Infecciones por aves caseras
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Opinión

Comentario Pediátrico

Infecciones por aves caseras

 


Entre las mascotas más populares, las aves ocupan el cuarto lugar después de los perros, gatos y los peces, por lo que existe la probabilidad que los cuidadores y sus familiares puedan estar expuestas a las enfermedades infecciosas que estas mascotas pueden transmitir; con la condición especial que, se consideran enfermedades poco frecuentes y también poco transmisible en forma sistemática entre seres humanos.

La capacidad del microorganismo transmitido para establecer que una persona enferme varía con su capacidad de daño (virulencia), la cantidad de gérmenes al cual el afectado se exponga y la vía de entrada de la infección, que pueden desarrollarse por la ingestión de alimentos contaminados con la materia fecal del ave o al inhalar aire contaminado.

La responsabilidad adecuada del poseedor de este tipo de mascotas debe involucrar la realización de medidas preventivas eficientes, como: lugar apropiado para su permanencia, higiene continua, lavado habitual de manos, aseo de jaulas con protección respiratoria y consultas periódicas de evaluación con médico veterinario.

Los niños a menor edad en especial son susceptibles de adquirir este tipo de infecciones, por la proporción corporal menor de sus órganos y la conducta exploradora frecuente, que puede facilitar la exposición a los microorganismos. Son de especial riesgo, aquellos niños que tengan compromiso en su sistema inmunológico, como los que están bajo tratamiento para cánceres, desnutridos, enfermedades crónicas y/o con deficiencia en respuesta de su sistema inmune, ya que la enfermedad no se autolimitará como en la mayoría de los casos y podrá extenderse a diferentes órganos hasta causar su muerte.

Considerando que algunos grupos de aves se relacionan con enfermedades específicas, se describen a continuación las más posibles en nuestro medio.

La psitacosis la transmiten todas las aves relacionadas como pericos, loros, cacatúas, guacamayas, torcazas y palomas (menos frecuentes en canarios, pinzones, patos y pavos) que en especial provengan sin un control adecuado o de contrabando. En la mayoría de los casos, la enfermedad se propaga a los humanos cuando respiran partículas de polvo en el aire proveniente de aves muertas, excrementos secos, secreciones nasales, tejidos o plumas de estas aves. El contacto directo con aves infectadas, incluidas las mordeduras, puede propagar la enfermedad. La transmisión de una persona a otra no es muy común, pero puede ocurrir con la propagación en aerosol durante los accesos de tos paroxística de la persona enferma. Ocurre en pocas ocasiones en los niños, pero fácilmente puede complicar la evolución de los inmunodeprimidos.

El periodo de incubación de esta enfermedad es de una semana o dos, aunque podría ser mayor. El afectado suele manifestar fiebre, tos de carácter seco, dolor de cabeza intenso, molestia ocular a la luz, malestar general y cansancio. Se notan como hallazgos en su revisión nariz y garganta inflamadas, enrojecimiento ocular, crecimiento del hígado y bazo. En los inmunodeficientes el cuadro suele complicarse con infección e inflamación pulmonar, afección inflamatoria del corazón, alteraciones neurológicas/mentales y formación de coágulos en el interior de los vasos sanguíneos.

Su evolución en general se autolimita de forma espontánea en el curso de los siguientes cinco a siete días. En caso de notar que las manifestaciones no mejoran al paso de los días o dura más de una semana, tomando en cuenta la relación de posible asociación con las aves, se deberá de acudir a evaluación pediátrica para considerar el empleo antibiótico apropiado, para su edad en especial.

Las aves afectadas pueden ser portadoras asintomáticas que desarrollarán la infección ante condiciones de estrés expresando: falta de apetito, reactividad disminuida, plumaje encrespado, descarga ocular y nasal, con pérdida de peso que justificarán su evaluación por el veterinario. Si mueren deben sumergirse en líquido para evitar liberar la bacteria.

La influenza aviar, se refiere a una forma de gripe que afecta a los pájaros como blanco principal más que a las personas. Del virus de la influenza existen tres tipos: A, B y C, siendo el A el de mayor relevancia para el hombre ya que afecta a humanos y animales, además de considerarse también por su gran capacidad de mutación. Se considera de riesgo el ave mascota que pudo estar en contacto silvestre con algunos pájaros infectados.

Los pájaros infectados por el virus de la gripe derraman el virus en su saliva, secreciones nasales y heces. El virus se propaga cuando los pájaros susceptibles entran en contacto con secreciones o superficies contaminadas.

 

MÁS INFORMACIÓN EN: https//alevascommx.blogspot.com