Feminicidios, una vergüenza nacional 
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Feminicidios, una vergüenza nacional 

 


Más víctimas de las que produce el coronavirus son los feminicidios que se cometen de manera permanente en México. Los hechos ocurren con una violencia terrible en ciudad Juárez, Chihuahua, en Chiapas o en el Estado de México. Lamentablemente y trágicamente son pocas las noticias de este tipo de asesinos, feminicidas, que son atrapados por la policía aun teniendo su identificación completa Los asesinos se pierden en el anonimato de los 60 millones de mexicanos del sexo masculino, difícilmente se les encuentra. Comparados con los crímenes que se cometen contra las mujeres, el saldo de los detenidos por esos crímenes es menor al 10 por ciento. Huyen y nunca los encuentran. En el mal trato y la muerte a las mujeres parece que hay un acuerdo nacional para ignorarlos, el actual presidente, que se muestra tan atento a los problemas nacionales, no les ha dado una atención prioritaria a las mujeres asesinadas.  

Tenemos que reconocer que México es una sociedad machista y sexista. Vivimos en una atmósfera de complicidad con el maltrato a las mujeres. Este empieza por la educación que dan las madres y padres a los hijos sobre la supremacía del hombre sobre la mujer. En la mayoría de los hogares se respira una cultura machista con diversos grados de agresiones a las hijas, madre y hermanas que termina en el peor de los casos en asesinatos que quedan impunes.  

En Chiapas apareció el cadáver de Mariana Sánchez Dávalos, doctora que estaba realizando su práctica profesional en Ocosingo. Vivía en una casa que les proporcionaban las autoridades médicas de Chiapas, mientras hacía su servicio social en el centro de salud de Nueva Palestina, una comunidad indígena en el municipio de Ocosingo, Chiapas, donde llegó en el mes de agosto. 

Desde que la trasladaron a esta localidad el año pasado, le había contado a su madre el infierno que vivía. Después de que una noche de noviembre un compañero borracho forzara su cuarto para intentar abusar de ella, acudió a la policía y puso una demanda por acoso y abuso sexual. Su madre reconoce que pudo haber sido peor de lo que su hija le relataba por teléfono. La doctora se reunió con la responsable del centro y le comentó lo sucedido. “Llegó a presentar una renuncia por lo que había pasado. Pero no fue aceptada, le dijeron que la necesitaban ahí. Le llevaron unos tamales y le dijeron que se tomara unos días de descanso para superar el trauma”.  

También se quejó en la Universidad. Ahora que estalló el escándalo por las protestas de sus compañeros de la universidad, la madre de la médica hallada muerta en las instalaciones de un centro de salud de Chiapas relata el “martirio” que vivió su hija y denuncia la indiferencia de las autoridades que no atendieron sus llamadas de auxilio. Las autoridades sanitarias y universitarias de Chiapas han enviado un comunicado rechazando que ellos tuvieran conocimiento de un caso de abuso sexual 

En 2020 en Chiapas fueron asesinadas 70 mujeres 29 de esas muertes fueron reconocidas como feminicidios y 41 como homicidios, según las cifras estatales. El Estado de Chiapas no es el más peligroso de México, están Morelos, Colima y Nuevo León y el Estado de México, donde se persigue a las mujeres. 

Los altos índices de impunidad, con menos de un 10 % de sentencias condenatorias en estos delitos, han llevado desde los crímenes machistas en el país a un asunto de seguridad nacional, a un repudio generalizado y a una indignada protesta nacional. 

En México, son asesinadas 10 mujeres al día, las cifras poco confiables, hacen que el diagnóstico de la violencia machista sea difícil, si no imposible de ubicar y combatirlo que es evidente es que la violencia machista se ensañaba sin tregua con la mitad de la población. En los primeros seis meses de 2020, México registró 1.844 homicidios dolosos de mujeres, 10 más que durante el mismo periodo del año anterior 

En el caso de la doctora Mariana Sánchez Dávalos, lo peor es que la policía y la Fiscalía del estado, así como la Universidad de Chiapas han tratado de echarle “tierra al asunto”. En primer lugar, incineraron el cadáver de la doctora Mariana, lo cual va contra todo protocolo y reglamento del Código de procedimientos penales, cuando la muerte es violenta. La Fiscalía, sin más averiguaciones cerró el caso concluyendo que fue la misma joven quien decidió quitarse la vida. Ahora ante la presión social, se ha reabierto la carpeta e investigan un posible feminicidio. El asunto fue tratado en la “Mañanera” y de ahí se dispararon los cuestionamientos  

El caso de Mariana se ha convertido en el nuevo y multiplicado rostro de la tragedia de los feminicidios en México. Aunque el caso sigue abierto y las causas de su muerte plantean todavía incógnitas, las mujeres y los hombres nos enfrenta ante el terror machista mil veces contado en este país y mil veces impune. Mariana denunció ante sus responsables inmediatos que la estaban acosando y nadie hizo nada para protegerla. Ahora nadie hace nada para aclarar las cosas y castigar al culpable.   

EL PRI sin bases electorales

La muestra de ejemplares que como candidatos a diputados plurinominales nos presentó el PRI es un ejemplo claro de cómo desaparecen las instituciones políticas. Todo el directorio del partido en masa, cónyuges, hermanos, hasta una ex panista y amigos fueron puestos en una lista donde sin sudores ni congojas van a ocupar una curul en el Congreso del país. Nunca se había visto tanto cinismo, en que, sin mediar consulta o acuerdo del partido, el comité directivo en pleno se apropiara esos codiciados puestos. Esto quiere decir que el PRI se ha quedado sin bases, ni personal donde escoger candidatos o que sus dirigentes no toman en cuenta a la que se ha dado en llamar las bases del partido, o es una nueva forma de hacer política y al grito de “agarren lo que queda”, hacen de un partido democrático una oligarquía. Así era antes, pero la disimulaban un poco. Le daban su baño de pueblo. 

La verdad es que el otrora invencible PRI atraviesa por una situación verdaderamente grave de abandono y desolación de lo que se llamaban las bases del partido. No se han acabado de ir los que lo hicieron un partido invencible y no han llegado los nuevos grupos políticos que tengan el empuje y la ideología necesaria para hacer política. Ahora hay puros arribistas y busca chambas. Sin ideología, los temas de la revolución mexicana se agotaron hace tiempo y el neoliberalismo al estilo PRI, no le dejó a nadie buen sabor de boca, en estos momentos lo que priva es un pragmatismo brutal por no quedarse sin chuleta. Extraña que ningún miembro de la mesa directiva del PRI quiera salir a buscar votos, todos la quieren peladita y en la boca. Se dan casos de los juniors de algunos gobernadores y dirigentes, entran a las lides políticas por la vía facilita. Así cuando van a volver a ser un partido político. Fin