Abundancia y libertad, la bandera de los delincuentes

El sistema de justicia sigue siendo un organismo selectivo y excluyente, en donde solamente la gente con relaciones, dinero y poder, son los que “existen”, porque tienen un nombre público y merecen ser las excepciones al aplicar la justicia en México.
Personajes como Elba Esther Gordillo y Javier Duarte son la muestra clara, en el México contemporáneo, que la justicia solamente existe para los “importantes”, y si eres un mexicano promedio, podrías estar toda tu vida en algún centro penitenciario del país, esperando una sentencia, sin importar tu presunta culpabilidad o presunta inocencia, la mayoría de las personas privadas de la libertad en nuestro país, son sólo un número sin identidad pública y sin derecho.
El caso de la maestra es muy significativo e insultante para todos, pero quizá, esté dando esperanza a los más de 50 millones de mexicanos que viven en pobreza, porque se vale soñar y alcanzar el éxito, sin demeritar el trabajo de los maestros rurales, que son los que forjaron un México con identidad y alfabetizaron al bárbaro, esos que realmente amaban su profesión y que sin importar la distancia, llegaban a su destino para educar, no como el actual maestro “combativo”, que bloquea las calles, pinta y destruye a su paso, siguiendo como borrego a su líder, mismo que vive del erario público.
Volviendo a Elba Esther Gordillo, es súper interesante que su mamá haya logrado heredarle a su hija una fortuna millonaria, entonces entra la duda de que, una maestra rural de Chiapas logre amasar millones de pesos a lo largo de su vida profesional, algo suena raro, o el Estado es muy dadivoso o simplemente soy una malpensada, escéptica, y no puedo creer que una mujer que trabajara en municipios rurales de uno de los estados con mayor pobreza en el país, haya acumulado esta fortuna, la cual heredó a su hija, la exlideresa sindical.
Porque todo el dinero de Elba Esther es de origen lícito, y la reclasificación de los delitos es una moda que pasa al sistema de justicia en México, para mí es ofensivo que la maestra sea considerada una víctima del sistema, encabezado por Enrique Peña Nieto y el grupo de poder que representa.
Muchas mujeres tomaron la bandera de la maestra como un ícono feminista, y que su trato fue parte del machismo represor que simboliza el “México actual, ¡por favor, el chiste se cuenta solo!”, si lo único que representa el personaje es la impunidad con pies.
También, el caso de Duarte, quien fuera acusado de delincuencia organizada, delito reclasificado como asociación delictuosa y lavado de dinero, dejando la posibilidad de que su caso siga en proceso, pero fuera de la cárcel.
Es muy triste ver que la justicia es selectiva, tal es el caso de Guillermo Padrés, quien resultó exonerado de evasión fiscal, y podría salir de la cárcel pronto, al carecer de acreditación el delito de delincuencia organizada, o sea, igual que Duarte.
Pareciera que la cúpula del poder es intocable, y que el ciudadano promedio en México tiene el estigma de ser una de dos, o delincuente o víctima, porque todos los días se cometen miles de delitos y el país se ha vuelto un territorio hostil, simplemente en julio de este año se realizaron 2 mil 599 asesinatos en todo el país, estamos hablando que al día ocurrieron 83 asesinatos, simplemente en la Ciudad de México al día asaltan casi 400 comercios.
Vivimos con miedo a transitar libremente por las calles, y es normal si las estadísticas no mienten, estamos en un territorio hostil en donde cada día se cometen más de 7 feminicidios, en este primer semestre se han cometido más de mil 100 feminicidios, pero siguen sin querer emitir alerta de género en muchos estados, de acuerdo con la Conavim (Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres), ocho solicitudes de alerta de género están en un proceso de cumplimiento para municipios de Campeche, Coahuila, Estado de México y Jalisco, y para todo el territorio de Ciudad de México, Durango, Oaxaca y Puebla.
Que terrible que las calles estén llenas de delincuentes, y es curioso, o mejor dicho tendencioso, que durante el proceso de transición ocurran estos hechos, porque la justicia les llega a los presuntos delincuentes al final del sexenio de EPN, justo en el momento en que los ojos están puestos solamente en el presidente electo Andrés Manuel López Obrador y su gabinete.

@fuaper