Vote o bote
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Opinión

Debates y Deslindes

Vote o bote

 


Escribo el viernes en la mañana. Cuando se lea esta nota estaremos en plena votación para que se instaure un proceso político denominado revocación de mandato. La cual consiste en mandar fuera una administración pública que no haya cumplido con su programa de gobierno o haya cumplido mal.  

La propuesta y votación de esta herramienta que amplían los derechos del pueblo para juzgar las tareas de un gobernante, antes de que terminen su mandato y en función de su cometido, bueno o malo, se puede jurídicamente pedirle que siga al frente de la administración o se vaya a su casa, ha despertado una serie de polémicas. Para mí es incomprensibles la lucha desatada en contra del presidente y el partido Morena por una medida que amplía el poder del pueblo, de los electores sobre las autoridades y que de hecho divide en dos el periodo sexenal.  

El odio del PAN, PRIAN y diversos grupos políticos les trastorna la mente, de gente de razón que parecen ser, se vuelven mal operados mentales. Una pobre mujer que es senadora del PAN llego a decir en todos los tonos y a todo color que los morenistas son tan “ignorantes” que quieren cambiar el azul celeste del agua del caribe. ¡Y lo dijo en serio!, absolutamente convencida que era una idea genial. En eso aprovechó el tiempo que le daba su partido para acabar con Morena con una sola frase.  

¿Qué ocurre con el presidente, por qué despierta tantas pasiones? Porque gente que lo odia o la que lo ama, no puede racionalizar sus pensamientos y saca las pasiones a flote para atacarlo convirtiéndose en un ser irracional. Defenderlo se vuelve terriblemente difícil porque es muy difícil racionalizar una pasión y más aún, contestarla. He decidido no defenderlo, digan lo que digan, a él no le pasa nada y va a seguir gobernando hasta el último día de su mandato, también porque normalmente los ataques son irracionales, o antimexicanos, Buscan saquear el patrimonio nacional. Van en contra de la nación y de su patrimonio y se agotan por la falta de argumentos racionales. No ha sido posible que expliquen porque no aceptan tener un modelo más democrático de elecciones y revisiones de la tarea gubernamental. 

Por si faltara algo, la votación de mañana está unida ideológicamente a la propuesta de reforma eléctrica que se analizara y votara en la Cámara de Diputados la siguiente semana.  

El servicio eléctrico es un servicio público y el Estado está obligado a proporcionarlo en un precio justo y accesible. En las naciones en las cuales se le ha entregado a los iniciativos privados, bajo la bandera de la modernización y de las energías limpias, este servicio es carísimo en proporción a lo que debería de costar, es escaso y limitado. El caso más conocido es el de España donde las empresas que obtuvieron la concesión de dar este servicio han sido las que mayor utilidad económica han tenido y donde más descontentos existen con el servicio, es caro y malo. En los Estados Unidos varias ciudades que enajenaron sus sistemas eléctricos padecen de un servicio caro e irregular.  

Aquí en México, las empresas españolas acordándose que una vez fuimos colonia vinieron a ver qué sacaban y ante administraciones panistas y priistas volvieron a implantar un modelo económico para administrar ellos la energía eléctrica. No se equivocaron. Había un grupo de “vende-patrias” que inmediatamente les entregaron concesiones para explotar los recursos de la energía limpia, utilizar a su favor las instalaciones existentes y terminar con la CFE. En todo ese proceso estaban metidas las administraciones priistas y panistas Ya habían entregado el 49 por ciento de los recursos y firmados contratos leoninos contra México.  

El problema es muy sencillo y tiene su origen en el modelo de gobierno que adoptamos y en la moral de los gobernantes. Desde la llegada de Carlos Salinas de Gortari, los neoliberales buscan quitarle al Estado sus funciones y su patrimonio para disfrutarlos y beneficiarse ellos, un pequeño grupo de oligarcas, comerciantes que solo tienen como objetivo las ganancias y el dinero. Fueron recibiendo concesiones de los bienes públicos, comprando empresas nacionales a un bajísimo precio. No participan de ninguna inquietud social, ni tratan de beneficiar a nadie salvo a sus socios. Ésos son los que se oponen a la reforma eléctrica. Ésos son los que quieren un Estado que sólo administre y que no pueda intervenir de ninguna manera en el proceso económico. La idea era que unos 20 o treinta archimillonarios fueran los dueños de México. Incluyendo a los expresidentes que fueron tomando tajadas del paste para su uso personal y de sus amigos.  

Para Calderón las empresas de energía eléctrica a través de la empresa española Iberdrola, para Ernesto Zedillo, los Ferrocarriles y acciones en los bancos para los que diseño el Fobaproa, Fox se quedó con medio Guanajuato y millones de dólares para levantar sus haciendas. Calderón participa en el negocio de la industria eléctrica.  

Que el pueblo fuera súper explotado no importaba. La modernidad del neoliberalismo era lo que exigía un Estado débil y una iniciativa privada fuerte rapaz y abusiva. Pero ese no era el Estado que querían millones de mexicanos, los mexicanos revolucionarios que pelearon por un pueblo libre y soberano desde la independencia, reforma y revolución. Ha muerto mucha gente para que eso no ocurriera. México lucho siempre por un estado protector de las mayorías, con gobiernos con compromisos sociales, con líneas de gobierno de un gran carácter social.  Este domingo usted decide, la próxima semana deciden los diputados, si son diputados que defienden a sus representados o son diputados con intereses bastardos antinacionales. Fin