¿Por quién votaría?

Apenas transcurre los primeros diez días de las precampañas, las efectivas iniciarán hasta marzo y la situación comienza prender a los potenciales electores.

Antes de las precampañas existió un remanso de paz que fue aprovechado por Claudia Sheinbaum para realizar recorridos por gran parte del país. Xóchitl Gálvez perdió todo el terreno avanzado y Samuel García todavía no aparecía como precandidato único de MC.

La situación retrataba a una ciudadanía apática, sin entusiasmo ante el panorama electoral y con desdén a lo que se le ofrecía.

Aquella chispa que prendió Xóchitl a mediados de año con sus dichos e intercambios verbales con el Presidente habían desaparecido. Sus ocurrencias, dichos, malas palabras e historias tristes se esfumaron y mostraron la metamorfosis de la hidalguense que, tal vez, mal aconsejada por sus asesores perdió la espontaneidad mostrada en un inicio.

Claudia se mantenía en el mismo nivel con el que inició con un discurso plano, con voz monótona y ofreciendo la continuidad de los programas sociales del actual gobierno. Mucho tiempo le costó atraer a las corcholatas desbalagadas, las que regresaron al redil resignadas, aceptando el papel que les fue asignado en el script presidencial.

Samuel seguía sin aparecer, aunque mandaba mensajes y se veía que sería el precandidato único propuesto por Movimiento Ciudadano. Sus discrepancias con el Congreso de Nuevo León, lo tenía maniatado al estado y sus incursiones nacionales eran reducidas.

Sin embargo, llegaron los tiempos de precampaña y el cotarro pareció alertarse y alegrarse y aunque los precandidatos tienen prohibido atacarse, las escaramuzas ya iniciaron.

Como era previsible, Samuel inició con una gran campaña en las redes, en las que el papel de víctima lo desempeña a las mil maravillas. Se queja del Congreso de su estado, del Poder Judicial y de los problemas que él mismo ha dejado crecer, como la carencia de un Fiscal carnal, a su gusto.

Y aunque políticamente es un desastre, su precampaña (campaña) en las redes es todo un éxito. Su esposa, Mariana, cumple el papel que le fue asignado, mover las redes sociales, algo que se la da en forma natural y con el respaldo de sus detractores.

Vicente Fox fue el primero en abrir fuego, con tan mala suerte que su dicho le ganó una amonestación y ser acusado de violencia de género en contra de Mariana y Samuel.

Xóchitl navegando en un mar de incertidumbre arrojó luz con algunas designaciones de personajes de su confianza anexados a su precampaña. Panistas de cepa que puedan operar y que den mejores resultados que los que ya estaban. La hidalguense parece haber recuperado la vitalidad perdida, pero su chispeante personalidad quedó atrapada en las redes del Presidente que le dio vuelo y la frenó con su olvido.

Claudia parece haber subsanado los enojos y malestar de algunas de las corcholatas, aunque no de la principal (Marcelo) y dejó en claro que el bastón de mando sigue estando con quien lo ejerce sin disimulo.

Las precampañas ya corren y el tema presidencial se mantendrá vigente hasta desembocar el dos de junio en las urnas. Las cartas ya están echadas y los electores deberán elegir entre esas tres opciones (se duda que algún independiente participe). Lo que si puede ocurrir es que con el caminar de los aspirantes algunos cambien de opinión en sufraguen por uno o una diferente al que inicialmente contemplaron.

¿Qué preferirán los electores, relevo generacional, continuismo o regreso a quienes construyeron las instituciones y se han equivocado?

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