¿Cuál austeridad?
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Opinión

Editorial

¿Cuál austeridad?

 


Por lo visto, aquella trillada frase de la pobreza franciscana o austeridad republicana que tanto pregona el presidente Andrés Manuel López Obrador, no aplica en la entidad en donde, se presume, tiene un mayor número de simpatizantes. Mucho menos entre sus correligionarios y chairos: los y las diputadas locales que cobran en la LXV Legislatura local. Por esas incongruencias de las modas electorales, la mayoría repitió en el cargo de elección popular, sin importar su nula productividad en la anterior legislatura, caracterizada –no por nosotros- sino por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), como una de las más improductivas y onerosas del país. En este espacio editorial la calificamos como voraz.

Todo mundo recuerda cuando unas bisoñas e inexpertas diputadas emanadas de Morena llegaron a la legislatura pasada, con el argumento de que impondrían una conducta de austeridad, entre ellas, la actual presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), en la pasada y en la actual: Laura Estrada Mauro. Entre sus medidas de austeridad se dijo estaban prohibidos el pago de gasolina para los vehículos oficiales, de telefonía celular, de remodelaciones de oficinas, entre otras. Sin embargo, al mes de tan brillante iniciativa, la aludida y sus compañeras y una vez que probaron las mieles del poder, simplemente ignoraron la cacareada austeridad y se dejaron llevar por los peores vicios: dispendio, tráfico de influencias, conflicto de intereses y otros más rentables. Es decir, abjuraron de su propósito original para dejarse llevar por lo que la mayoría prefiere: explotar el erario del pueblo a placer.

En efecto, hace sólo unos días, les fue autorizada a nuestra flamante e improductiva legislatura, una ampliación presupuestal por 93 millones de pesos, luego de que, del inicio de primer período ordinario de sesiones, ya se han gastado cerca del 60% del presupuesto autorizado para este año. A lo que vamos es a lo siguiente. A diario se nos recetan fórmulas mágicas, mensajes y discursos del presidente de México respecto a una supuesta austeridad, para salvar los escollos de esta espiral inflacionaria que afecta al país y sus encarecidos proyectos presidenciales, pero tal parece que, contagiados por la incongruencia o la frivolidad, aquí nuestros (as) diputados (as), particularmente los emanados del partido en el poder, tienen otros datos.

 

Manipulación mediática

 

Según se publicó en conocido diario de la capital del país el lunes 5 de septiembre, un comunicado de disculpas al ex presidente Felipe Calderón, dejó entrever que en el círculo más cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, hay algunos (as) que buscan crear más confrontación y meter al mandatario en bretes innecesarios al darle información sesgada o torcida. Existes, afirma el columnista, dos alas al interior del Palacio Nacional: el ala dura y la moderada. En la primera se encuentra el Vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, el mismo que, a menudo, manipula la información poniendo en entredicho a su mismo jefe. El quid de la columna a que hacemos referencia afirma que, de manera torpe, la sección “Quién es quién en las mentiras”, que conduce los miércoles la pseudo comunicadora, Elizabeth García Vilchis, arremetió en contra del ex presidente, acusándolo de mentiroso, sobre un video difundido en redes sociales, sobre descargas de aguas negras en Acapulco.

La referida sección ha sido duramente criticada por organismos nacionales e internacionales de medios de comunicación, pues se advierte en la misma, un propósito insano de descalificar información, medios y periodistas. Además, porque por el hecho de hacer uso diario de la tribuna mañanera, la han convertido en un desolladero cotidiano que ha tenido graves repercusiones, como es el clima de linchamiento que existe en contra del periodismo. No basta que hasta el momento se hayan contabilizado no 15 como se dijo, sino 18 asesinatos de comunicadores en lo que va del 2022, tomando en consideración el camarógrafo, reportero y productor de un programa televisivo, que grababan un comercial en Ciudad Juárez cuando fueron asesinados por sicarios del crimen organizado.

Según el columnista, luego de la rudeza y los insultos que recibió Calderón, quien en efecto sí había difundido un video sobre la contaminación en Acapulco, es decir, de haber sido señalado de mentiroso sin que la aludida García Vilchis hubiera constatado la información, en un caso inédito hasta el momento, en un régimen que no permite el disenso ni, mucho menos, que le refuten sus datos, se publicó una nota de disculpa. Algo que dejó entrever que, pese a su permanente descalificación hacia los medios de comunicación, de sus adversarios, neoliberales y conservadores, en el fondo de todo subyace la manipulación de que es objeto el presidente de México, por parte de su equipo de colaboradores.