Los fideicomisos un mecanismo de corrupción
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Los fideicomisos un mecanismo de corrupción

 


La cantidad de dinero que se fugaba por los fideicomisos podría solucionar los problemas de presupuestos de varios estados de la república. Eran áreas administrativas que atendían los problemas que el estado no podía resolver de manera expedita. Con este mecanismo financiero se agilizaba la distribución de recursos.  Con su desarrollo se fueron formando pequeñas y grandes áreas donde se distribuían los recursos del pueblo bajo criterios personalísimos o de grupo, no siempre estaba todo bien, tampoco estaba todo mal. Sin embargo, existieron graves irregularidades que motivaron la necesidad de dar una solución drástica. Sus problemas era imposible componerlos en el corto plazo. Los fideicomisos permitieron transferencias inexplicables y absurdas de recursos, como esos 41 mil millones de pesos que fueron a parar a empresas transnacionales IBM, Monsanto y distintas empresas extranjeras que además de las ganancias obtenidas recibían en esta forma miles de dólares. Resulta inexplicable. 

Una conferencia de prensa mañanera fue destinada a informar de los 109 fideicomisos creados por ley que desaparecieron a propuesta del ejecutivo y por el voto del poder legislativo.  Las cámaras de senadores y diputados tenían que analizar y aprobar cualquier medida que se tomara sobre ellos. Una mayoría considerable de legisladores, senadores y diputados voto a favor de que desaparecieran estas estructuras administrativas paralelas, sin control que se fueron creando durante el periodo neoliberal con el único propósito de manejar fondos públicos, sin ser vigilado, fiscalizado y para provecho personal. Existían 191 fideicomisos, de los cuales 109 fueron creados por ley 

Con la liquidación no termina la historia, el consejero jurídico de la presidencia inicio los trámites para llevar a cabo una auditoría a todos los fondos y fideicomisos financiera, administrativa, técnica y cuando haya evidencias de corrupción se presentarán denuncias penales en la Fiscalía General de la República. El plazo que se ha dado para esta tarea es de tres meses. Habrá que estar pendientes. 

Los auténticos deportistas, investigadores, escritores, artesanos, artistas, creadores, que eran beneficiarios a través de este mecanismo no tendrán ningún problema, van a seguir recibiendo sus apoyos directamente de la SHCP, aun extinguiendo esta figura jurídica sus funciones de apoyo continuarán, ahora con cargo al presupuesto, los verdaderos fideicomisarios recibirán los beneficios que estaban programados. No habrá problema. 

Del análisis de los fideicomisos del Fondo de Salud de Bienestar, Fondo Forestal Mexicano y el Fondo de Transición Energética, así como del Fideicomiso para la Comisión Reguladora de Energía, de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y de administración y pago de la Agencia de Seguridad y Protección Ambiental. En febrero de 2020 la Auditoría Superior de la Federación publicó un informe de auditoría especial encontrando falta de elaboración de estudios de mercado en los procedimientos de adjudicación directa de los contratos de obra y servicios;  falta de entregas comprobables por parte de los proveedores que ampare el cumplimiento de las obligaciones; en las bitácoras de aquellos, que eran proyectos de infraestructura, no se registraron actividades que demuestren  que se dio seguimiento a la ejecución de los trabajos;  hubo deficiencia en la elaboración de los términos de referencia y formalización extemporánea de convenios posteriores y  falta de formalización de las actas de finiquito, así como deficiente planeación y programación e incumplimiento de los objetivos de los proyectos.  

Es verdaderamente trágico como se fue descomponiendo la administración pública en nuestro país, tanto la federal, como la de los estados. Los funcionarios llegaban, una vez que eran electos, a saquear las arcas, a ver qué negocio podían hacer con las tareas que les encomendaban y a prostituir algunos de los fines más nobles del Estado Mexicano. No hubo un área que no fuera contaminada, el pago de sueldos, las plazas, las inversiones, la reducción del gasto social y la privatización de la mayoría de las empresas estatales a un precio inferior al de mercado, fueron las áreas preferidas de los depredadores. PEMEX y CFE se convirtieron en los últimos botines que podían saquear y se abocaron a ello con el afán obsesivo de no dejar nada. La consigna era acabar con el estado mexicano y los bienes públicos que tuvieran. 

Para obtener ese fin, se aplicó el modelo neoliberal que se experimentó en Chile con la llegada de Augusto Pinochet y sus asesores financieros norteamericanos Milton Friedman y Arnold Harberger, cabezas de los Chicago Boys. En México Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Cedillo, fueron los artífices iniciales de una política económica liberal de mercado con orientación neoclásica y monetarista y con la descentralización del control de la economía. Este modelo amplificó los niveles de pobreza en el país, corrompió todo el sistema administrativo político mexicano convirtiéndonos a principios del siglo XXI si no, en un narco estado, si en un estado cómplice y tolerante de la corrupción a todos los niveles.  Ni modo, los que jugaban a la aviación van a tener que aterrizar sus aeroplanos. Fin.