Marcelo y sus dudas

Signos de preocupación surgen al interior del Movimiento de Regeneración Nacional sobre el futuro de las acciones de Marcelo Ebrard Casaubon. Sus dichos y algunas acciones inquietan, aunque no llegan al grado de preocupación.

La lectura que le dan es que juega con sus cartas y los amagos son parte de su baraja, para sensibilizar a la sociedad y darle su respaldo en las tan cantadas encuestas que hará el partido para encontrar al candidato presidencial.

Sin embargo, hay quienes consideran que Marcelo está radicalizando su discurso con la finalidad de raspar a una de las otras dos corcholatas, la que inquieta más, al existir signos de preferencia hacia ella.

Claudia Sheinbaum es el objeto de las críticas de Marcelo, ya que su avance en las encuestas es considerable y la forma en que es recibida en los estados que visita hace prever que la balanza se inclina a su favor.

Marcelo es la corcholata que impacta más dentro del electorado, por considerarlo menos radical que sus adversarios internos, pues cuenta con un discursos más conciliador y su paso por distintos organismos políticos y por la administración pública lo vuelven atractivo para ciertos sectores de la población que no congenian con la 4T.

Sin embargo, hay quienes advierten que Marcelo no goza de la confianza del gran elector y que será difícil que salga el afortunado con el número de la rifa del tigre, por lo que va arando para asfaltar su salida.

Marcelo es codiciado por Movimiento Ciudadano, con cuyo presidente se encuentra a partir de un piñón y podría agregar algunos otros elementos si es que decide terminar de tajo con el Movimiento de Regeneración Nacional.

Claro que el rompimiento no puede ser nada sorpresivo, ya que Marcelo se mueve como pez en el agua en ese tipo de circunstancias, ya que en su larga carrera política lo ha experimentado varias ocasiones.

Por eso Marcelo suele responder que no romperá con MORENA, aunque no sea elegido candidato, aunque aclara que debe mantenerse la unidad, siempre y cuando las encuestas se hagan con piso parejo y sin cargada en favor de ninguno de las tres corcholatas.

Comentábamos que Marcelo es quien más ha trabajado en la construcción de su candidatura, formando grupos de apoyo en cada una de las entidades del país, aunque no cuenta con el respaldo de los 23 gobernadores que pertenecen a su misma corriente.

Los mandatarios estatales están, en su mayoría, dividas entre las preferencias a Claudia y los otros a Adán Augusto, aunque hay varios que juegan con la doble cachucha y alientan a una y otro.

Ante este escenario ven que la salida de Marcelo podría representar la tercera opción que tanto busca Dante Delgado, ya que la competencia podría darse en tercios, con el o la candidat@ de MORENA, el o la de la alianza Va por México y el de MC al que podrían sumarse sus antiguos aliados del Verde y del PT, si el convencimiento ($) es grande.

Lo que sí es una realidad es que Marcelo no encajaría en los planes como abanderado de dos de los partidos en que ya militó PRI y PRD, ni tampoco en el que le falta militar, el PAN, pero si con sus amigos de MC.

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