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Columna sin nombre

Crisis

 


Una sola voz y la retórica electorera me confunden. ¿Soy chairo, fifí, conservador, neoliberal? No lo sé

El mapache guasón

 

Desde luego que estamos en medio de varias crisis; pandemia, económica, política electoral, energética y quién sabe cuantas más, luego, es el momento de gobernar para todos y dejar atrás ideologías.

Se deben asumir responsabilidades y dejar de culpar solo al pasado.

El momento crucial que vivimos en México y en el mundo, señala claramente que es tiempo de gobernar en toda la extensión de la palabra, es decir, aplicar la inteligencia de muchas personas, utilizar todos los recursos disponibles, créditos internacionales e incluso  las reservas en dólares para solucionar, entre otras cosas la compra y logística de la vacunación.

Desperdiciar el tiempo en interminables conferencias de prensa es un error delicado; dividir a la ciudadanía con calificativos varios, lleva a la desorganización y negación de apoyos, no solo locales y nacionales, sino internacionales.

Obstinarse en una Reforma Energética y recurrir al carbón y al combustóleo en la crisis de los apagones, es manejar en reversa un auto hacia el precipicio.

Las elecciones se ganan o se pierden, una verdad de Perogrullo, pero el momento requiere con urgencia, inmediatamente que se traten los problemas por especialistas y no por políticos que pueden ser inteligentes pero no expertos en materias como la salud.

Un país divido por activismo de su gobernante, es definitivamente el peor de los destinos posibles para todo un pueblo; de nada serviría ganar una elección ante cientos de miles de muertes por falta de aplicación personal  y dedicación de recursos, que los hay, pero que no se están usando, y si acaso se pone la vista en ellos es a destiempo o para suplir carencias y errores en el presupuesto respectivo.

Bienvenidos los apoyos, nadie puede decir lo contrario, pero la dispersión del dinero sirve solo para el momento y no soluciona de fondo o a fondo el futuro.

En una cierta filosofía oriental se dice que no solo debes dar de comer un pescado al hambriento sino enseñarlo a pescar, y en el caso el empleo se desmorona por negar apoyo económico a las empresas pequeñas y medianas, que no a los empresarios, para que no se despida a tanta gente.

Si se quiere ganar un lugar positivo en la historia, adelante, pero por el camino correcto, todos juntos y a tiempo.

Yo también soy pueblo.

Por allí nos encontraremos.