La violencia vuelve a teñir de luto el proceso electoral en México. Aníbal Zúñiga Cortés, candidato a regidor en el municipio de Coyuca de Benítez, y su esposa, Rubí Bravo Solís, fueron encontrados descuartizados dentro de una camioneta en Acapulco. Con ello, desatando una ola de indignación y condena en todo el país.
El hallazgo tuvo lugar en una de las zonas más conflictivas de Acapulco. Donde la violencia criminal ha escalado alarmantemente en los últimos años. Las autoridades locales descubrieron los cuerpos mutilados del matrimonio. Quienes se han convertido en las más recientes víctimas de la creciente ola de violencia que azota el estado de Guerrero.
CONDENA NACIONAL
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) Nacional reaccionó rápidamente a través de un comunicado oficial, en el que condenaron enérgicamente el doble homicidio. El PRI calificó el acto como “cobarde” y lamentó que “fueron cobardemente asesinados y, como miles de mexicanos, víctimas de la violencia”.
La declaración subrayó la grave situación de inseguridad que empaña el actual proceso electoral, señalándolo como el más violento en la historia reciente del país.
“Vivimos, lamentablemente, el proceso electoral históricamente más violento de nuestro país; el retroceso que México atraviesa, en todos los aspectos, afecta de manera más dolorosa a las familias por el clima de violencia, exacerbada en los últimos años y que goza de una impunidad que lastima cada día más”.
UN LLAMADO A LA ACCIÓN
El PRI hizo un llamado contundente a las autoridades para que actúen con celeridad y eficacia. “Condenamos enérgicamente los hechos en los que nuestro compañero y candidato a regidor en el municipio de Coyuca de Benítez, Aníbal Zúñiga Cortés, y su esposa, la señora Rubí Bravo Solís, fueron cobardemente asesinados y como miles de mexicanos fueron víctimas de la violencia; a su familia y amistades les reiteramos nuestra solidaridad en estos momentos dolorosos; a las autoridades una vez más les exigimos resultados, porque no pueden quedar impunes hechos tan lamentables que continúan enluteciendo a nuestro país y nuestro estado”.
El comunicado concluyó con una exigencia clara y directa:
“¡Queremos seguridad, queremos vivir en paz, queremos resultados! Si no pueden, renuncien”.
ESCALOFRIANTE CONTEXTO DE VIOLENCIA
Este trágico suceso se suma a una larga lista de actos violentos que han marcado el presente ciclo electoral, que ya ha sido calificado como el más violento en la historia reciente de México. Los asesinatos de candidatos, las amenazas y los actos de intimidación han sido una constante. Creando un ambiente de miedo y zozobra tanto entre los políticos como entre los ciudadanos.
La impunidad y la falta de resultados en las investigaciones de estos crímenes sólo agravan el dolor de las familias afectadas y socavan la confianza de la población en sus autoridades. La demanda de seguridad y justicia se ha vuelto un clamor generalizado en un país donde la violencia parece no tener fin.
REACCIONES DE LA COMUNIDAD
La comunidad de Coyuca de Benítez y los simpatizantes del PRI se han mostrado consternados y enfurecidos por el brutal asesinato de Aníbal Zúñiga Cortés y su esposa. En redes sociales y medios de comunicación, las muestras de solidaridad con la familia y las demandas de justicia han sido constantes.
El brutal asesinato de Aníbal Zúñiga Cortés y Rubí Bravo Solís no sólo ha dejado un profundo dolor en sus seres queridos, sino que también ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de una respuesta efectiva por parte de las autoridades para combatir la violencia que asola el país.
LA DEMANDA DE JUSTICIA
Mientras tanto, la exigencia de justicia y seguridad sigue resonando en todo México. Las autoridades están bajo presión para esclarecer este caso y llevar a los responsables ante la justicia, en un esfuerzo por devolver la tranquilidad y la confianza a una sociedad cada vez más golpeada por la violencia.
Este doble homicidio es un recordatorio brutal de los peligros a los que se enfrentan aquellos que se atreven a participar en la vida política del país. La esperanza de que las autoridades puedan ofrecer una respuesta contundente a este y otros crímenes similares es ahora más necesaria que nunca, para evitar que la impunidad siga siendo la norma en un país que clama por paz y justicia.
