4º. Informe de Gobierno
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Opinión

Editorial

4º. Informe de Gobierno

 


De acuerdo a lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, nuestra Carta Magna, este día el presidente de México rinde su Informe de Gobierno. En este caso, se trata del Cuarto Informe de Andrés Manuel López Obrador. No se trata de medir simpatías o el impacto de los programas clientelares de la Federación sino de dar a conocer al pueblo mexicano, el estado actual que guarda la administración pública a cargo del Poder Ejecutivo, su relación con otros poderes, los retos y desafíos, así como el resultado de las políticas públicas instrumentadas para elevar el nivel de vida de los diversos sectores sociales. La prudencia ha obligado a quienes se asumen como Jefes de Estado, a dar informes realistas y no plagarlos de demagogia o ideología; tampoco de darle un enfoque partidista, habida cuenta de que quien gobierna lo hace para todos no sólo para sus correligionarios o simpatizantes.

Hay cuatro rubros sobre los que el pueblo de México estará seguramente muy al pendiente: seguridad, salud, economía y el combate a la corrupción. El primero reviste especial importancia en virtud del baño de sangre que ha padecido el país en los cuatro años que lleva el gobierno de la llamada Cuarta Transformación. Se han contabilizado al menos 125 mil mexicanos muertos por los ajustes de cuentas y vendettas del crimen organizado, cuyos grupos y cárteles se han adueñado del país, ante el fracaso de una política de seguridad cifrada en la anecdótica frase de: abrazos y no balazos. El tema de salud es, asimismo, un punto prioritario, habida cuenta de la lucha que han emprendido los padres de niños enfermos con cáncer, muchos de éstos ya fallecidos ante la falta de medicamentos para sus tratamientos paliativos o curativos.

Muchos de los recursos que deberían haber sido destinados a proteger a ese sector vulnerable del pueblo mexicano, se han ido en gastos excesivos de los grandes proyectos presidenciales, como la Refinería “Dos Bocas”; el Tren Maya y el cuestionado Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). El presidente López Obrador se han desentendido de las prioridades para darle cabida a sus obsesiones y caprichos personales, mientras el país padece una de las espirales inflacionarias más graves de los últimos treinta años. La canasta básica ha rebasado por completo las posibilidades de los padres y madres de familia trabajadoras. También tendrá que hablar el presidente de la corrupción que ya corroe la política con la que ganó la simpatía de los mexicanos.

 

¿Realidad o ficción?

 

Durante el mes anterior, el gobernador Alejandro Murat volvió a la carga al menos en dos ocasiones: la súper carretera a la Costa, en el tramo Barranca Larga-Ventanilla, será concluida antes de que termine su administración, es decir, antes del 30 de noviembre. Por ello, confía en que la misma sea inaugurada en los tres meses que vienen. Nadie ignora que la obra referida, al igual que la carretera al Istmo, que lleva más de 20 años sin concretarse, fueron de las promesas de campaña en 2016. Es más, se pronosticaba que, dada la cercanía del gobernador con el ex presidente Enrique Peña Nieto, ambas se habrían de concluir, como aquel lo prometió, en 15 meses. Sin embargo, los hechos han demostrado que no fue así y que tampoco, de no recibir el apoyo del gobierno federal, la citada vía a la Costa seguirá como un sueño irrealizable para gobierno y pueblo oaxaqueños.

No se trata de un asunto menor. A la ciudadanía nos siguen trayendo entre fechas diferidas y más diferidas. Muchos opinan que el presidente López Obrador abusó de la buena fe y la confianza que Murat Hinojosa depositó en él, como una posibilidad de que cumpliera esa vieja deuda que la Federación tiene con Oaxaca. Pero no. En los hechos, los oaxaqueños seguimos esperando las bondades del gobierno federal y no la demagogia con la que nos han traído del tingo al tango. Desde hace al menos unos catorce años que dicha obra se inició, lo único que como sociedad hemos recibido son promesas fallidas y fechas aplazadas. Hasta el momento, como lo hemos informado en las páginas de El Mejor diario de Oaxaca, se ha constatado un avance de poco más del 90 %, pero aún faltan túneles y puentes que, según los especialistas, tardarán mucho más de lo que se prevé para concluir la obra.

Esperamos que la Federación le cumpla al gobernador y que él inaugure la citada obra, que suficiente ha luchado para buscar recursos y promover la terminación de la misma. De esta forma podrá cumplir aunque tardíamente con lo prometido en su campaña para la gubernatura y hacer realidad ese viejo anhelo de los oaxaqueños, muchos de ellos aún incrédulos después de tantos años de promesas fallidas. Ambas vías, ya lo hemos comentado, han sido un sueño que, una a veinte años y la otra a casi catorce, que no se han concretado. Aún faltan tres meses para el cierre de este ciclo sexenal y hay confianza de que algunas cosas positivas puedan ocurrir, para mejorar la calidad de vida de la población.