Corran candidatos hacia la meta

La carrera hacia la silla presidencial está por terminar, y en dos semanas sabremos quién será nuestro próximo ejecutivo nacional, el cual portará la banda presidencial y tendrá que responder ante un país colapsado social y económicamente, contaminado desde las entrañas por el mal uso de los recursos humanos y financieros de los gobiernos y de los partidos políticos.
En las casas están muy polarizados los puntos de vista de los mexicanos, en donde se emocionaron más por saber que en México será sede de 10 de los 80 partidos de la máxima justa futbolística del 2026. Ya veremos cómo solucionan este tema los empresarios con el gobierno que quede, porque tendrán que crear infraestructura para poder llevar a cabo el mundial. Y claro en 8 años podrían pasar muchas cosas.
Pero regresemos a la terrible realidad, el proceso electoral que estamos cursando ha dejado al descubierto la corrupción que se vive al interior de los partidos políticos y de la actual administración encabezada por Enrique Peña Nieto; bastó el último debate, para “aceptar” que los presidenciables sólo manotean como párvulos por un biberón o una sonaja, en la última entrega de la pantomima de los debates, demostraron una vez más la gran ignorancia en la que viven, desde la realidad de la educación en el territorio mexicano hasta la falta de comunicación e infraestructura para que realmente estuviéramos unidos por los medios digitales, pero hay que ser muy honestos en muchas partes del país no hay electricidad y tampoco llega la señal del internet, entonces quisiera saber en qué favorecería que nuestros productores agrícolas y pecuarios tuvieran equipos de telefonía súper actualizados si no hay forma de comunicarse entre algunos pueblos, y no me refiero a que no hablen por teléfono, sino a la pésima estructura carretera del país, en donde los caminos están destruidos y muchos de ellos son inexistentes.
Seamos realistas, de verdad debemos impulsar los medios de producción, de qué nos va a servir un país que oferte muchos servicios, si no habrá comida para cubrir nuestra primordial necesidad, la alimentación, o quizá el comer tres veces al día se haya vuelto un lujo que más de 50 millones de mexicanos no puede tener.
Este indicador sí es de relevancia, se la pasan ofreciendo todos los candidatos mejoras en servicios, pero ninguno habla de que los mexicanos ingieran alimentos tres veces al día, que realmente se frene la ola de violencia que vivimos día a día.
Es más, ni siquiera los candidatos presidenciables están exentos de sufrir una agresión más allá de los discursos denostativos que se emiten uno contra el otro, porque, aunque tengan mucha seguridad, podrían ser víctimas como lo han sido los 113 políticos asesinados en el proceso electoral 2018, el cual comenzó en septiembre de 2017 y desde su inicio entorpecido por chismes, y ahora por carpetas de investigación de candidatos, ha pasado a la historia como uno de los procesos más violentos.
Con base en datos del indicador de violencia política de la consultora Etelle, 28 eran precandidatos y 15 candidatos a puestos de elección; el resto corresponde a alcaldes, exalcaldes, regidores, militantes, dirigentes, ex regidores, diputados, síndicos y ex síndicos, en total van más de 400 agresiones registradas contra políticos y candidatos en los 31 estados del país, es terrible esta cifra, en Oaxaca llevamos 19 asesinatos y en Guerrero, 24, o sea que siempre estamos en focos rojos.
Los debates sólo han servido para sacar la verdad de los candidatos, en algunos estados hasta violencia verbal ha habido durante el desarrollo de éstos y en otros la ignorancia y falta de preparación se ha hecho tan evidente, como el comparar la política mexicana con la serie de televisión de Luis Miguel, escenario deplorable protagonizado por la candidata a la gubernatura Martha Érica Alonso.
El próximo presidente tendrá que solucionar o caer en la misma tónica de corrupción en la que estamos, claro, ahora también hay que sumarle los estragos de la naturaleza, porque contra estos no se puede hacer combatir, pero sí prevenir.
@fuaper