Gingivitis y Periodontitis
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Comentario Pediátrico

Gingivitis y Periodontitis

 


La correlación armoniosa entre los dientes, encías y labios; con sus colores y formas, permite identificar una sonrisa atractiva en todas las personas. Desde la etapa infantil, esa condición atractiva, debe justificar su revisión periódica por el especialista en odontología, para mantener su funcionalidad y aspecto agradable, ya que ante la existencia de enfermedad, se compromete su aspecto y salud posterior.

Todo tejido que se encuentra relacionado con la inserción del diente al hueso, es un elemento periodontal, de los cuales se incluyen la encía, ligamento periodontal, cemento y hueso alveolar propio, que rodean y soportan a los dientes, manteniéndolos en los huesos maxilar y mandíbula. La encía es el revestimiento del periodonto y aporta tanto protección a los tejidos que se encuentran por debajo, como anclaje adicional a los dientes. El ligamento periodontal es una estructura compleja, que actúa de amortiguador entre el diente y el hueso, protegiéndolo durante la masticación para evitar trauma directo de la raíz dental sobre el mismo. El cemento de la raíz es una fina capa mineralizada que envuelve la raíz, para actuar de pegamento biológico que sujeta el diente a su hueso. Es decir, se trata de una sustancia dura que cubre y protege el diente y lo mantiene unido al ligamento periodontal. El hueso alveolar (maxilar para el superior y mandíbula para el inferior) alberga en su interior las raíces de los dientes; y a su vez, está protegido de sufrir traumas durante la masticación, por el ligamento periodontal.

En forma conjunta, la función que desempeña el periodonto consiste en sujetar los dientes en la boca, proteger el hueso que los alberga y, si se da el caso, colaborar en la regeneración de los tejidos si se crean las condiciones adecuadas para ello.

Este conjunto, ofrece mecanismos de defensas (anticuerpos) frente a las bacterias y microorganismos externos; y mecanismos de regeneración de tejidos, como el cemento radicular, a partir de células (madre) especializadas que se encuentran en el ligamento periodontal, con una elevada capacidad de auto regeneración y también, con empleo de otras células especializadas (fibroblastos) en la reparación de los tejidos dañados.

La misión del periodonto es preservar y mantener estables las piezas dentales. Cuando alguna enfermedad afecta a estructuras del periodonto, la salud y la integridad de ese soporte se altera y, los dientes corren el riesgo de caerse.

Las enfermedades periodontales afectan las estructuras de soporte de los dientes, principalmente la encía y el hueso alveolar. Son causados por colonias complejas de bacterias, que crecen en una película biológica en la superficie del diente (placa dental). Estas bacterias provocan una respuesta inflamatoria, que puede resultar en la destrucción del tejido. Tanto la gingivitis como la periodontitis ocurren en niños y adolescentes. La gingivitis es una inflamación reversible inducida por la placa dental limitada a la encía, y es común en niños desde los cinco años. La periodontitis suele ir acompañada de gingivitis, pero implica la destrucción irreversible de los tejidos de soporte que rodean el diente, incluido el hueso alveolar.

En forma normal, las encías que rodean los dientes en los niños deben aparecer de color rosa a rosa rojizo, ser firmes y resistentes. Es normal un ligero enrollamiento o redondeo alrededor del cuello del diente. La superficie de la raíz del diente debe estar cubierta por encía (con hueso subyacente), pero debe cubrirse muy poca parte de la corona. La superficie del diente a lo largo del margen gingival (línea de la encía) debe estar libre de depósitos de placa o sarro (material sólido blanquecino-amarillento) o estructuras duras (cálculos) visibles. La encía marginal debe ser suave y no debe haber sangrado.

Los familiares pueden revisar estas características de las encías de niños y adolescentes, en forma regular y frecuente, para detectar alteraciones en forma temprana, pero es más importante que se realice una revisión especializada por periodontólogo, odontopediatra u odontólogo, en intervalos de 4 a 6 meses, para detectar los signos de la enfermedad periodontal evidentes a la inspección visual, como son: placas duras blanquecinas en borde de encía o en uniones laterales dentales, agrandamiento o encías hinchadas, enrojecimientos, sangrados y/o retracción de la zona de implantación habitual de la encía, cambios en la posición de los dientes, movilidad prematura de ellos o pérdida prematura de algunas piezas dentales.

La placa blanquecina dura o el cálculo común en adultos, está presente en casi el 10 por ciento de los niños y un tercio de los adolescentes. Las ubicaciones típicas para el cálculo son la superficie lingual de los incisivos inferiores (mandibulares) y la superficie bucal de los molares superiores. Solo se puede eliminar mediante una limpieza dental profesional y no se debe permitir que permanezca en los dientes, porque proporciona un hábitat para las bacterias asociadas con la periodontitis. La limpieza dental semestral es adecuada para la mayoría de los niños, pero un pequeño número de formadores de placas grandes puede requerir visitas más frecuentes.

…la sonrisa sana de su niño justifica su evaluación periódica con su especialista dental.

Información completa en: https//alevascommx.blogspot.com