Agatha y sus efectos

De los 25 ciclones y huracanes que se estiman impactarán en el país en esta temporada de lluvias, al menos tres seguramente se volcarán sobre nuestras costas. Ya tuvimos el primero “Agatha”, que tocó tierra en territorio del distrito de Pochutla, a las 15:30 de la tarde del pasado lunes 30 de mayo. Si bien es cierto que se había estimado fuera de una fuerza 3, la naturaleza se portó más benévola y se redujo a categoría 2, no por ello menos nocivo para viviendas, carreteras, caminos rurales y en general, para la tranquilidad ciudadana. Nuestro largo litoral oaxaqueño y la cercanía con la zona serrana con San Pedro Pochutla, Santa María Tonameca, la zona de Huatulco y comunidades de la Sierra Sur, son los que recibieron los primeros impactos, con miles de damnificados y al menos nueve decesos. En efecto, frente a los embates de la naturaleza sólo tenemos como defensa la prevención y la protección de la vida, pues ante este tipo de siniestros somos muy vulnerables.

La agreste orografía oaxaqueña es causa de severos daños materiales, como los derrumbes carreteros, los deslaves, la destrucción de caminos rurales, con el consecuente aislamiento de poblaciones enteras que quedan a su suerte hasta que los daños son corregidos. Por fortuna, la tecnología actual en materia de huracanes y tormentas tropicales, ha contribuido a que, al conocerse su cercanía a tierra, los habitantes tomen algunas precauciones, como el resguardo de lanchas y artes de pesca; el cierre de negocios frente a la playa o la providencia de las protecciones a puertas y ventanas. Pero no son suficientes. Una de las vías que a menudo sufren daños es la vieja carretera Miahuatlán-Pochutla, conocida como 175. Los derrumbes y deslaves son comunes. Hoy, hasta la vía 200 resultó seriamente dañada.

Habrá que estar atentos al balance que tienen las autoridades de las afectaciones y daños. Hasta el miércoles, se estimaban entre 9 los decesos y decenas de desaparecidos. Por lo pronto, fue un notable acierto del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) de suspender labores docentes en las regiones que estuvieron en mayor riesgo por las lluvias y los efectos del huracán. “Agatha” fue el primer siniestro que impactó nuestras costas y entidad. Esperemos que el aprendizaje haya sido ilustrativo para enfrentar la posibilidad de otros que ya se han pronosticado.

Mañana, todos a votar

Mañana domingo 5 de junio es día de votaciones, de acudir a las urnas y emitir el sufragio a que estamos obligados como ciudadanos responsables. Por lo que hemos visto a lo largo de este proceso electoral, se espera una nutrida participación social, que habrá de elegir entre un abanico de siete opciones: cinco hombres al frente de partidos, coaliciones o candidaturas independientes y dos mujeres también abanderadas por dos partidos. Por la noche de este domingo, se pondrá en marcha el llamado Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que los órganos respectivos: el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO), pondrán en marcha para darle velocidad y certidumbre a la calificación de la elección. Por lo que han anunciado, también habrá ejercicios de conteo rápido y la revisión de actas de escrutinio. Posteriormente habrán de concentrarse los paquetes electorales.

Sin embargo, como cada jornada electoral, lo que se pone en juego es la verdadera participación ciudadana. Es común escuchar quejas de malos gobiernos, de pésimos funcionarios y prácticas corruptas, pero en la medida en que el ciudadano sólo se queje y haga del abstencionismo su bandera, las cosas jamás habrán de mejorar. Seguiremos en las mismas. Hoy en día, el país se desangra en medio de la violencia prohijada por los grupos criminales, ante un gobierno federal que ha demostrado su ineficacia para combatirlos. Prevalecen la violencia contra las mujeres, el secuestro y la impunidad para quienes siegan vidas, pero, en tanto el ciudadano no tome consciencia de ello, México se seguirá hundiendo entre la apatía, la irresponsabilidad y la sevicia.

Y tenemos un elemento que nuestro sistema democrático nos pone en las manos para cambiar el estado de cosas: el sufragio libre, secreto y razonado. Es necesario participar en este ejercicio y aportar con nuestro voto, el país y el estado que anhelamos. La apatía, la abulia y el desinterés, nos condena como sociedad a seguir con lo mismo. En posible que la inercia de partidos y personajes sean más fuertes, particularmente en nuestro estado, pero ello no obsta para decir que todo ya está escrito. Siempre habrá una esperanza y una posibilidad de que las cosas mejoren, por el futuro de las generaciones que vienen detrás y merecen otro destino.