Un tema urgente
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Editorial

Un tema urgente

 


Hace un par de semanas o más, de manera extraña, se suspendió la sesión presencial del Cabildo Municipal. Los concejales del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sospechosamente no asistieron. Hubo dos temas que quedaron como evidencia de que todo había sido previamente orquestado: por un lado, la autorización al edil Francisco Martínez Neri, quien solicitó permiso para viajar a Bogotá, Colombia, a una reunión sobre ciudades cuyos gobiernos “se preocupan por el bienestar de sus ciudadanos”. Por otro lado, en la agenda pendiente del Cabildo estaba la discusión sobre la necesidad de discutir y aprobar en su caso, un acuerdo para evitar que los parques públicos, concretamente el Parque Juárez, El Llano, quede libre del consumo de cannabis, habida cuenta de que se han dado protestas ciudadanas porque se trata de un lugar histórico de convivencia de las familias oaxaqueñas.

Posteriormente, el regidor de Protección Civil y Área Metropolitana del ayuntamiento capitalino, Juan Rafael Rosas Herrera, sacó el tema de nueva cuenta a fin de aprobar un punto de acuerdo y dichos parques públicos sean espacios libres de humo y más aún, de cannabis. En realidad, la decisión del edil Martínez Neri hace al menos tres meses de autorizar el consumo de mariguana en el Llano, generó muchas protestas. Es más, ni bien se ha generalizado su uso lúdico, dicho parque se ha convertido en un fumadero a plena luz del día, sin que los consumidores reparen en que cientos de madres y padres de familia llevan a sus hijos menores de edad a disfrutar del referido parque. Adicionalmente, frente al mismo se ubica una escuela secundaria, lo que representa una velada invitación a niños y adolescentes al consumo del estupefaciente. ¿Acaso Oaxaca, con tantas carencias y pobreza quiere ponerse a la vanguardia a nivel nacional en la no penalización del consumo de cannabis?

Es importante subrayar que en el entorno de la opinión pública no se trata de prohibir, habida cuenta de que el consumo lúdico de la marihuana es legal, sino de regular que se haga en la vía pública y, sobre todo, en parques que son, si acaso, uno de los únicos espacios que tiene la niñez y la juventud para su sano esparcimiento. Es un propósito insano verlo como botín político y no como un serio asunto de salud pública. No es pues un tema de cortar libertades, sino de evitar que el consumo del estupefaciente se vaya generalizando ante la excesiva tolerancia de las autoridades y el relajamiento en los protocolos de salud pública.

 

Mala imagen

 

Si bien es cierto que el gobierno estatal echa la casa por la ventana en las llamadas Fiestas de Julio, en donde no falta el ambiente festivo de convites, calendas y desfiles de delegaciones, también es cierto que hay quienes con un oportunismo enfermizo y reprobable, hacen cuanto pueden para dejar entre los visitantes del país y el extranjero que nos visitan, la peor imagen. En diciembre del año pasado, en plena temporada vacacional, fueron los empleados afiliados al Sindicato “3 e Marzo”, del ayuntamiento de la capital, quienes en protesta por la irresponsabilidad del ex presidente municipal, Oswaldo García Jarquín, en liquidarles sus salarios y prestaciones de fin de año, inundaron la ciudad con basura. Si bien sus causas fueron justas, no les importó hacer de la ciudad un chiquero para conseguir sus propósitos.

En estos días explotó el problema del problema del basurero municipal que se ubica en jurisdicción del municipio de la Villa de Zaachila. Los dirigentes de agencias y col0nias pudieron haber decidido cerrar los accesos en cualquier otra fecha.

Pero no. Se esperaron a que la capital y los Valles Centrales tuvieran el festejo de La Guelaguetza para reventarla. Esto es, se actúa con dolo, mala fe y con premeditación perversa para exhibir no sólo al gobierno estatal que está en los últimos meses de su gestión, sino también al municipal de Oaxaca de Juárez. La presión sobre éste no se ha hecho esperar. Locatarios de los mercados lanzaron toneladas de basura acumulada en el Periférico, la semana pasada, para exigirle al edil, Francisco Martínez Neri, la solución al problema de la recolección de desechos sólidos.

¿A quién o quiénes beneficia estas conductas de chantaje y presión política? Sólo a grupos y organizaciones que escudadas en el anonimato pretenden llevar agua a su molino o conseguir prebendas y dádivas del gobierno de Alejandro Murat. En el espectáculo nada agradable que muestra la ciudad, hay ciudadanos irresponsables que se unen al mismo, arrojando sus bolsas de basura doméstica a la vía pública. Calles, banquetas y arroyo vehicular llenos de desechos dan una imagen deprimente de nuestra ciudad y contrastan con el ambiente de algarabía y fiesta en el que están más empeñadas las autoridades. Lo dicho pues: hay oaxaqueños empecinados en seguir dando la imagen de Oaxaca como una tierra de nadie o en donde sólo prevalece la cultura del chantaje