La defensa de la nación
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Debates y Deslindes

La defensa de la nación

 


Desde que tengo memoria sé que las relaciones con los Estados Unidos son un tema delicado, las personas dependen de que le den la visa y pueda pasar al “otro lado”. Política y económicamente el país tiene todo tipo de relaciones con una nación con la cual comparte más de 3000 kilómetros de frontera. Uno de los países más importantes del mundo. De manera que si algo preocupa y ocupa a los gobernantes de México es mantener una buena relación que sea benéfica para ambas partes. Las confrontaciones que hemos tenido como naciones han terminado siempre con pérdidas territoriales para nuestro país. En la última de 1847 se perdió más de la mitad de nuestro territorio.

En la escuela primaria y secundaria yo respiré y aprendí una corriente antinorteamericana y antiimperialista: los “gringos” nos habían robado nuestro territorio “más de la mitad”. Los trabajadores mexicanos se iban a trabajar del otro lado como “braceros” eran maltratados y súper explotados. La posibilidad de entrar era muy difícil y existía una condición social entre los mexicanos que se llamaban “ilegales”, lo que significaba que habían entrado de manera irregular a ese territorio. Cuando viví en el norte los nombres de la migra, repatriación, mojado, ilegal, se me hicieron comunes. Siempre había una actitud de precaución ante los Estados Unidos y todo lo que representaban. 

Lo mismo ocurría entre los gobiernos, gobernantes mexicanos estaban siempre pendientes de esa relación conscientes de que nuestras relaciones eran las más importantes. Durante mucho tiempo trataron de diversificar nuestras relaciones comerciales con otros países, principalmente los europeos y latinoamericanos, pero cuando llegó al gobierno Miguel de la Madrid y se cambió el modelo económico de nuestro país se decidió fortalecer la relación económica con los Estados Unidos, se firmó un tratado de libre comercio y nos volvimos un estado asociado en lo económico, en lo político y seguimos siendo un estado soberano, libre e independiente. 

Esa libertad y soberanía de la que presumimos ha sido tratada con pinzas En ocasiones autoridades menores y políticos de segunda o tercera categoría utilizan a nuestro país para llamar la atención y que sus grupos políticos vean qué valientes son. Echan peroratas, hablan mal de los mexicanos y gritan sobre nuestros vicios sin ver las virtudes. Las relaciones se tornan difíciles porque hay que protestar y cuidar nuestros principios, defender a nuestros connacionales o a otros pueblos, como ha pasado con Cuba con la cual los EU tienen más de 60 años de desencuentros. Las cosas han marchado, no queda de otra, en ocasiones ambos pueblos guardan silencio y las cosas se componen o se descomponen solas. 

Con la llegada al gobierno de México de la Cuarta Transformación sorpresivamente y por primera vez en la historia de sus relaciones con nuestro país México exigió a los Estados Unidos, en un acto que no tiene precedente que se retiran las acusaciones a un secretario de la Defensa Nacional que había sido detenido a su llegada los Estados Unidos, el gobierno americano solicitó a la juez Carol Bagley que se desista de las acciones y deje en libertad al detenido. La juez sabía de dónde venía la orden y se desistió de las acusaciones. Dejó en libertad al detenido en una sesión que no duró más de 20 minutos. El proceso de reintegración y sus causas se hicieron públicos por los dos gobiernos. México explicando las gestiones hechas y reclamando la violación a los principios de cooperación que animan a las dos naciones, los Estados Unidos aduciendo principalmente el interés que representa las relaciones con México. La claridad de sus expresiones son demoledoras: “importantes. consideraciones de política exterior que rebasan el interés de seguir el proceso contra el acusado”, “el gobierno de los Estados Unidos valora más las relaciones de cooperación con México que perseguir a un indiciado”. Por primera vez aceptaron la importancia que tiene nuestro país para ellos. 

Ahora el senador republicano por Luisiana, John N. Kennedy ha lanzado ofensivas palabras sobre nuestro país en una sesión de trabajo en el senado exigiendo al gobierno americanos que envíen tropas para terminar con los traficantes de drogas que laboran en México. Mostrando un desconocimiento absoluto de las relaciones entre países, con un espíritu invasor e imperialismo y una falta absoluta de respeto a la soberanía de otros países, el “senador” afirmó que sin los Estados Unidos los mexicanos estaríamos comiendo una lata de comidas para gatos. La respuesta del presidente de la república no se hizo esperar, en la “Mañanera” siguiente protestó ante el Senado de ese país y descalificó al “senador” republicano que ha demostrado una falta de respeto total y absoluta para los mexicanos. 

Son ahora otros tiempos, la soberanía de nuestro país y la dignidad como nación se defiende desde la tribuna más alta del país y a toda voz, México demuestra con hechos que es un país soberano y digno y que ningún politiquero de tercera o cuarta puede expresarse en términos despectivos de nuestro país. Muy bien por nuestro presidente y esperamos que otras voces se levanten en el mismo sentido. Es evidente que las relaciones internacionales y binacionales han cambiado, atrás quedan las invasiones militares para terminar con gobiernos nacionalistas, otros vientos soplan en el horizonte internacional.