La barbarie humana
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Debates y Deslindes

La barbarie humana

 


 

Cada determinado tiempo la estupidez, la barbarie, la ignorancia, la necesidad de manifestar el poder salen de ciertas especies de humanoides y se manifiestan públicamente. En el siglo pasado los nazis en la Alemania de Hitler y los países conquistados mostraron los aspectos más brutales de la humanidad. Asesinaron masivamente a un grupo de la especie humana, los judíos y quemaron los libros que según ellos atentaban contra sus ideas. Aquí en México ante la imposibilidad de que todos los niños que estaban en la escuela primaria tuvieran dinero para comprar los diferentes libros de texto que estaban en el mercado, don Jaime Torres Bodet diseñó uno de los más formidables instrumentos de educación: los libros de texto elaborados por la Secretaría de Educación Pública, que tuvieran los conocimientos básicos, se distribuyeran gratuitamente a todos los alumnos de los seis años de enseñanza primaria.

La respuesta de la iglesia católica y de una serie de asociaciones de padres de familia retrógradas y oscurantistas aplicaron todos los adjetivos posibles a esos instrumentos, los acusaron de catecismos del comunismo, de impartir una educación totalitaria, de adoctrinar a los alumnos. Dentro de las manifestaciones que hubo además de rechazar que se distribuyeran se quemaron algunos libros de texto como protesta ante este nuevo avance de la educación. Finalmente, la razón se impuso y los libros de texto gratuitos que entregaba la SEP permitieron mejorar el sistema educativo y proporcionar una educación verdaderamente nacional a toda la población escolar.

Varios de los grandes avances que tuvo el Estado mexicano en materia educativa fueron posibles gracias al mecanismo de los libros que proporcionaba la SEP a los estudiantes de forma universal y gratuita. Con ellos se fortaleció la nación mexicana en su conjunto.

Ahora, 60 años después vuelven aparecer las mentes retrógradas, los fascistas de inicio del siglo XXI, los oscurantistas que quisieran que volviera la Inquisición para quemar vivas algunas mentes lúcidas y de paso acabar con algunos textos incluyendo a los libros. Una cadena de televisión a través de sus noticieros inició una campaña contra el “comunismo” del cual ya ni en su tierra se acuerdan. China y la antigua Unión Soviética cuentan ahora con el sistema de libre mercado extraordinario el cual está a punto de enterrar a los comerciantes norteamericanos. La palabra comunismo solo se encuentra en los libros de historia y se utiliza como una referencia histórica. Sin decir “agua va” en el canal trece de tv que ocurre en el país, el principal anunciador de noticias inició la embestida sobre algo “muy grave”, que en los nuevos libros de texto que está repartiendo la SEP en todo el país se trataba de introducir la doctrina del comunismo en las escuelas primarias.  

Diversos grupos de “padres de familia” se pusieron en alerta, empezaron hacer eco de esa estupidez humana y acudieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que expidiera un ordenamiento que impidiera que no se distribuyeran los libros lo cual fue aceptado por el ministro, Luis María Aguilar, nombrado por Felipe Calderón, para defender todas las posiciones de derecha que se presenten en la Corte, y dos gobernadores de dos estados norteños: Tamaulipas y Coahuila prohibieron la distribución de los libros de texto en sus entidades sin saber en qué lio se iban a meter con los padres de familia. En lo personal me duele Coahuila, lugar donde trabajé dando lo mejor de mí para mejorar la educación y la cultura, no sirvió de nada. El gobernador como un troglodita ordena que los libros que ni siquiera “ojeó” no se distribuyan metiendo a los maestros en un verdadero problema para iniciar sus cursos. 

Los libros de texto que proporciona la SEP son la espina vertebral del modelo educativo mexicano. ¿Al impedir que lleguen a las escuelas? ¿Cómo van a iniciarse los cursos? ¿Con que instrumentos se van a sustituir a esos libros? Qué arbitrariedad, que por politiquerías dos gobernantes que tienen la obligación de proteger y cuidar a sus ciudadanos se conviertan en sus enemigos y si decir “agua va” ni tener un mecanismo que supla los libros de texto prohíban su distribución. Verdaderamente lamentable, estúpidamente vergonzante, que en pleno siglo XXI se utilice la distribución y quema de libros como un mecanismo para expresar la estupidez humana. Esperamos que las protestas de los padres, alumnos y maestros obliguen a estos gobernadores a distribuir los libros de texto y no sigamos manifestándonos como un país de trogloditas.