El affaire Cienfuegos
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Opinión

De Paradojas y Utopías

El affaire Cienfuegos

 


1).- Narco-Estado o narco-gobierno

El narcotráfico no es una ficción. Ha contaminado todo México. Ha sido como una pandemia. Algo como una peste o el Covid-19. Los gobiernos en sus tres órdenes, Fuerzas Armadas, magistrados, jueces federales y locales, legisladores (as), fiscales, policías, empresas, bancos, medios, etc., han estado en sus nóminas. De sus tentáculos nadie ha escapado. El Ejército no ha sido ajeno a su fascinación. Tampoco algunos generales de división y brigadieres. Jesús Gutiérrez Rebollo, Francisco Quirós Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro, fueron procesados y sentenciados por colaborar con el Cártel de Juárez y su capo, Amado Carrillo. Desertores y traidores del cuerpo de élite, el famoso Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), contratados por Osiel Cárdenas Guillén, a) El Mata amigos, fundador de los Zetas y toda su crueldad, fueron militares: el teniente Arturo Guzmán Decena, a) El Z1 y Heriberto Lazcano, a) El Lazca.

2).- Nada nuevo

A mitad de los años noventa, el general Jorge Carrillo Olea, que fue fundador del CISEN, del Instituto Nacional de Combate a la Drogas (INCD) y luego gobernador de Morelos, fue destituido. ¿Los cargos? La presunta protección a dos capos Amado Carrillo y Juan José Esparragoza, a) El Azul, avecindados en el estado. Su jefe policíaco, Jesús Miyazawa, había creado con los escoltas de éstos, una boyante industria: el secuestro. Otro divisionario, José Mariano Maldonado Vega, fue detenido el 18 de enero de 1998, acusado de traficar cocaína y marihuana. (María Idalia Gómez/Darío Fritz, Con la muerte en el bolsillo, Planeta, México, 2005, p. 311).

Otro más, pero no los únicos. Víctor Guillermo Soto Conde, Mayor del Ejército, fue aprehendido en 1998 y sentenciado en octubre de 2003, por delitos vinculados con el narcotráfico. Era informante de Amado Carrillo. (Ibídem). Hasta el pulcro general Rafael Macedo de la Concha, titular de la PGR, renunció al cargo en junio de 2005, por presuntas amenazas del narco. Pero la División de Investigación Criminal del FBI, en San Antonio, Texas, en su informe de ese año lo involucraba en el narcotráfico. (Anabel Hernández, Los cómplices del presidente, Grijalbo, México, 2008, p. 375).

3).- ¿Desconfianza o descortesía?

El mismo ex zar anti-drogas norteamericano, el general Barry McCaffrey, reconoció que el arresto del general Salvador Cienfuegos, ex titular de la SEDENA, fue ofensivo para las Fuerzas Armadas mexicanas. En entrevista con León Krauze, reconoció que fue una provocación, más aún que no se haya informado al gobierno de AMLO. (Letras Libres, 19 de octubre, 2020). La duda aflora. ¿Será posible que no hayan cruzado información con el titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero, viejo amigo de los gringos desde 1976, cuando fue jefe de erradicación de drogas en el Operativo “Cóndor”? (Jorge Fernández Menéndez, El otro poder, Nuevo Siglo/Aguilar, México 2001, p. 26). Y hasta le impusieron el apelativo de “El Padrino”, el mismo que en los inicios del boom de la droga le correspondía al verdadero capo: Miguel Ángel Félix Gallardo, quien repartió el territorio nacional a los cárteles.

4).- Inconcebible humillación

Dice Roberto Saviano que “el poder criminal es una mezcla de reglas, sospechas, poder público, comunicación, crueldad y diplomacia”. Por ello, quien ignora a México “no entenderá nunca el destino de las democracias transfiguradas por los flujos del narcotráfico”. (Cero, cero, cero, Anagrama, Barcelona, 2014, p. 57). El affaire Cienfuegos es un agravio a nuestras Fuerzas Armadas. Al pueblo mexicano. Es parte de la desconfianza y poca fe que nos tiene el vecino del Norte. También es un golpe demoledor, no sólo a los gobiernos neoliberales, sino al de la 4T, que se ha vanagloriado en darles atribuciones extraordinarias que, por ley, no les competen.

Aunque ese chapulín de la política, Alfonso Durazo, diga de manera irresponsable, que en México “ya no domina el narco”, la pregunta es: ¿Han cambiado en los casi dos años de esta administración el trasiego, la distribución y el empoderamiento de algunos cárteles de la droga como los de Sinaloa, CJNG, del Golfo y una decena más? No. ¿Ha dado visos de mejora esta violencia terrible, esa perenne y oscura guerra civil, en una tierra que no para nunca de sangrar, con miles y miles de muertos, descuartizados, degollados, incinerados? No. El Estado parece haberse doblegado. Léase el affaire Ovidio Guzmán; Nemesio Oseguera Ramos, a) El “Mencho” sigue intocable, mucho más, Ismael “El Mayo” Zambada y otros. La política de abrazos, no balazos, ha sido un fiasco.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

  

— Con motivo del Día de Muertos, recordamos con afecto a algunos de nuestros compañeros periodistas que han fallecido este año, en particular: José Luis Ceballos, Narciso Reyes y Luis Soria Castillo. Nuestra gratitud a médicos y enfermeras, que han sucumbido en la lucha contra el Covid-19.

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