatía ciudadana que lo llevó a la silla del edificio de la Plaza de la Danza, se ha hecho añicos.