“Ya chole” con el abuso a las mujeres 
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“Ya chole” con el abuso a las mujeres 

 


¡Ya chole!, exclamó el presidente de la república para manifestar su hartazgo y malhumor ante las reacciones que ha despertado la candidatura de Félix Salgado Macedonio. Después de la fallida expresión, plantó dos caminos para terminar con esta polémica, una consulta al pueblo de esa entidad y otra, el fallo de los tribunales. Tiene razón, hasta el indigno senador Germán Martínez, que ahora juega por Morena y antes jugó con el PAN y logró que AMLO lo nombrara en el IMSS, donde lo renunciaron cuando vio que no compraría el IMSS las medicinas que necesita, se atreve a pedirle a Félix Salgado que renuncie a su candidatura y que espere tiempos mejores. Verdaderamente Germán no tiene vergüenza. Por lo pronto, Salgado Macedonio, ya está inscrito como candidato de Morena a gobernador del estado.  

Dentro de la historia de este político guerrerense su pasión por las mujeres que antes se veía como un acto de valor, arrojo, valentía y muy poca vergüenza, ahora, el acoso se convierte en violación y ahí entra el código penal del Estado y de la Federación.  En ese momento tuerce la puerca el rabo. El valiente y enamorado político se convierte en un vulgar machín, delincuente que abusa de las mujeres. Aunque sea raro que hasta ahora, 20 años después, sea cuando surgen estas acusaciones y cuando están en juego los intereses de una gubernatura. Pero las denuncias hay están y las mujeres dan la cara. 

El tema es delicado y toca fibras sensibles de esta sociedad, entre ellas la posición del presidente, que ya había dado su voto por Macedonio y ahora ante las nuevas acusaciones que alcanzan al candidato ponen en juego el tono de lo femenino durante la administración de López Obrador. ¿Que tanto le conviene a Morena proponer candidatos cuestionados, sobre todo porque son asuntos subjetivos, personales y difíciles de comprobar? Pase lo que pase, este asunto va a seguir toda la vida a Félix Salgado, gane o no gane la elección.   

El primer hombre que sufrió públicamente los embates de la nueva moral de la sociedad internacional en relación con las mujeres y las diversas agresiones que sufren como el acoso sexual, fue nuestro querido y admirado tenor Placido 

Domingo, quien el siglo pasado, cuando todavía tenía espolones para gallo de pelea, presionó a dos o tres cantantes, compañeras de trabajo, para pedirles favores más amables de los usuales. Yo no lo culpo, así era la moral en la primera mitad del siglo XX. Vivíamos una cultura mundial machista donde a las mujeres no se les reconocía ninguna seguridad jurídica y sus derechos no existían. El machismo era una cultura predominante en el Oriente, en Europa y no se diga en los países africanos y latinoamericanos. En el mundo se vivía una subcultura de machismo. Para empezar, en la mayoría de países las mujeres no votaban.  

Una inglesa que en las décadas 1950 sufría mal trato y abusos sexuales periódicamente por parte de su marido. Desesperada ante una agresión superlativa decidió acudir a los tribunales para que la protegieran y castigaran al abusador. Resultó que no existía en toda la legislación inglesa, un solo ordenamiento que la protegiera, ni antecedentes de mujeres que hubieran ido a quejarse. Ante esa situación, además de dejar al marido agresor, empezó a escribir un libro que título “No grites demasiado que te van a escucha los vecinos”, donde relataba los malos tratos que había sufrido. El libro fue un éxito y muchas de sus lectoras la buscaron para relatarle las agresiones sufridas. Con un grupo de ellas fundó una casa y una organización que exigió ante el Parlamento ingles una legislación que protegiera a las mujeres maltratadas. Lograron que las escucharan y a partir de la segunda mitad del siglo XX empiezan los movimientos feministas a tomar fuerza, se escuchan las protestas contra el machismo imperante en todo el mundo y ahíestamos dando todavía pequeñas y grandes luchas por lograr una acción y una relación equitativa con este género definitivo e importante en la vida, sin el cual no existiríamos. 

Por muy mal que le parezca al presidente, el escándalo que se ha hecho ante las acusaciones contra Félix Salgado por supuestas violaciones, hay que llegar hasta sus ultima consecuencias, aclarar los hechos y si se realizaron castigarlo, también si se inventaron, castigar a las mujeres que lo acusan. Ningún interés puede ser más importante que el respeto a la vida del 50 por ciento de los seres humanos que conforman nuestro país. Es importante que se terminen los abusos contra este género y que se sepa que él que se meta con ellas, la paga. Por más que le moleste a López Obrador. Ya “chole” que haya abusos contra las mujeres. Fin