Vandalismo feminista
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Opinión

Editorial

Vandalismo feminista

 


Aberrantes han resultado las protestas de mujeres que dicen defender la equidad de género y estar en contra de la violencia. La sociedad mexicana y la oaxaqueña en particular, comparten la indignación en torno a los crímenes que han enlutado a miles de familias, cuyas madres, hijas o nietas, han sido asesinadas, pero también rechazan el vandalismo con el que se quiere justificar dicha protesta. El sábado pasado, por ejemplo, un grupo de mujeres, algunas provistas de capuchas o pasamontañas, prendió fuego a las oficinas de la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos contra la Mujer. Tuvieron que intervenir elementos del H. Cuerpo de Bomberos para sofocar el incendio. Además, plasmaron con aerosol consignas y leyendas, afectando edificios históricos, haciéndoles un daño irreversible.
La lucha en contra de la postura del gobierno federal en torno a los feminicidios, debe ser en otro contexto, no sólo alentando actos vandálicos y destruyendo todo a su paso. La actitud del mismo presidente de la República en lo que es refiere a la demanda de castigo a los feminicidios, justo cuando reiteraba el sobado asunto del avión presidencial, es indignante. Se sabe incluso, de instrucciones a su Coordinador de Comunicación Social, para darle la vuelta a preguntas en torno a tan complejo tema. Es obvio pues, no quiere escuchar temas que le metan a ruido a su administración y seguir jugando mediáticamente con un tema tan burdo y torpe como es la famosa rifa –no rifa- del referido avión. Darle prioridad al circo más que al tratamiento de asuntos delicados, que siguen lacerando a la sociedad.
Sin embargo, –insistimos- esa postura absurda no se va a remediar pintarrajeando canteras, dañando edificios históricos ni, mucho menos, prendiendo fuego a oficinas como viles delincuentes. Hay que buscar otros mecanismos de lucha y dejar atrás esos viejos cartabones que sólo causan indignación en la sociedad. Oaxaca, en efecto, registra un elevado número de feminicidios desde el gobierno pasado. La cifra ha ido creciendo sin que se observe una acción determinante de las autoridades para acotar este delito. Es más, decenas de asesinos de mujeres y casos probados de feminicidio siguen en la impunidad total, sin que a la fecha hayan recibido castigo. Es justamente esta situación lo que más ha llenado de coraje e indignación a familiares de víctimas, que siguen en espera de que se castigue a los criminales.

Dilación desafortunada

Estamos ya en la segunda mitad del mes de febrero y la dilación en la aprobación de la Ley de Ingresos del Municipio de Oaxaca de Juárez, por parte de la Comisión de Hacienda de la LXIV Legislatura local, se advierte más como botín político que el cumplimiento simple y llano del mandato ciudadano. En efecto, en muchos sentidos el gobierno de la capital oaxaqueña se ve imposibilitado para poner en marcha su programa de obras, pagos a proveedores, adquirir bienes y servicios, etc. Si lo que les metía ruido a nuestros (as) flamantes representantes populares, era el tema de los parquímetros, el asunto ya lo desecharon, pero queda el resto de rubros que urgen para el buen camino de la administración del gobierno local.
Hay municipios que en realidad merecen un tratamiento severo como es el de Santo Domingo Tehuantepec, en donde la presidenta municipal, Vilma Martínez Cortés enfrenta constantes reclamos de sus paisanos, pues no ven que se lleven a cabo obras, además de falta de transparencia en el gasto público. Está asimismo el ayuntamiento de Salina Cruz, en donde el edil, Juan Carlos Atecas, se ha convertido en un mandamás de horca y cuchillo, que lo mismo ataca medios de comunicación como Megacable, que discrimina a los y las concejales que no comulgan con sus aviesos propósitos. Y qué decir del presidente de San Blas Atempa, Antonino Morales Toledo, acusado desde hace mucho tiempo de dedicarse a negocios ilícitos y de haber convertido a su cabecera municipal en plataforma política del futurismo de algunos correligionarios, sin atender las necesidades de sus gobernados.
Nada tan grave en estos momentos que cobrar afrentas de corte político con unos y a otros, dejarlos en la inoperancia y opacidad. Es evidente que la falta de oficio, de experiencia, de incapacidad, ha permeado a algunos municipios en donde gobierna el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Y es evidente, si la cabeza está mal, ¿qué podemos esperar de las extremidades inferiores? Lo que hay que destacar es que en un órgano como es la representación popular, debe dejar atrás vendettas y ajustes de cuentas políticos, favoritismo o consignas. Si lo que se quiere es cumplir medianamente con aquello que llevó a los y las representantes populares a ocupar la más alta tribuna del estado, nada hay peor para desdorar su de por sí lamentable papel, que cobrar afrentas con eminente corte de consigna.