Adiós al Insabi

El sueño de convertirnos en un símil de Dinamarca en materia de salud quedó frustrado y será una materia en la que el Presidente López Obrador no podrá cumplir con su compromiso repetido una y otra vez.

El poderoso Insabi con el que se anunció con gran pompa que sustituiría al Seguro Popular con mayor eficacia será desaparecido y nace la figura de IMSS Bienestar, aunque este nuevo organismo traerá consigo instalaciones, personal y vicios del Insabi.

El Insabi pasará a la historia como una institución sumamente corrupta y que jamás pudo alcanzar ningún logro. Falló en las compras de medicamentos, tampoco pudo garantizar los servicios de salud a las personas que carecen de seguridad social.

Eso sí hizo millonarios a muchos coyotes que ante la complacencia de sus directores se convirtieron en los proveedores de cuanto insumo requería el instituto.

Ahora se habla de un boquete financiero de la institución, tan grande como el de Segalmex, mismo que puede quedar sepultado en las cenizas de este instituto.

Según expertos en el tema de salud, el IMSS-Bienestar será lo mismo que el Insabi, por lo que solamente le cambiarán la fachada, pondrán letreros nuevos y todo seguirá igual.

Los proveedores que aprovechaban sus relaciones con los personajes que dirigen el Insabi ya conocen la ruta para tener acceso a las principales claves de medicamentos y equipo médico.

Uno de los principales proveedores es un empresario sonorense, representante de personajes cercanos a la 4T que, actualmente, se encuentra viviendo en California, ya que fue demandado por algunas empresas, incluida una propietaria de laboratorios y con nexos con un diario de circulación nacional.

Solamente es cuestión de voluntad y que la ASF se dé una zambullida en las auditorías del Insabi y se encontrará la verdadera razón de su desaparición.