Guardián de las elecciones
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Columna sin nombre

Guardián de las elecciones

 


El mundo se está coronavirusalizando

Quien lo descoronavirulize

Será un buen descoronavirusalizador

El Mapache Guasón

A sabiendas que el señor presidente López Obrador ya está en campaña para las elecciones del próximo año en México y que además pronuncia constantemente, si no es que, a diario, frases con la evidente intención de ser comentadas en los medios y él estar siempre en las primeras planas, mencionó aquella de principios de semana que decía: parafraseo de memoria, “seré el guardián de las elecciones de 2021, para evitar fraudes electorales”.

Inmediatamente, como eran sus deseos, los analistas volvieron a caer en el garlito y comentaron ampliamente sus declaraciones, con una crítica leve, pero que sin embargo lo mantuvo en todos los medios especializados.

Se criticaron esas palabras, para afirmar que López Obrador no tiene facultades para intervenir en forma alguna en las elecciones de nuestro país, ya municipales, locales o federales.

Se explicó hasta el cansancio que las elecciones son organizadas, vigiladas y sancionadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) como organismo autónomo y con facultades constitucionales, por lo que no sólo es innecesario el “guardián” (así sea el señor presidente), sino que está prohibido.

Hay que recordar que todavía a fines del siglo pasado, las elecciones federales las efectuaba la Secretaría de Gobernación, (¿recuerdan cuando se cayó el sistema?) y sancionadas, finalmente, por los colegios electorales en cada cámara; así la elección de López Obrador la que lo tiene en la presidencia fue llevada a cabo, impecablemente por el INE, insisto, sin necesidad de guardianes.

Es verdad que al otro día, López Obrador enmendó la especie y expresó con esa gran habilidad política que tiene, que no trataba de sustituir al INE, sino en su calidad de ciudadano como deben hacerlo todos los ciudadanos mexicanos, denunciaría si tenía conocimiento de compra de votos o fraudes electoral, con lo cual suavizó el problema, pero logró su objetivo: estar en los medios.

Como lo he afirmado en otro espacio, esa técnica la seguirá utilizando todo el tiempo, y nosotros los periodistas haciéndole el juego.

Yo también soy pueblo.    

Por allí nos encontraremos.