Triquis: El eterno conflicto (I)
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Opinión

De Paradojas y Utopías

Triquis: El eterno conflicto (I)

 


1).- Nudo de intereses, ilícitos y vicios
En mi opinión como Sociólogo y con respeto a los pueblos originarios, desde hace décadas el tema triqui ha sido un permanente dolor de cabeza. Llama la atención su capacidad de movilización. Su insistencia en asumirse desplazados. La violencia que se perfila como exterminio inter-étnico. La manipulación por parte de entes extraños a su etnia: Heriberto Pazos, fundador del MULT, hoy bajo el mando de Rogelio Pensamiento. Otro que no es de su etnia. Ese afán pernicioso de llevar como carne de cañón, por delante, a mujeres y niños. Su eterna victimización, no obstante, su capacidad criminal: la desaparición de las hermanas Daniela y Virginia Ortiz Ramírez, el 5 de julio de 2007. El asesinato de Teresa Bautista y Felícitas Martínez, locutoras de la radio “La Voz que rompe el silencio”, el 7 de abril de 2008. La muerte de los activistas, Bety Cariño y el finlandés, Jiry Kaakaola, el 27 de abril de 2010. Pero hay cientos más.
El triqui tiene, asimismo, una movilidad impresionante. O está en Nueva York; en San Quintín, B.C., en La Ciudadela, en la CDMX o en los pasillos del Palacio de Gobierno en Oaxaca. Son los mismos, pero segmentados en grupos y organizaciones. Las batas rojas bordadas son las mismas. Igual practican la poligamia y la trata. Venden a sus hijas menores hasta por cajas de cerveza. Han aprendido –y no de su identidad originaria- a alargar la mano para recibir la dádiva del gobierno. Y como decía Elías Canetti, en su legendaria obra: Masa y poder (Alianza/Muchnik, Madrid, 1999), para referirse a pueblos aborígenes de Australia, “hay en ellos un sentimiento permanente de lamentación y la inquebrantable creencia que sus enemigos, así sean de su propia raza, quieren acabar con ellos”. (p. 93).
2).- La violencia como botín
Para analizar la violencia entre razas y pueblos originarios, nadie como Pierre Clastres, discípulo de Claude Levi-Strauss. Estudió a fondo las tribus yanomamis de la Amazonia venezolana y a los tupi-guaraní del Paraguay, en donde el mesianismo generaba el exterminio interno. Pero reconoció que ahí como en otras partes, el Estado no reconoce más que ciudadanos iguales ante la ley. (Investigaciones en antropología política, Gedisa, México, 1987, p. 76). Hay en algunos pueblos originarios –afirma– una estructura de poder que va más allá de los usos y costumbres. “Un deseo de poder y uno de sumisión”. (p. 115). Sin embargo, las prerrogativas que el gobierno estatal concede a las organizaciones triquis, rayan en el absurdo. Esos privilegios, en un régimen permeado por el diálogo y más diálogo y no por la simple y llana aplicación de la ley, resulta políticamente inadmisible.
Pareciera ser que la etiqueta de indígena los ubicara en un estamento diferente o en el marco de una minoría privilegiada. Una forma abierta de discriminación y trato diferenciado ante la norma. Lo hemos dicho: a ninguno de quienes regentean las organizaciones y grupos de dicha etnia: Rogelio Pensamiento del MULT; Macario García del MULTI; Fabián Pereda, a) El Calaco, de UBISORT o Uriel Díaz Caballero de API, les interesa concertar la paz. Viven de administrar la violencia. Si sus secuaces cometen crímenes, bloquean y marchan para evitar el peso de la ley. Buscan la impunidad total. La alcahuetería del gobierno. Se trata de una especie de “vividores incorregibles” –como les llama Hans Magnus Enzensberger– “que pueden permitirse cosas que ningún otro, regido por el mismo marco legal, se atreve a pensar ni en sueños”. (Panóptico, Malpaso, Barcelona, 2016, p. 86). Ya no vale confundirse con la fantasía roussoniana del buen indígena incorrupto. (Continuará…)
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— ¿Indolencia, inconciencia o estupidez? Mientras Oaxaca padece los efectos letales de la tercera ola de Covid-19, con escenas dramáticas y tristes de familias completas contagiadas en el Istmo; con hospitales saturados; con el dolor y la impotencia que trae consigo la pobreza de recursos para salvar a los suyos, una caterva de imbéciles, estuvieron promoviendo y engañando incautos, para la consulta –según ellos- que lleve a juicio a los ex presidentes. Para la historia negra de Morena en Oaxaca. ¡Torpes, indolentes y oportunistas!
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